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c. Razón: Toda esa diversa y múltiple actividad no puede ser el resultado del azar o de la casualidad<br />
sino que debe tener un sentido, debe responder a un fin último, en el que “se conserve la fuerza de todos los<br />
fenómenos”, aún más allá de “la gran diversidad e incluso del interior antagonismo de este contenido” 453 .<br />
Hegel concibe este fin último como «lo racional». Esto significa que el sentido de la historia es un orden<br />
progresivo, una organización creciente, un incremento en complejidad, una estructuración cada vez más<br />
determinada.<br />
Encuentra bosquejos de esta concepción según la cual la realidad responde a un orden racional en<br />
tradiciones diversas: 1) En la tradición griega, Anaxágoras había expresado que el nous, o la razón en general<br />
rige el kosmos, aunque esta determinación haya permanecido en la abstracción, y sólo haya sido una formulación<br />
general y abstracta sobre la realidad. 2) En la tradición cristiana, se había expresado esto mismo en la<br />
convicción de que la Providencia rige la historia de salvación. Recoge aquí Hegel, contra la interpretación de<br />
los iluministas, las tradiciones antiguas, en las que lo racional no solamente gobierna la naturaleza sino<br />
también la historia, la cultura y lo que los hombres hacen. 3) En la tradición moderna, lo histórico se ha<br />
concebido como progreso, como un camino de ascenso hacia estadios cada vez más racionales. Sin embargo,<br />
los iluministas proyectaron hacia el futuro la plena manifestación y dominio de lo racional, sin alcanzar a verla<br />
en el pasado y en el presente. De esta manera, el futuro ideal y posible se oponía para ellos al pasado-presente<br />
como algo que debe dejarse atrás, como una pre-historia, como lo cancelado.<br />
Hegel, en cambio, lee la historia desde la totalidad efectiva presente, desde su propia época. Así toda la<br />
historia universal, aparece como un camino progresivo hacia el presente histórico concebido como la<br />
culminación de todo el proceso. Si bien hay un progreso en la historia, ello no nos habilita para predecir el<br />
futuro. La Filosofía debe ocuparse de lo-que-es y esto es lo presente (que es resultado necesario del pasado),<br />
pero no de lo que debe-ser, de lo porvenir. La Filosofía no debe confundirse con la profesía.<br />
6.b. La Idea, el espíritu, como sujeto de la historia universal<br />
El concepto de espíritu remite a la representación proveniente de la religión judeocristiana, pero hay<br />
que evitar confundirlo con las imágenes religiosas que lo contraponen a la materia o al cuerpo. El concepto de<br />
espíritu tiene una connotación semejante al actual concepto de cultura. Si bien, se suele contraponer la cultura a<br />
la naturaleza (esto ha sido usual en las filosofías jusnaturalistas del siglo XVII y XVIII, como así también en<br />
los planteos de la antropología contemporánea), Hegel sostiene que no se puede pensar la naturaleza con<br />
independencia de la cultura ni la cultura con independencia de la naturaleza. Como ya había mostrado<br />
Schelling, la naturaleza es en sí misma cultura; es decir, que está contenido en la naturaleza su devenir cultura,<br />
el llegar a ser cultura. La naturaleza no puede realizarse a sí misma sino a través de la cultura. Y la cultura, por<br />
otro lado, no es otra cosa que la realización de la naturaleza. La cultura es la manifestación de la naturaleza y la<br />
naturaleza es el supuesto de la cultura.<br />
Pero la cultura es más compleja y abarcadora que la naturaleza, puesto que esta última no es más<br />
que un momento o etapa en el desarrollo de la cultura. La naturaleza no puede dar cuenta de sí misma, sino a<br />
través de la cultura. En cambio, la cultura puede dar cuenta de la naturaleza y de sí misma. La ciencia y la<br />
filosofía, que son momentos de la cultura, pueden expresar lo que la naturaleza es, pueden explicar cuáles<br />
son las leyes de la naturaleza y pueden explicar cuáles son las normas que gobiernan a la cultura (ciencias<br />
sociales). La naturaleza no puede dar cuenta de las leyes que la gobiernan ni explicitarlas sino por medio de<br />
la cultura. La cultura es la realidad efectiva de la naturaleza, puesto que sólo hay significados en la cultura.<br />
La naturaleza no significa nada por sí misma, no tiene su fin en sí misma sino en la cultura, en el espíritu.<br />
De manera abstracta, Hegel define al espíritu como “algo individual, activo y absolutamente vivo”; es<br />
decir, no es una abstracción sino una realidad concreta. “Es conciencia -dice-, pero también [es] su objeto” 454 .<br />
453 Hegel, G.W.F.: 1974b, p. 48. Cursivas nuestras.<br />
454 Hegel, G.W.F.: 1974b, p. 62.<br />
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