investigación sobre la vida de jesús - bibliotecacatolicadigital.org
investigación sobre la vida de jesús - bibliotecacatolicadigital.org
investigación sobre la vida de jesús - bibliotecacatolicadigital.org
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
hasta sus últimos <strong>de</strong>talles los presupuestos <strong>de</strong>l judaísmo tardío 56. Frente adicha corriente, los autores citados tendrían que atacar precisamente <strong>la</strong> ampliainvestigación previa, a <strong>la</strong> que no parece dar ninguna importancia. Por elloprefieren contentarse con afirmar en términos generales que es preciso partir<strong>de</strong> <strong>la</strong> no historicidad <strong>de</strong> los Evangelios. No se percatan <strong>de</strong> que una afirmaciónasí no tiene más valor que una simple opinión, y nada más. En lugar <strong>de</strong>presentar los fundamentos <strong>sobre</strong> los que preten<strong>de</strong>n construir su propiahipótesis, se ponen a levantar sin más el edificio.Mientras llevan a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte su trabajo, recurren a uno <strong>de</strong> los errores más significativos<strong>de</strong> los teólogos mo<strong>de</strong>rnos. Y así preten<strong>de</strong>n distinguir grupos narrativosmás antiguos y más recientes, pero sin explicar con qué <strong>de</strong>recho actúanasí. Smith llega a hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> un Marcos primigenio.Si fueran consecuentes, no podrían aceptar que en los re<strong>la</strong>tos se aluda apersonajes históricos. Pero Juan Bautista les crea dificulta<strong>de</strong>s. Smith y Robertsonestán dispuestos a dar crédito a su existencia histórica; dan <strong>la</strong> impresión<strong>de</strong> no darse cuenta <strong>de</strong> que, al hacerlo, ponen en peligro <strong>la</strong>s bases <strong>de</strong> supropia teoría, pues, aceptada <strong>la</strong> historicidad <strong>de</strong>l Bautista se p<strong>la</strong>teará inmediatamente<strong>la</strong> pregunta <strong>de</strong> por qué Jesús, que se presenta con una predicaciónidéntica a <strong>la</strong> <strong>de</strong> Juan, no pue<strong>de</strong> ser un personaje tan histórico como aquél.Cuando uno lee a Smith echa <strong>de</strong> menos <strong>la</strong> lógica. A Pedro y a Juan los consi<strong>de</strong>rapersonajes históricos. Por el contrario, Juan <strong>de</strong>be ser una figura simbólica,encarnación <strong>de</strong>l judaísmo.La situación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>tractors <strong>de</strong> <strong>la</strong> historicidad <strong>de</strong> Jesús resulta tremendamente<strong>de</strong>sfavorable, hab<strong>la</strong>ndo en términos formales, por el simple hecho <strong>de</strong><strong>la</strong>s notables diferencias que se manifiestan en los distintos autores a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong>explicar <strong>la</strong>s cosas. Robertson encuentra mitos por todas partes; Smith preten<strong>de</strong>interpretar simbólicamente enteros re<strong>la</strong>tos.Una postura intermedia resulta imposible. La interpretación <strong>de</strong> un autorcontradice a <strong>la</strong> <strong>de</strong>l otro. La teología mo<strong>de</strong>rna ha cometido ciertamente muchoserrores y ha <strong>de</strong>jado muchos f<strong>la</strong>ncos <strong>de</strong>scubiertos; pero sus representantesson unánimes en los principios básicos <strong>de</strong> <strong>la</strong> interpretación. La afirmación <strong>de</strong><strong>la</strong> historicidad <strong>de</strong> Jesús presenta, sólo por este hecho, más ventajas que su negación.Las interpretaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle no son capaces <strong>de</strong> mejorar <strong>la</strong>s perspectivas<strong>de</strong> quienes niegan <strong>la</strong> historicidad <strong>de</strong> Jesús. Para po<strong>de</strong>r explicar <strong>la</strong> interpretaciónmitológica, Robertson se ve obligado a suponer que ciertos dramas mistéricos,<strong>de</strong> los que no existe ningún testimonio, y ciertas representaciones plásticas<strong>de</strong> historias místicas, todos ellos mal interpretados, habrían dado origen alos re<strong>la</strong>tos evangélicos y que, por consiguiente, a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> interpretar estos56 En su Christianity and Mythologv(21910) J.M. Robertson, <strong>de</strong>dica sólo unas líneas a lospuntos <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> escatología consecuente. Reconoce su importancia crítica; pero, dado queesta corriente opera con el presupuesto racionalista <strong>de</strong> <strong>la</strong> historicidad <strong>de</strong> Jesús, el autor consi<strong>de</strong>rainnecesario entab<strong>la</strong>r con dicha corriente un <strong>de</strong>bate más <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>do.