del aprendizaje
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grupo y el <strong>aprendizaje</strong> individual, así como para<br />
promover el éxito <strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong>. Específicamente,<br />
si uno observa solamente los resultados<br />
<strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong> tradicional, los métodos de instrucción<br />
basados en la indagación y los tradicionales<br />
parece que ofrecen resultados similares.<br />
Se encuentran ventajas para el <strong>aprendizaje</strong> basado<br />
en la indagación cuando las evaluaciones<br />
requieren el uso <strong>del</strong> conocimiento y miden la<br />
calidad <strong>del</strong> razonamiento. Por lo tanto, también<br />
asumimos el debate en torno a la “evaluación <strong>del</strong><br />
desempeño” y su rol en el apoyo y la evaluación<br />
<strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong> significativo.<br />
Perspectiva histórica <strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong><br />
basado en la indagación<br />
La familia de enfoques “basados en la indagación”<br />
incluye el <strong>aprendizaje</strong> basado en proyectos, el<br />
<strong>aprendizaje</strong> basado en el diseño y el <strong>aprendizaje</strong><br />
basado en problemas. Los proyectos, propuestos<br />
como medios para hacer la educación escolar más útil<br />
y fácilmente aplicable en el mundo, se popularizaron<br />
por primera vez en la primera mitad de siglo en EE.<br />
UU. El término “proyecto” representaba una amplia<br />
clase de experiencias de <strong>aprendizaje</strong>. Por ejemplo,<br />
en los primeros trabajos uno ve la etiqueta aplicada<br />
a actividades tan diversas como confeccionar un<br />
vestido, observar una araña hilar una tela de araña o<br />
escribir una carta. La idea clave tras tales proyectos<br />
era que el <strong>aprendizaje</strong> se consolidaba cuando “el<br />
propósito estaba presente en toda su plenitud”<br />
(Kilpatrick, 1918).<br />
El entusiasmo y la creencia en la eficacia de tales<br />
enfoques en el <strong>aprendizaje</strong> de niños en edad de escolarización<br />
ha sufrido altibajos, porque durante mucho<br />
tiempo el <strong>aprendizaje</strong> basado en proyectos se ha<br />
rechazado por ser demasiado poco estructurado, lo<br />
que ha provocado que se vuelva continuamente a la<br />
educación tradicional; o porque los encargados de<br />
formular políticas han asumido que los proyectos aplicados<br />
son necesarios solo para la formación vocacional<br />
o técnica. Los críticos <strong>del</strong> movimiento progresista<br />
argumentaban que los enfoques <strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong> por<br />
descubrimiento conducían al “hacer por hacer” más<br />
que a hacer para aprender. Existe un consenso cada<br />
vez mayor en cuanto que los problemas y los proyectos<br />
auténticos ofrecen oportunidades únicas para<br />
el <strong>aprendizaje</strong>, pero que la autenticidad por sí misma<br />
no garantiza el <strong>aprendizaje</strong> (Barron y otros, 1998; Thomas,<br />
2000).<br />
Es fundamental la manera en que se aplican estos<br />
enfoques complejos. Por ejemplo, varios estudios<br />
sobre las reformas de currículos de los años posteriores<br />
al Sputnik revelaron que iniciativas que usaban<br />
los enfoques basados en la indagación (típicamente<br />
llamados “<strong>aprendizaje</strong> por descubrimiento” o <strong>aprendizaje</strong><br />
por proyectos) alcanzaban logros comparables<br />
en pruebas de capacidades básicas, mientras que<br />
contribuían de mayor manera al desarrollo de las capacidades<br />
de resolución de problemas, la curiosidad,<br />
la creatividad, la independencia y a los sentimientos<br />
positivos que los estudiantes tenían sobre la escuela<br />
(Horwitz, 1979; Peterson, 1979; Mckeachie y Kulik,<br />
1975; Soar, 1977; Dunkin y Biddle, 1974; Glass y<br />
otros, 1977; Good y Brophy, 1986; Resnick, 1987).<br />
Esta clase de enseñanza orientada al sentido —la<br />
cual se consideraba apropiada solamente para los<br />
estudiantes de alto rendimiento seleccionados— demostró<br />
ser más eficaz que la enseñanza memorística<br />
para estudiantes en una amplia gama de niveles<br />
iniciales de logro, ingresos familiares y antecedentes<br />
culturales y lingüísticos (Garcia, 1993; Knapp, 1995;<br />
Braddock y Mcpartland, 1993).<br />
Sin embargo, las nuevas iniciativas <strong>del</strong> currículo<br />
centradas en la indagación y que usaban estrategias<br />
educativas complejas, promovieron más a menudo<br />
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