03.06.2019 Views

Cementerio de animales - Stephen King

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sacudiéndose la tierra <strong>de</strong> las rodillas. Ahora las veía más claramente y distinguía<br />

las piedras esparcidas. Pero Jud puso buen cuidado en que para construir su<br />

« cairn» utilizara sólo las piedras que había sacado <strong>de</strong> la fosa excavada por él<br />

mismo.<br />

—Ajá —dijo Jud—. Ya te dije que el lugar era muy viejo.<br />

—¿Hemos terminado y a?<br />

—Ajá. —Dio a Louis una palmada en un hombro—. Has hecho un buen<br />

trabajo, Louis. Estaba seguro. Vamos a casa.<br />

—Jud… —empezó Louis. Pero el viejo y a iba hacia la escalera, con el pico<br />

en la mano. Louis recogió la pala y tuvo que trotar para darle alcance. Luego,<br />

prefirió reservarse el aliento para caminar. Miró atrás una vez, pero el cairn que<br />

marcaba la tumba <strong>de</strong>l gato <strong>de</strong> su hija se había diluido en la oscuridad.<br />

« Fue como pasar la película al revés» , pensó Louis un rato <strong>de</strong>spués, cuando<br />

salieron <strong>de</strong>l bosque a la explanada situada <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> su casa. No sabía cuánto<br />

tiempo habían estado fuera. Se había quitado el reloj cuando se acostó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

comer, y lo <strong>de</strong>jó en el alféizar <strong>de</strong> la ventana, al lado <strong>de</strong> la cama. Sólo sabía que<br />

estaba reventado, molido. No recordaba haberse sentido tan cansado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

primer día que trabajó con una cuadrilla <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> limpieza <strong>de</strong> Chicago un<br />

verano, hacía dieciséis o diecisiete años.<br />

Regresaron por el mismo camino, pero Louis recordaba muy poco <strong>de</strong>l<br />

tray ecto. Había tropezado cuando cruzaban el montón <strong>de</strong> troncos, eso lo<br />

recordaba: salió disparado hacia a<strong>de</strong>lante y, absurdamente, le vino a la memoria<br />

una frase <strong>de</strong> « Peter Pan» : « Oh, Jesús, <strong>de</strong>jé escapar mis alegres pensamientos y<br />

ahora me caigo» , pero allí estaba la mano <strong>de</strong> Jud, firme y recia, e instantes<br />

<strong>de</strong>spués pasaban junto a la última morada <strong>de</strong>l gato « Smucky » , <strong>de</strong> « Trixie» y<br />

<strong>de</strong> « Marta, nuestra conejita» y entraban en el sen<strong>de</strong>ro que Louis recorriera no<br />

sólo con Jud, sino con toda su familia.<br />

Le parecía ahora que, casi insensiblemente, había tenido presente el sueño <strong>de</strong><br />

Víctor Pascow que provocó su episodio <strong>de</strong> sonambulismo, pero sin encontrar<br />

ningún punto <strong>de</strong> enlace entre aquel paseo y la expedición <strong>de</strong> hoy. También<br />

comprendía que la aventura había sido peligrosa, realmente peligrosa. Y lo <strong>de</strong><br />

menos era que se hubiera llagado las manos mientras se hallaba en un estado casi<br />

<strong>de</strong> sonambulismo. Podía haberse matado al pasar por los troncos. Podían haberse<br />

matado los dos. Costaba trabajo asociar semejante conducta con la sensatez. El<br />

estado <strong>de</strong> agotamiento en que se encontraba, lo atribuía al aturdimiento y al<br />

disgusto causado por la muerte <strong>de</strong> un animal querido <strong>de</strong> toda la familia.<br />

Y, al cabo <strong>de</strong> un rato, ya estaban otra vez en casa.<br />

Juntos se acercaron a la casa, sin <strong>de</strong>cir nada, y se pararon en la entrada <strong>de</strong><br />

coches. El viento rugía y silbaba. Sin una palabra, Louis tendió el pico a Jud.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!