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WALTER MURRAY CESTERO
En este sentido, nos parece que aunque la historia es el resultado de
la actividad cognitiva del historiador, dicha actividad persigue reproducir
o representar escenas o eventos que han ocurrido fuera del intelecto del
investigador, los cuales, suponemos, pueden ser captados libres de prejuicios
en la medida en que éste cede ante sus reclamos de corrección al
entablar un diálogo significativo con el texto. Así pues, la historia pretérita
sería constituida gradualmente mediante un proceso —en principio,
interminable 28 de investigación continua— que está sujeto a verificación
por lo acontecido en el pasado.
II. LA POLIFACÉTICA TRANSMUTACIÓN DEL
HOLOCAUSTO EN UN SISTEMA DE PENSAMIENTO
Steven E. Asehheim ha señalado que, así pasan los años, las relaciones
entre eso que llamamos cultura, de cualquier forma como la definamos, y la
catástrofe desatada por el Nacional Socialismo, desde cualquier perspectiva
que la interpretemos, se torna más compleja y polifacética. 29 Entre los desarrollos
y crecimientos culturales que sirven de sedimento al Holocausto habría
que incluir, para mencionar algunos, aquellos, como los introducidos por
Friedrich Meinecke y por Gerdhard Ritter, quienes han advertido que el
Tercer Reich fue el resultado de una especie de Sonderweg; es decir, que este
régimen realizó un viraje especial o extraordinario 30 apartándose del previo
desarrollo histórico de Alemania y de Austria. Según Thomas Mann, esa
supuesta mentalidad nazi desviada se distanció del espíritu liberal/burgués
europeo al prestarle atención y llevar a la práctica construcciones mentales
como la musicalidad dionisíaca, que comprendía, simultáneamente, un “orden
calculado” y una “irracionalidad engendradora del caos”. 31 En este sentido,
según Mann, este anhelo de aproximarse a la supuesta “rica oscuridad de
la psiquis ctónica o demoníaca” —la así entendida “verdadera fuente de la
vida”, aquella que posibilita una cierta “conciencia de profundidad”, de
la “fuerza”, de la “plenitud”— también dotó a los nazis de los medios
espirituales para descargar dicha musicalidad dionisíaca en la forma de un
“barbarismo histérico”. 32
Para Mann, es a través de la humanidad como “la naturaleza se torna
responsable”, 33 y no dudamos que, aunque este autor estuvo por un tiempo
28
Popper, p. 268.
29
Steven E. Aschheim, p. 1.
30
Michael Burleigh y Wolfgang Wippermann, The Racial State, p. 1.
31
Thomas Mann, “Alemania y los alemanes”. Citado por Aschheim, p. 5.
32
Aschheim, p. 5.
33
Thomas Mann, The Coming Victory of Democracy, New York: Knopf, 1938,
p. 22. Favor de ver también la tercera tesis de Kant en Idea para una historia
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