03.06.2019 Views

Cementerio de animales - Stephen King

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

14<br />

Las cosas no empezaron a calmarse hasta casi las cuatro <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> que Louis y Richard Irving, jefe <strong>de</strong> Seguridad <strong>de</strong>l « campus» , hicieran una<br />

<strong>de</strong>claración a la prensa. El joven Víctor Pascow estaba haciendo « jogging» con<br />

otras dos personas, una <strong>de</strong> ellas, su novia. Un automóvil conducido por Tremont<br />

Withers, <strong>de</strong> veintitrés años, <strong>de</strong> Haven, Maine, que circulaba a velocidad excesiva<br />

por la avenida proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Gimnasio Femenino Lengy ll en dirección al centro<br />

<strong>de</strong>l « campus» , embistió a Pascow y lo lanzó contra un árbol. Pascow fue<br />

llevado a la enfermería en una manta por sus amigos y dos transeúntes y murió<br />

diez minutos <strong>de</strong>spués. Withers estaba <strong>de</strong>tenido. Podrían formulársele cargos por<br />

conducción temeraria, conducción en estado <strong>de</strong> embriaguez y homicidio por<br />

impru<strong>de</strong>ncia.<br />

El redactor <strong>de</strong>l periódico universitario preguntó si podía <strong>de</strong>cir que Pascow<br />

había muerto a consecuencia <strong>de</strong> las heridas recibidas en la cabeza. Louis,<br />

pensando en aquella ventana rota por la que se veía el cerebro, dijo que era el<br />

forense <strong>de</strong>l condado <strong>de</strong> Penobscot quien <strong>de</strong>bía dictaminar las causas <strong>de</strong> la<br />

muerte. El redactor preguntó entonces si las cuatro personas que habían<br />

transportado a Pascow en la manta no le habrían producido la muerte<br />

involuntariamente.<br />

—No —respondió Louis, contento por tener la oportunidad <strong>de</strong> eximir <strong>de</strong> culpa<br />

a aquellos cuatro jóvenes que habían actuado rápida y humanitariamente—. En<br />

absoluto. En mi opinión, la herida que recibió Mr. Pascow era mortal <strong>de</strong><br />

necesidad.<br />

Se hicieron varias preguntas más, pero en realidad esta respuesta puso fin a la<br />

rueda <strong>de</strong> prensa. Ahora Louis estaba sentado en su <strong>de</strong>spacho (Steve Masterton se<br />

había ido a casa hacía una hora, inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la rueda <strong>de</strong> prensa:<br />

para verse en las noticias <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, según sospechaba Louis) tratando <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spachar el trabajo <strong>de</strong>l día, o quizá <strong>de</strong> recubrirlo <strong>de</strong> una capa <strong>de</strong> rutina. Él y la<br />

Charlton repasaban las fichas <strong>de</strong> la carpeta Uno: las <strong>de</strong> los estudiantes que se<br />

esforzaban por cursar una carrera a pesar <strong>de</strong> alguna incapacidad física. En la<br />

primera carpeta había veintitrés diabéticos, quince epilépticos, catorce<br />

parapléjicos y varios casos <strong>de</strong> leucemia, parálisis cerebral y distrofia muscular,<br />

dos ciegos, dos mudos y un enfermo <strong>de</strong> anemia celular, una variedad que Louis<br />

ni siquiera había visto.<br />

Quizá el peor momento <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> fue cuando, poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que se fuera<br />

Steve, entró la Charlton y <strong>de</strong>jó un volante rosa en el escritorio <strong>de</strong> Louis.<br />

« Alfombras Bangor vendrán mañana a las 9.00.»<br />

—¿Alfombras? —preguntó él.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!