del aprendizaje
2aGaJxc
2aGaJxc
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Interesa destacar que las tres revoluciones educativas<br />
que precedieron a la presente son de distinto<br />
orden, y también que la secuencia de su aparición<br />
evidencia el aceleramiento de la historia. La primera,<br />
el surgimiento de la escuela, es de larga gestación, ya<br />
que empieza con las escuelas conventuales en el siglo<br />
XII y culmina con la aparición de la Didáctica Magna<br />
de Comenio, a mediados <strong>del</strong> siglo XV. Se trata de una<br />
revolución de corte pedagógico-didáctico en la cual<br />
el centro está, como dice Brunner, en la explicitación<br />
de cuál es la adecuada tecnología de producción de<br />
educación. La segunda revolución, el surgimiento<br />
de los sistemas escolares, ocurre a fines <strong>del</strong> siglo<br />
XIX y comienzo <strong>del</strong> siglo XX. Es una revolución en la<br />
que cambia el lugar de la educación en la sociedad,<br />
que se transforma así en una estrategia para la<br />
sustentabilidad política de la modernidad. Pero no<br />
introduce fuertes novedades en la tecnología de la<br />
enseñanza: el aula y sus procedimientos, la escuela<br />
y sus rutinas, siguen siendo marcadas por el formato<br />
Comenio. La tercera revolución, la masividad de<br />
la educación, tiene lugar en la segunda mitad <strong>del</strong><br />
siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, y<br />
se asienta en el desarrollo <strong>del</strong> Estado de Bienestar<br />
que reconoce el derecho de todos a la educación<br />
entendido como la ‘igualdad de oportunidades’<br />
en el acceso, que significa la existencia de una<br />
vacante en una escuela para todo niño o joven que lo<br />
requiera. Pero nuevamente hay que reconocer que la<br />
tecnología base de producción de educación (el aula y<br />
las escuelas) queda incólume, aunque degradada por<br />
el desborde que constituye el incremento numérico<br />
al que se ve sometido. Nos encontramos así con<br />
la cuarta revolución, la que se vive en el presente,<br />
en la cual lo que está en discusión es mucho más<br />
que la tecnología de la enseñanza, que también se<br />
discute. Hoy lo que está claro es que, más allá de lo<br />
formal, la crisis educativa llega hasta lo más central<br />
de la propuesta. “En efecto, está en curso una<br />
profunda transformación, de alcance mundial, a cuya<br />
base se encuentra un nuevo paradigma organizado<br />
en torno a las nuevas tecnologías de información y<br />
comunicación” (Brunner, 2000:9) y, en consecuencia,<br />
el mo<strong>del</strong>o de conocimiento que estas tecnologías<br />
conllevan.<br />
Detengámonos un poco en la segunda revolución, la<br />
que marca el surgimiento de los sistemas escolares,<br />
esos que hoy son tan difíciles de cambiar. Esta<br />
revolución agregó al valor pedagógico de la escuela, el<br />
valor político de ser una herramienta para la constitución<br />
<strong>del</strong> Estado. Así como “la tecnología de la instituciónescuela,<br />
por así decir, viene en efecto a poner fin a<br />
una enseñanza de tipo clásico estrechamente ligada<br />
a un estilo de vida aristocrático” (Brunner, 2003:<br />
12), la tecnología de los sistemas escolares viene<br />
a apalancar el proceso de inclusión de los países<br />
en la globalización <strong>del</strong> momento, y ello a través de<br />
dos aspectos complementarios: la sustentabilidad<br />
de la nueva institucionalidad política, que sustituye<br />
al súbdito por el ciudadano; y la sustentabilidad <strong>del</strong><br />
nuevo orden económico, que sustituye al trabajador<br />
agrícola por el obrero industrial. La herramienta de<br />
la que se vale para hacerlo tiene que ver con el tipo<br />
de conocimiento que se distribuye desde el sistema<br />
escolar: la nueva ciencia experimental producto de la<br />
Revolución Científica.<br />
La Revolución Científica representa un punto crucial<br />
en la moderna civilización occidental ya que con ella<br />
se echó por tierra la visión medieval y ptolemaicoaristotélica<br />
<strong>del</strong> mundo y se llegó a una nueva visión<br />
<strong>del</strong> universo: el sol en el centro, los planetas como<br />
cuerpos materiales girando alrededor <strong>del</strong> astro<br />
en órbitas elípticas y un mundo infinito, más que<br />
finito. El desarrollo de un método basado en la<br />
ciencia favoreció la obra de los científicos, al tiempo<br />
que la creación de sociedades y publicaciones<br />
especializadas difundía sus resultados. A pesar de los<br />
conflictos que se sucedieron nada pudo detener la<br />
La naturaleza <strong>del</strong> <strong>aprendizaje</strong>: Usando la investigación para inspirar la práctica 255