03.06.2019 Views

Cementerio de animales - Stephen King

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

atería <strong>de</strong> ese cementerio indio subsiste. Y su po<strong>de</strong>r aumenta, dijo Jud, y tenía<br />

razón, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, y ahora tú formas parte <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r. Porque se ha cebado en<br />

tu dolor… Más aún, se ha duplicado, se ha triplicado, se ha multiplicado hasta el<br />

infinito. Pero no sólo se alimenta <strong>de</strong> dolor. También ha <strong>de</strong>vorado tu razón. Y la<br />

brecha fue la falta <strong>de</strong> conformidad, algo muy corriente. Te ha costado a tu mujer<br />

y te ha costado también a tu mejor amigo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> tu hijo. Ni más ni menos.<br />

Cuando te <strong>de</strong>scuidas y tardas más <strong>de</strong> la cuenta en ahuy entar lo que viene a<br />

llamar a tu puerta en plena noche, lo que te encuentras es esto: la oscuridad<br />

total» .<br />

« Ahora <strong>de</strong>bería suicidarme —pensó—, y seguramente estará en el<br />

programa, ¿no? Tengo el equipo en el maletín. Todo ha estado muy bien traído<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio. El cementerio indio, el “wendigo”, lo que sea, obligó al gato a<br />

salir a la carretera, y tal vez obligó también a Gage, y trajo a casa a Rachel,<br />

pero, eso sí, cada cosa en su momento. Sin duda está previsto que me suici<strong>de</strong>… y<br />

las ganas no me faltan» .<br />

« Pero antes hay que <strong>de</strong>jar las cosas bien arregladas, ¿no?» .<br />

Tenía que ocuparse <strong>de</strong> Gage. Gage andaba por ahí. En algún sitio.<br />

Siguió las huellas por el comedor, la sala y la escalera. Allí estaban borrosas<br />

porque él las pisó al bajar, sin darse cuenta. Entraban en el dormitorio. « Ha<br />

estado aquí —pensó Louis, sorprendido—. Aquí mismo» . Y entonces vio el<br />

maletín abierto.<br />

Su contenido, que él mantenía siempre minuciosamente or<strong>de</strong>nado, estaba<br />

revuelto. Pero Louis no tardó en <strong>de</strong>scubrir que faltaba el bisturí, y se cubrió la<br />

cara con las manos, y se quedó un rato sentado en la cama, gimiendo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sesperación.<br />

Luego, volvió a abrir el maletín y se puso a buscar.<br />

Otra vez abajo.<br />

El chasquido <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spensa al abrirse. El <strong>de</strong> un armario que se<br />

abría y se cerraba. El zumbido <strong>de</strong>l abrelatas eléctrico. Por último, la puerta <strong>de</strong>l<br />

garaje. Y la casa quedó vacía al sol <strong>de</strong> may o, tan vacía como aquel día <strong>de</strong> agosto<br />

<strong>de</strong>l año anterior, en que esperaba a sus nuevos ocupantes… Como esperaría a<br />

otros en el futuro. Tal vez, una pareja <strong>de</strong> recién casados sin hijos (pero con<br />

ilusiones y proyectos). Una pareja joven y brillante que bebería vino Mondavi y<br />

cerveza Löwenbräu. Él podría ser el jefe <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> créditos <strong>de</strong>l Banco<br />

<strong>de</strong>l Nor<strong>de</strong>ste y ella, diplomada en higiene <strong>de</strong>ntal o con tres años <strong>de</strong> práctica <strong>de</strong><br />

ayudante <strong>de</strong>l optometrista. Él cortaría leña para la chimenea y ella llevaría<br />

pantalón <strong>de</strong> pana con peto y recogería hierbas <strong>de</strong> otoño en el campo <strong>de</strong> Mrs.<br />

Vinton, para hacer un centro <strong>de</strong> mesa, con el pelo peinado con cola <strong>de</strong> caballo,<br />

una nota luminosa bajo el cielo gris, totalmente ajena al buitre invisible que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!