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Volumen VI - Novela - Banco de Reservas

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emanada <strong>de</strong> tan mezquinos orígenes, servida por jueces corrompidos, y que, antes <strong>de</strong> ser<br />

nombrados para sus cargos ya habían consentido en el compromiso <strong>de</strong> prevaricar, sirviendo<br />

las pasiones y los intereses <strong>de</strong> sus favorecedores contra los <strong>de</strong>l bando <strong>de</strong>l Almirante, daban<br />

harto motivo al justo resentimiento con que éste vio semejante barrera puesta en el camino<br />

<strong>de</strong> sus más legítimas aspiraciones.<br />

Tantos y tan duros reveses acabaron por hacer a Don Diego más recatado y circunspecto<br />

en todos sus actos. Aunque sostenía tenazmente sus representaciones al Rey, y por medio<br />

<strong>de</strong> sus po<strong>de</strong>rosas influencias en la corte, la totalidad <strong>de</strong> sus prerrogativas, no se atrevía ya<br />

a dar ningún paso <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia sin gran cautela.<br />

Estas adversas circunstancias favorecieron, por contraposición, sus miras <strong>de</strong> mantener a<br />

Diego Velázquez alejado <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> la colonia, en obsequio al reposo <strong>de</strong> ánimo, como a la<br />

quebrantada salud <strong>de</strong> María <strong>de</strong> Cuéllar; y en vano el Teniente Gobernador <strong>de</strong> las provincias<br />

<strong>de</strong>l Oeste, impaciente como enamorado, insistió tres, cuatro y más veces porque el Almirante<br />

lo autorizara a regresar a Santo Domingo. Diego Colón le respondía invariablemente que su<br />

situación política personal era muy <strong>de</strong>licada, y exigía mucho tiento y formalidad en todo;<br />

que por lo mismo continuara Velázquez atendiendo al buen or<strong>de</strong>n y gobierno <strong>de</strong> aquellas<br />

comarcas, mientras él, Diego Colón, trabajaba por conjurar aquella crisis, y recuperaba el<br />

mermado crédito, para po<strong>de</strong>r entonces llevar a <strong>de</strong>bida ejecución la empresa <strong>de</strong> Cuba. Así<br />

entretuvo a su teniente por largo tiempo, durante el cual ocurrieron otros sucesos <strong>de</strong> interés,<br />

que reclaman su lugar en estas páginas.<br />

XXIV. El or<strong>de</strong>nado<br />

MANUEL DE j. GALVÁN | ENRIQUILLO<br />

Muchos años hacía que el licenciado Don bartolomé <strong>de</strong> Las Casas estaba en perfecta aptitud<br />

para recibir las ór<strong>de</strong>nes sacerdotales. Sus anteriores estudios en Salamanca, la vivacidad<br />

<strong>de</strong> su talento, su espíritu observador y sagaz, todo contribuía a hacerlo uno <strong>de</strong> los hombres<br />

más instruidos <strong>de</strong> su tiempo, y más versados no solamente en las ciencias sagradas, sino<br />

también en las bellas letras, y práctico a<strong>de</strong>más en todos los ejercicios filosóficos <strong>de</strong>l humano<br />

entendimiento. Por mo<strong>de</strong>stia tal vez, tal vez por un vago presentimiento <strong>de</strong> lo incompatible<br />

que había <strong>de</strong> ser su carácter enérgico e in<strong>de</strong>pendiente con la disciplina eclesiástica, dando<br />

ocasión probablemente esa incompatibilidad a incesantes luchas y terribles disgustos, es lo<br />

cierto que había ido difiriendo su or<strong>de</strong>nación bajo razones más espaciosas que sólidas.<br />

Pero al cabo llegó un día –mediaba la primavera <strong>de</strong>l año mil quinientos diez– en que Las<br />

Casas, sintiendo su generoso espíritu estremecido y exaltado al calor <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la caridad<br />

que lo alentaban, y sus afectos blandamente acordados con el himno universal que la Naturaleza<br />

eleva a los cielos en esa época feliz <strong>de</strong>l año, en que la atmósfera es más diáfana, y el<br />

azul etéreo más puro, y las flores tienen más vivos colores y exhalan más fragantes aromas,<br />

puso término a sus vacilaciones, y resolvió fijar para aquel acto <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong> su existencia –su<br />

consagración a los altares–, un plazo <strong>de</strong> pocas semanas; el tiempo necesario para hacer sus<br />

preparativos y trasladarse a la ciudad <strong>de</strong> Concepción <strong>de</strong> la Vega, previo el aviso correspondiente<br />

a Diego Colón, que había <strong>de</strong> servirle <strong>de</strong> padrino en su primera misa.<br />

Quedó concertado entre ambos, Las Casas y el Almirante, que el primero se pusiera en<br />

marcha <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cuatro o seis días, para la dicha Concepción <strong>de</strong> la Vega, don<strong>de</strong> tenía su se<strong>de</strong><br />

episcopal el doctor Don Pedro juárez Deza, uno <strong>de</strong> los tres primeros prelados que fueron<br />

proveídos para las tres diócesis <strong>de</strong> la isla Española, y el único que llegó a tomar posesión <strong>de</strong><br />

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