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LOS VALORES Y LAS COSTUMBRES MORALES, Y SU INFLUENCIA...
rurales agrícolas del país a una región urbana donde las reglas son diferentes,
ya que el colectivo para sobrevivir tiene que regirse por un conjunto
diferente de reglas. Otro ejemplo es el cambio estructural de la familia
causado por la incorporación de la mujer a la fuerza laboral del país.
Al desintegrarse el núcleo familiar se afecta la socialización de los niños y
éstos desarrollan un comportamiento, que a los ojos de éstos es correcto,
pero que verdaderamente va en contra de nuestro beneficio como pueblo
(Muñoz-Vázquez y Fernández-Bauzá, 1988).
Por ejemplo, típico de un día, estudiantes en una escuela pública se
pueden observar en comportamientos perjudiciales no sólo a ellos, pero
también al colectivo. Visité una escuela superior donde un estudiante pateaba
latas de refrescos por el pasillo a la hora de almuerzo. Otros tiraban
basura de lo mismo que acababan de consumir. Traté de pedirle que echara
la lata a la basura pero su contestación me demostró lo bien aprendido
que estos jóvenes tienen su conducta social. Conducta que refleja a su
comunidad y su familia inmediata–: “No la recojo porque ese no es mi
trabajo, no es mi problema, yo estoy aquí para estudiar y no para trabajar
de conserje”.
En casos como éstos es donde hay que reflexionar sobre el efecto adverso
que puedan tener estas pequeñas actividades atadas a una estructura
social compleja compuesta de un sinnúmero de instituciones que incluyen
negocios, organizaciones gubernamentales, organizaciones cívicas, religiosas,
uniones, clubes, etc., y que éstas a su vez están cimentadas en la
familia, el instrumento primordial en el cual las personas son socializadas
en su cultura. Donde las personas reciben las destrezas que le permiten
vivir plenamente y a través de la cual los valores y el conocimiento de esa
sociedad son transmitidos a lo largo de las generaciones. Es aquí donde
debemos reflexionar y entender que el comportamiento del individuo nos
afecta a todos y que todos afectamos al individuo.
De acuerdo con el famoso economista norteamericano Dr. Francis
Fukuyama, estos casos presentados muestran unas predisposiciones en
la comunidad que inhiben a las personas de explotar unas oportunidades
económicas que están disponibles para éstos. Este es un problema que
los sociólogos identifican como déficit de capital social. El capital social
se define como la habilidad que tienen las personas para trabajar juntos
hacia un propósito común ya sea en grupo o en organizaciones. Este concepto
de capital social está cada vez más arraigado en el conocimiento y
las habilidades de los seres humanos y menos arraigado a los elementos
físicos. Fukuyama también plantea que este capital social tiene que ver con
la habilidad que tienen las personas para asociarse entre sí mismas. Algo
que a su vez se convierte en un elemento crucial en prácticamente cada
aspecto de la existencia social. En contraste, la habilidad de asociación
depende del grado que tienen las comunidades de compartir y aceptar los
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •