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ROBERTO VEGA MASSÓ
I. HABILIDADES PARA INVESTIGAR
En primer lugar, el trabajar con una proposición de debate, desarrolla y mejora
la habilidad de un estudiante para conducir investigaciones. Pocas actividades
requieren que el estudiante se comprometa a buscar información tan diligentemente
como el debate, lo que además brinda la motivación para
continuar esta búsqueda en forma intensa. Los aspectos competitivos del
debate resultan ser factores de persuasión de gran fuerza para que el estudiante
se mantenga al día a través de la investigación. Al principio de
su esfuerzo de investigación, el estudiante tiene que leer para obtener una
comprensión del problema que analiza. Una vez que haya logrado este
entendimiento, debe formular argumentos que apoyen su posición, luego
seguirá la tarea de encontrar evidencia específica y válida que respalde
estos argumentos. Si esta tarea se hace bien, el estudiante será conducido
a muchas fuentes de manera que logre inconscientemente construir una
bibliografía específica que le permita abordar a numerosos autores.
La mayoría de la investigación es dirigida a distancia por el entrenador,
pero lo importante es que el debate estimula el seguimiento independiente
del problema por parte de cada estudiante. Aunque el maestro se encuentra
allí para efectuar sugerencias, facilitar la investigación y eliminar las actividades
innecesarias, al estudiante se le permite desarrollar su investigación
en casi cualquier dirección y con el alcance que él estime. Las proposiciones
que se escojan para ser debatidas deben, preferentemente, ubicarse
en un área controversial y contingente, en la que tengamos certeza que se
encuentra disponible mucha información, siendo casi imposible agotar todas
las fuentes. Consecuentemente el estudiante determinará la velocidad,
el tiempo y el esfuerzo que esté dispuesto a dedicarle a este trabajo.
II. HABILIDAD DE PENSAR
Por cierto, la actividad del debate desarrolla y mejora la habilidad de pensar.
Al enfrentarse con un tópico de debate el estudiante está obligado a conducir
un análisis profundo de la proposición y del problema. Él percibe
que primero tiene que examinar la redacción de la proposición a fin de
llegar al significado exacto de cada palabra. Después de definir los términos,
el debatiente prospectivo tiene que analizar el problema de manera
que pueda entender lo que ha ocasionado esta situación. De igual manera
debe familiarizarse con los antecedentes, como por ejemplo: la naturaleza,
la extensión, las causas y los efectos del problema. Así también, debe
considerar las ventajas y desventajas de todos los métodos alternativos de
resolver el problema. De esta forma estará en condiciones de implementar
las posibles soluciones. Este análisis ofrecerá las bases para los argumentos,
afirmativos y negativos que serán utilizados en los debates.
El debatiente debe aprender las reglas de la lógica, de forma que
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