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LA LUCHA EN CONTRA DEL SIGNIFICADOR TRASCENDENTE...
normales los puedan producir por sí solos y, por otro, si nos internamos
en ciertos lugares, como una sala de concierto cuando se está ejecutando
una obra, no podemos evitar escuchar las frases musicales apresentadas
mediante las ondas en el aire producidas por los instrumentos musicales.
Somos de la opinión de que un texto de otra época puede convertirse en
un evento discursivo porque éste es capaz de apresentar otro objeto, hecho
o suceso “trascendente”; es decir, que no está dado inmediatamente “en
persona” al historiador en el documento. 13 Cuando esto ocurre, el vestigio
o testimonio inmediato del pasado frente al investigador, para así decirlo,
se retira del campo de la conciencia en la modalidad de un “sí mismo” y
apresenta, gracias a una aprehensión secundaria, el objeto “trascendente”
que es su referente.
En realidad, según Peter Baldwin, los historiadores siempre están polemizando
entre sí, aunque rara vez acerca de asuntos, como éste, que
trascienden la academia. Una diferencia entre el negador y el historiador
del Holocausto es que mientras el primero tiende a re-escribir el pasado,
para que dicha narrativa le sea de utilidad en la actualidad, quizás para
alcanzar objetivos personales o políticos, el segundo aspira, en el mejor
de los casos, a permitir, mediante palabras —capaces de transformarse
en eventos discursivos—, 14 que los hechos o las objetivaciones de experiencias
humanas en el pasado hablen por sí solos independientemente de
cuál función política se pudiera afectar, positiva o negativamente, por la
revelación de los mismos. Quizás el General Eisenhower actuó como un
historiador en el sentido aludido cuando el 13 de abril de 1945, luego de
haber realizado una inspección del campo de concentración Buchenwald en
Alemania, solicitó que editores de periódicos y representantes de las legislaturas
de varios países visitaran el lugar; porque, según él, “sentí que
la evidencia debía ser expuesta inmediatamente ante el público británico
y norteamericano en una forma que no diera lugar para la duda cínica”. 15
Nosotros opinamos que la decisión del General Eisenhower pudo haber
tenido el efecto anticipado por el militar en la medida en que en esos días,
en Buchenwald, los espectadores podían realizar cientos de inferencias inductivas
inmediatas y mediatas, basadas en múltiples datos —cadáveres,
13
Alfred Schütz, “Symbol, Reality, and Society”, Collected Papers, The Hague:
Martinus Nijhoff, 1962, pp. 285, 296 y s.
14
Richard E. Palmer, Hermeneutics, Evanston: Northwestern University Press,
1972, p. 18.
15
D.D. Eisenhower, Crusade in Europe, New York: Doubleday, 1948, p. 409.
Citado por Shermer y Grobman, pp. 19 y s. Favor de ver también: Michael
Berenbaum, Witness to the Holocaust, New York: Harper Collins, 1997, pp. 305
y ss. y David A. Hackett, The Buchenwald Report, Boulder: Westview Press,
1999, pp. 6, 9-12.
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •