03.04.2013 Views

Volumen VI - Novela - Banco de Reservas

Volumen VI - Novela - Banco de Reservas

Volumen VI - Novela - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

jUAN bOSCH | LA MAÑOSA<br />

subir un ligero <strong>de</strong>snivel, los vimos irse apagando en el camino. Momón iba alto en hombros,<br />

casi pegado al cielo que empezaba a ennegrecer.<br />

<strong>VI</strong><br />

A menudo se quejaba el viejo Dimas:<br />

—borracho; ha venido borracho…<br />

El viejo Dimas no era hombre <strong>de</strong> vivir lamentándose; pero se quejaba porque ya no resistía.<br />

Aguantó callado que le reclutaran los hijos; soportó impasiblemente la noticia <strong>de</strong> que<br />

le habían herido uno; sólo él y Dios sabían cuántas lágrimas tuvo que tragarse cuando se<br />

encerraba a solas en el bohío, ignorando la suerte <strong>de</strong> los muchachos. Todo lo había sufrido<br />

con paciencia; ¡pero hubiera preferido ver al hijo muerto y no borracho!<br />

—Eso se le irá quitando, Dimas –<strong>de</strong>cían en casa para consolarle.<br />

El negaba con gestos y miraba hacia los rincones.<br />

—No lo <strong>de</strong>ja; y horita le pier<strong>de</strong> el gusto al trabajo, y el hombre que no trabaja roba,<br />

porque si no ¿cómo vive?<br />

Sus razones tenía. El hijo andaba rondando por las pulperías lejanas, <strong>de</strong> mañana en Pedregal,<br />

<strong>de</strong> noche en jumunucú. No le dirigía la palabra al padre y se llevaba bien con ciertos<br />

amigazos <strong>de</strong> flaca fama, cuya vida consistía en esperar, sentados frente al mostrador <strong>de</strong> una<br />

pulpería, el paso <strong>de</strong> viandantes que entraran a comprar algo y les brindaran un trago.<br />

Al muchacho era milagro verle; no conservaba la apariencia limpia y cuidada <strong>de</strong> antes;<br />

ni tenía el aire ingenuo y simpático. Estuvo en casa una o dos veces, contando episodios<br />

<strong>de</strong> su corta vida militar, y el viejo Dimas no escondía el disgusto que le proporcionaba<br />

tenerle al lado.<br />

—Ahora veremos cómo sale el otro –<strong>de</strong>cía consolándose.<br />

“El otro”, según supimos, se había encariñado con la carabina y las costumbres <strong>de</strong>l<br />

pueblo.<br />

—Le va a ser difícil conseguirlo –comentaba Mero.<br />

—Asigún…<br />

—Ojalá le saliera general, Dimas –chanceaba papá–, a ver si lo saca a usté <strong>de</strong> apuros.<br />

—¿General? No, don Pepe; yo lo que quiero es que se dé hombre serio, como su taita.<br />

En esos trances <strong>de</strong> tiros lo que pue<strong>de</strong> sacar es lo que el pobre Momón.<br />

Poniendo la cara triste, mamá rogaba:<br />

—Dios lo tenga en la gloria.<br />

En la gloria… Yo pensaba: “En la gloria”. Sí, allí <strong>de</strong>bía estar Momón, en aquel paraje alto y<br />

lleno <strong>de</strong> luz que me <strong>de</strong>scribía madre, en aquel jardín lejano, don<strong>de</strong> las plantas florecían ángeles<br />

y don<strong>de</strong> músicas que yo era incapaz <strong>de</strong> materializarme resonaban día y noche. Allí <strong>de</strong>bía estar,<br />

sólo que se me hacía trabajoso figurarme a Momón entre santos vistosos, él, Momón, con sus<br />

pantalones remendados y <strong>de</strong>steñidos, con su barba crecida, con sus pies <strong>de</strong>scalzos.<br />

d<br />

¡Qué pesadas se hicieron las primas noches que siguieron a la muerte <strong>de</strong> Momón y a<br />

la vuelta <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Dimas! Las conversaciones se estancaban, <strong>de</strong>generaban en palabras<br />

lastimosas; todo se volvía suspirar y mugir como los becerros abandonados. A mí se me<br />

cargaba el corazón con un peso insoportable, me abrumaba el <strong>de</strong>sgaire con que se movían<br />

y hablaban los otros.<br />

457

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!