Estado y Educación. Luis B. Prieto F..pdf - concursoscultca
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será perfecto, ya que los oficios y las tareas cambian con los constantes<br />
progresos.<br />
La noción de educación permanente y las que le precedieron de educación<br />
fundamental o de base extiende el ámbito del derecho a la educación<br />
para todos los hombres, sin distinción de edad. Lo importante es que quienes<br />
tienen el derecho adquieran la conciencia de él y se dispongan a ejercerlo.<br />
Pero la propia ignorancia hace a los hombres incapaces para conocer y<br />
reclamar sus derechos. Por otra parte el desarreglo constante del mundo<br />
cambia las condiciones de vida e incapacita al hombre para su autorrealización.<br />
Pero como dice Robert Montvalon “El cambio, la técnica, la sociedad<br />
han sacado al hombre de sus certezas. Sepamos, pues, que el cambio es la ley<br />
de nuestro espíritu, la técnica el instrumento de nuestra relación con la<br />
naturaleza, la sociedad el medio en que debe dilatarse nuestra libertad” 6 .Sin<br />
esa clara noción de situación el hombre estará perdido en su mundo. La<br />
educación podrá ayudarlo a encontrar el equilibrio y a enderezar el rumbo<br />
para la acción. De allí la necesidad de mantener un constante entrenamiento<br />
y una constante búsqueda del equilibrio.<br />
En relación con este derecho del hombre a la educación han nacido en<br />
América instituciones encargadas de realizarla porque nuestros países subdesarrollados<br />
sintieron la necesidad de formación de personal entrenado y<br />
con capacidad suficiente para intervenir en los cambios que la industria<br />
provoca.<br />
El artículo 123 de la Constitución Mexicana abrió el camino. Pero ya<br />
antes, en febrero de 1914, la pequeña República de Honduras 7 fijaba las<br />
pautas necesarias para la creación de un tipo de escuela en explotaciones y<br />
fábricas industriales, pero en uno y otro caso se trataba de escuelas primarias<br />
para los hijos de los trabajadores de la empresa que funcionaban fuera<br />
de los centros de población. Estas escuelas tienen antecedentes en la legislación<br />
española sobre las Encomiendas y en disposiciones aplicadas en Cuba<br />
6. R. de Montvalon. El analfabetismo, problema de subdesarrollo. Editorial Nova Terra,<br />
Barcelona 1967, pág. 122.<br />
7. Véase <strong>Luis</strong> B. <strong>Prieto</strong> F. La Colaboración Privada en la <strong>Educación</strong> Popular Americana.<br />
Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1959, págs. 82 y sgts.<br />
LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA 199