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IMPORTANCIA DEL DEBATE COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA
aprendices siempre prefirieron, aprovechar su tiempo en la práctica de la
habilidad de debatir, por sobre lo que implicaba el aprendizaje teórico de
contenidos. Tampoco se debe olvidar que la enseñanza de una habilidad
presenta una mayor lentitud en el ritmo y progreso, al ser menos estructurada
y centrada en el alumno. Además de las dificultades asociadas con
la motivación del alumno (que en la Sociedad de Debate de la Universidad
Diego Portales se superan por el carácter voluntario de la incorporación.)
Ahora bien, la elección del método de enseñanza estuvo condicionada
por los objetivos generales que se plantearon al crear la primera Sociedad
de Debates del Sistema Universitario chileno, los cuales, junto a los
mencionados más arriba, son los siguientes: “Formar un profesional que,
habiendo superado su especialidad posea una visión complexiva del mundo, capaz
de entregar respuestas creativas en relación a su entorno, que pueda comunicarse
fluida y expresivamente en público, y que posea la destreza en el desarrollo de la
comunicación escrita y la capacidad para reflexionar sobre las distintas variables que
componen la realidad contingente, de manera de lograr una integración adecuada
de la realidad social y el ejercicio profesional. En síntesis, la Sociedad de Debates
busca desarrollar habilidades instrumentales y aptitudes cognitivas superiores, que
permiten al alumno relacionar y aplicar conocimientos adquiridos en su educación
formal, razonar de manera independiente y crítica y buscar soluciones sobre problemas
emergentes, más allá de su disciplina y perspectiva social” (Estatutos de
creación de la Sociedad de Debate, 1994).
ENSEÑANZA RIGUROSA
El debate debe ser comprendido como el medio para el descubrimiento
de una nueva verdad, y no la finalidad misma del proceso de enseñanza.
En efecto, en el ámbito universitario americano son muy prestigiosos los
torneos y los debates entre universidades, pero tampoco ello constituye
la finalidad de la formación buscada, muy por el contrario lo que debe
objetivarse es la preparación de un alumno dotado de cualidades comunicativas,
que entienda que el trabajo en equipo, así como la toma de
decisiones basadas en el diálogo y el consenso es la base de una sociedad
democrática. El profesor debe ser riguroso en la exigencia de incorporar
contenidos en el debate, de manera de estimular la adquisición de la aptitud
más fundamental: la capacidad de construir nuevos conocimientos y de
comunicarlos de manera clara (efectiva), afectiva (emotiva) y eficaz (fines
de la retórica: enseñar, convencer y conmover). De esta forma se contribuye
a proporcionar a los alumnos una visión de amplio alcance, y promueve
su actuación como pensadores críticos y aprendices permanentes.
De este modo, debe tenerse en cuenta que el método de enseñanza
y de construcción curricular que se elija debe responder a una ecuación
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •