11.05.2013 Views

Lectura previa

Lectura previa

Lectura previa

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

proyecto (al menos hasta principios del siglo XVIII en que la familia de los Borbones reemplaza a la casa de<br />

Austria).<br />

Carlos V heredó diversas coronas como resultado de matrimonios y alianzas entre las grandes dinastías,<br />

entre las familias gobernantes continentales. Las familias estaban, de alguna manera, por encima de los pueblos<br />

concretos. Carlos V se encontró con que gobernaba casi toda Europa (salvo Francia y Gran Bretaña) y los<br />

territorios americanos colonizados; es decir, un imperio universal.<br />

Se planteó entonces la necesidad de un Estado Universal, para todos los hombres, que contuviese a<br />

todas las naciones, que fuera cristiano, que unificara Europa, que colonizase América y se extendiese, incluso, al<br />

resto del mundo. En un momento histórico en que surgen las conciencias particulares, en que se comienzan a<br />

plasmar las naciones modernas, Carlos V rescató la idea de un Imperio Universal Cristiano.<br />

Un rasgo importante es que el gabinete de Carlos V estuvo formado por el pensamiento de Erasmo; esto<br />

es, por un pensamiento «humanista», cosmopolita, universalista, al que era extraña la idea de nación. Desde esta<br />

perspectiva, se trató de contener a las distintas particularidades que el imperio articulaba: España, los Países<br />

Bajos, Alemania, parte de Italia, América del Sur, y cada una con un tratamiento particular. Sin embargo, el<br />

surgimiento de las conciencias nacionales y, principalmente, la Reforma luterana, hicieron fracasar el proyecto,<br />

si bien los erasmistas se esforzaron por conciliar el espíritu humanista del Renacimiento con la Reforma, las<br />

artes y las ciencias con la fe y la singularidad del sujeto.<br />

El imperio de Carlos V encarnaba una conciencia universal, para la cual debía primar la conciencia del<br />

todo y no los intereses de las partes. Esta universalidad se expresó no sólo en el proyecto de crear un imperio<br />

universal, sino también en la resolución de los problemas de cada particularidad desde la totalidad. Un ejemplo<br />

de ello es la polémica (iniciada en España) sobre la condición de los habitantes que los conquistadores<br />

encontraron en América 279 . Ésta se resolvió favorablemente para los indígenas, en el sentido que se les<br />

reconoció la igualdad de naturaleza 280 .<br />

El imperio de Carlos V tuvo un obstáculo insalvable para su viabilidad histórica en las particularidades<br />

y diferencias que contenía: diferencias de intereses y de conciencia entre Alemania y España, entre los Países<br />

Bajos o Italia y América. El hecho fundamental de que este proyecto universal era el resultado de una<br />

conciencia restringida a pocos hombres, a una élite de intelectuales, representó un obstáculo importante para su<br />

realización y desarrollo. No era el proyecto de todos y cada uno de los pueblos que participaron en el seno del<br />

Imperio, sino el producto de una conciencia supranacional compartida por una minoría.<br />

A los alemanes no les interesaba la conquista de América, pues tenían otros problemas. Incluso a los<br />

mismos españoles el esfuerzo dirigido a la colonización les generó grandes contradicciones. Por ejemplo, la gran<br />

inflación resultante de la introducción de metales preciosos provocó la quiebra del sistema económico, al<br />

generar un alza creciente de los precios. Ello a su vez, motivó reacciones contra el Imperio.<br />

Tanto el proyecto de las ciudades-estado, como el Imperio Universal de Carlos V fracasaron. Ambos<br />

eran portadores de una conciencia universal. Ambos fueron incapaces de construir una institución universal, que<br />

pudiese encarnar esa conciencia. Desde entonces, no se produjeron más instituciones universales en Europa,<br />

hasta el siglo XIX.<br />

279<br />

Si los naturales de América eran o no humanos, si tenían o no alma (y en consecuencia si podían ser evangelizados), si<br />

podían ser hombres libres, etc.<br />

280<br />

Aun cuando este reconocimiento haya sido sólo formal o jurídico (y no lo fue solamente), el que el problema haya<br />

podido plantearse y discutirse indica una conciencia clara de la situación. Algunos eruditos han planteado, que en la<br />

legislación española de Indias, (el derecho de gentes) ya están presentes in nuce los «derechos del hombre», que formulará<br />

la Ilustración francesa recién hacia fines del siglo XVIII.<br />

Si el debate se dio, se pudo haber resuelto en otra forma. Pensemos -para comparar esta resolución- en el tratamiento diferente<br />

que Gran Bretaña dio al problema a través de su política hacia los negros africanos, que les negó todo reconocimiento<br />

humano, a fin de proveer de mano de obra esclava a sus colonias (situación que continuó en los siglos posteriores, y que<br />

llegó a plantearse recién el siglo XVIII, y no se resolvió sino hasta el siglo XX).<br />

141

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!