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ANDRÉS VALDEZ ZEPEDA
el poder escenificados entre diferentes corrientes al interior del partido y
a la falta de un fuerte liderazgo partidista por parte de los directivos del
PRI, como se manifestó durante el periodo de Dulce María Sauri Riacho
al frente del tricolor.
Por otro lado, es bien sabido que la legitimidad de un régimen se puede
basar en la prosperidad económica que se ofrece a los habitantes de un
determinado país o en el uso de símbolos ideológicos y acontecimientos
históricos del pasado, como ha sido el caso de Cuba. En este sentido, la
élite política mexicana, por muchos años, se legitimó ante la población
sobre la base de la explotación de la ideología y los símbolos de la Revolución
Mexicana. A partir de diciembre de 1982, al cambiar el modelo de
desarrollo económico se puso menos énfasis en la Revolución y durante
los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo prácticamente se abandonó
cualquier referencia al movimiento revolucionario de 1910-1917. Este
desvanecimiento de símbolos ideológicos, que por muchos años, fue una
fuente importante de la legitimidad del régimen mexicano, ha redundado
en la pérdida de bases para el PRI.
Por último, el nombre de un partido político influye en la identificación
que el electorado hace del mismo. Por ejemplo, si un partido se autoproclama
y se nombra como comunista, es de suponerse que su ideología
es comunista. Esta identificación particular, automáticamente excluye a
un sector de la población que no es comunista o que no simpatiza con la
ideología comunista. En este sentido, el Acción Nacional es un nombre
que implica mucho y, a su vez, nada en el escenario político nacional, pero
su importancia radica en que no excluye a nadie. Si a esto se le aúna el
ingreso a una época caracterizada por el “fin de la ideología”, el nombre de
Acción Nacional resulta adecuado para captar una diversidad de electores
de todos los estratos sociales de México.
DIVERSIFICACIÓN DEL MAPA POLÍTICO
Desde de 1986, México inició un proceso continuo de rediseño del
mapa político, en la que las “lealtades” electorales de los ciudadanos crecientemente
se diversificaron. La primera elección de carácter competitivo
en la que el PAN tuvo la capacidad de retar el poder hegemónico del PRI
se presentó en el estado de Chihuahua en 1986, en la que de acuerdo al
mismo partido, se cometió un enorme y descarado fraude en contra de
Acción Nacional y su candidato. 32
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Este fraude generó que diversas organizaciones, partidos e intelectuales se solidarizaran
con el PAN y su lucha, iniciando una jornada nacional en defensa
de la democracia y la libertad política.
• HOMINES • Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 13