investigación sobre la vida de jesús - bibliotecacatolicadigital.org
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así un muerto o alguien que hubiera sido arrebatado <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra; también podíavolver así a <strong>la</strong> tierra alguien que no hubiera estado antes en el<strong>la</strong>». Dalmanpiensa, sin embargo, que <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> transformación y el cambio <strong>de</strong> lugar nopue<strong>de</strong>n aceptarse en el caso <strong>de</strong> Jesús; por ello intenta reducir ad absurdum <strong>la</strong>interpretación escatológica <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>nominación «Hijo <strong>de</strong>l Hombre».¿Por qué esta reducción? Si Jesús, presente en <strong>la</strong> tierra corporalmente,promete a sus discípulos que <strong>la</strong> parusía <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l Hombre va a tener lugaren una época no muy lejana y hace esa promesa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia tácita <strong>de</strong>que quien se va a manifestar como Hijo <strong>de</strong>l Hombre es él mismo, es precisoque imagine a<strong>de</strong>más que, antes <strong>de</strong> esa manifestación, él iba a ser <strong>sobre</strong>naturalmentetransformado y que se ocultaría a los ojos <strong>de</strong> los hombres. La fe <strong>de</strong>Jesús en <strong>la</strong> irrupción inmediata <strong>de</strong> <strong>la</strong> escatología lo obligaba a pensarse a símismo en dos estados diferentes: el estado actual y el futuro; el paso <strong>de</strong>l primeroal segundo tendría lugar cuando irrumpiera el mundo <strong>sobre</strong>natural. Porotra parte, uno <strong>de</strong>scubre que en el camino hacia Jerusalén los discípulos manifestaroncierta preocupación por saber qué iba a significar para ellos esatransformación; por ello discutían <strong>sobre</strong> quién iba a ocupar el rango más elevado(Mc 9,33); Santiago y Juan preten<strong>de</strong>n, por su parte, que Jesús les prometaya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora que se sentarán en dos tronos, uno a su <strong>de</strong>recha y otro asu izquierda (Mc 10,35-37).Jesús no les reprocha que se hagan esas ilusiones; se limita a instruirlosacerca <strong>de</strong>l servicio, <strong>la</strong> humildad y los sufrimientos que tendrán que pasar eneste eón para po<strong>de</strong>r tener <strong>de</strong>recho a ocupar los lugares <strong>de</strong>seados en el eónfuturo; les dice a<strong>de</strong>más que, en último término, no es a él a quien toca conce<strong>de</strong>rlessentarse a su <strong>de</strong>recha o a su izquierda; tales lugares serán ot<strong>org</strong>ados aaquellos para quien se hallen dispuestos; entre éstos no se cuenta posiblementeninguno <strong>de</strong> los discípulos (Mc 10,40). En este punto concreto, <strong>la</strong> sabiduríay el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Jesús están penetradas y limitadas por <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> pre<strong>de</strong>stinación,estrechamente vincu<strong>la</strong>da a <strong>la</strong> escatología.Ahora bien, es completamente falso hab<strong>la</strong>r, como hace <strong>la</strong> teología mo<strong>de</strong>rna,<strong>de</strong> que el servicio es <strong>la</strong> «nueva ética <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Dios». Para Jesús nohay una ética <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Dios, pues en él se suprimen todas <strong>la</strong>s circunstanciasinherentes a <strong>la</strong> naturaleza, incluso <strong>la</strong>s diferencias sexuales (Mc 12,25); enel reino no habrá ya tentación ni pecado. Todo se reduce a «reinar», reinar <strong>de</strong>acuerdo con un rango (Jesús hab<strong>la</strong> incluso <strong>de</strong>l «más pequeño en el reino <strong>de</strong>los cielos»), al que el individuo ha sido pre<strong>de</strong>stinado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> toda <strong>la</strong> eternidad ypara cuya posesión en el reino futuro se ha acreditado él mismo a través <strong>de</strong> suhumil<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> renuncia al po<strong>de</strong>r en el eón terreno. Por esta razón preguntaJesús a los Zebe<strong>de</strong>os si ese <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> sentarse a su <strong>de</strong>recha o a su izquierda estal que les da <strong>la</strong> fortaleza suficiente para beber el cáliz que él va a beber y serbautizados con el bautismo que él va a recibir (Mc 10,38). Servicio, humil<strong>la</strong>ción,persecuciones y aceptación <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte pertenecen, junto con <strong>la</strong> penitencia,a <strong>la</strong> «ética <strong>de</strong> <strong>la</strong> interinidad». Son una forma superior <strong>de</strong> esa ética.