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EL CUERPO PERMEABLE...
En este sentido, el protagonista de la novela conjuga, a mi juicio, las
distintas dimensiones de lo que Díaz Quiñones llama “el arte de bregar”:
este verbo tan puertorriqueño cuyo uso ha sido analizado por el crítico
puertorriqueño, no significa sólo “trabajar”, sino también refiere al amor
carnal. 17 “Bregar” es un verbo polisémico que refleja bien el carácter polifacético
del Caribe; creo que conviene recordar los significados básicos del
verbo fuera del contexto puertorriqueño, donde bregar significa, primero,
“reñir”, y, segundo, “luchar con dificultades y penalidades”. Por lo tanto,
este verbo expresa bien la situación conflictiva que afecta a los personajes
porque tienen que enfrentar varios contratiempos para sobrevivir. Ahora
bien, en Puerto Rico se usa en el contexto más positivo de un juego cuyo
fin es armonizar intereses y necesidades divergentes, y Quiñones lo describe
como “jugar sin saber de antemano cómo terminará el juego” y “sobrevivir
con cierta dignidad, aun cuando sea simulando teatralmente que se
ha resuelto algo” (Díaz Quiñones 2000:32). “Bregar” implica, pues, que se
finge o simula algo a fin de sobrevivir. Estas apariencias son importantes
tanto para Sirena como para Martha, que se cuidan en no mostrar sus emociones
al otro; se ponen incluso máscaras para esconder recíprocamente lo
que realmente sienten. Ya desde el principio del viaje, Sirena le reza a la
Virgen para que lo proteja, sin que Martha se dé cuenta de algo: “Pero en
el avión, ni la Martha le notó el nerviosismo. Veía musitando a la Serena,
pero jamás la pensó rezándole a Santa Clara, ni a la Virgen de la Caridad
del Cobre” (13). También Martha oculta sus nervios para Sirena: “Tenía
que controlarse, no dejarle ver a la Sirena que a ella también le temblaban
las canillas” (21).
Tomando en cuenta las anteriores consideraciones sobre el travestismo,
las alianzas dudosas, los juegos de intereses y de seducción que se observan
entre los personajes, no es de extrañar que la novela presente una imagen
problemática de la nación como una “gran familia”, la metáfora que ha
prevalecido en la literatura puertorriqueña a lo largo del siglo pasado. La
interpretación de la nación como una familia homogénea 18 ha sido ante
todo una preocupación del nacionalismo cultural.
y piratería, que se desarrolló al margen del Estado colonial. En esta zona era
primordial sobrevivir estableciendo varios juegos de roles en la vida cotidiana,
y de ponerse estratégicamente máscaras para negociar con el “otro”.
17
El verbo está ausente de la novela, con algunas excepciones (p.e. 119), obviamente
por razones comerciales; es interesante saber que etimológicamente
está vinculado al inglés to break, que no sólo significa “ruptura”, sino también
“fuga” (Díaz Quiñones 2000:43).
18
Según este mito, los descendientes de los hacendados criollos fueron destinados
a llevar una lucha patriótica para establecer un estado independiente gracias al
apoyo de las masas populares. Gelpí (1993) ha estudiado la relación estrecha
entre literatura y nacionalismo cultural en Puerto Rico.
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Vol. XX, Núm. x - xxxxx de 2005 • HOMINES •