03.06.2019 Views

Cementerio de animales - Stephen King

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

54<br />

Rachel Creed <strong>de</strong>jó atrás el letrero que <strong>de</strong>cía: SALIDA 8. PORTLAND<br />

WESTBROOK, puso el intermitente y condujo el Chevette <strong>de</strong> la Avis hacia la<br />

rampa <strong>de</strong> salida. Distinguía claramente el rótulo ver<strong>de</strong> <strong>de</strong> un Holiday Inn<br />

recortándose sobre el cielo nocturno. Una cama, <strong>de</strong>scanso. Poner fin a aquella<br />

tensión dolorosa e inexplicable. Y poner fin también —momentáneamente al<br />

menos— a su aflicción por la pérdida <strong>de</strong> su hijo. Ella comparaba aquella pena a<br />

lo que se siente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una extracción <strong>de</strong>ntaria múltiple. Al principio, el dolor<br />

está dormido, pero notas su presencia; está agazapado como un gato, dispuesto a<br />

saltar sobre ti. Y cuando se te pasa el efecto <strong>de</strong> la novocaína, ah, amigo, no<br />

quedas <strong>de</strong>fraudado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego.<br />

« Él dijo que había sido enviado a avisar…, pero que no podía intervenir. Dijo<br />

que estaba cerca <strong>de</strong> papá, porque se encontraban juntos cuando su alma fue<br />

<strong>de</strong>sencarnada» .<br />

« Jud sabe algo, pero no quiere <strong>de</strong>círmelo. Ocurre algo, sí, pero…, ¿qué?» .<br />

« ¿Suicidio? ¿Louis, suicidarse? No; no lo creo. Pero estaba mintiendo, se le<br />

notaba en los ojos… Oh, mierda, lo tenía escrito en la cara, así como si quisiera<br />

que me diera cuenta… y le disuadiera…, porque una parte <strong>de</strong> él tenía miedo,<br />

mucho miedo… ¿Miedo, Louis? ¡Él nunca tiene miedo!» .<br />

Rachel dio un brusco golpe <strong>de</strong> volante hacia la izquierda y el Chevette<br />

respondió con todo el brío <strong>de</strong> los coches pequeños entre un chirrido <strong>de</strong><br />

neumáticos. Rachel pensó que iba a volcar. Pero no fue así y, segundos <strong>de</strong>spués,<br />

volvía a circular hacia el norte. Atrás quedaban la Salida 8 y el rótulo invitador<br />

<strong>de</strong>l Holiday Inn. Apareció un nuevo indicador. Las letras fosforescentes<br />

parpa<strong>de</strong>aban en la oscuridad. PRÓXIMA SALIDA CARRETERA 12<br />

CUMBERLAND CUMBERLAND CENTRO JERUSALEM’S LOT FALMOUTH<br />

FALMOUTH EXTRARRADIO. « Jerusalem’s Lot —pensó Rachel distraídamente<br />

—, qué nombre tan raro. No sé por qué, no resulta agradable… Ven a dormir a<br />

Jerusalem [8] » .<br />

Pero esta noche no dormiría. A pesar <strong>de</strong> la recomendación <strong>de</strong> Jud, estaba<br />

<strong>de</strong>cidida a seguir el viaje. Jud sabía lo que ocurriría y le había prometido<br />

solucionarlo; pero el hombre tenía ochenta y tantos años y hacía tres meses que<br />

había perdido a su mujer. Ella no confiaba en Jud. Nunca <strong>de</strong>bió consentir que<br />

Louis la sacara <strong>de</strong> casa <strong>de</strong> aquel modo, pero la muerte <strong>de</strong> Gage le había<br />

<strong>de</strong>bilitado la voluntad. Y Ellie, con la foto <strong>de</strong> Gage, siempre en la mano y su<br />

carita <strong>de</strong> angustia… era la cara <strong>de</strong> una criatura que acaba <strong>de</strong> escapar <strong>de</strong> un<br />

tornado o <strong>de</strong> un repentino bombar<strong>de</strong>o bajo un cielo claro y azul. Hubo<br />

momentos, durante aquellas largas horas <strong>de</strong> insomnio, en los que <strong>de</strong>seó odiar a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!