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4) Los textos que tratan de la filosofía práctica, que son fundamentalmente la Etica nicomaquea y la<br />
Política.<br />
5) Los tratados acerca de la filosofía productiva: la Retórica y la Poética.<br />
3. El planteamiento del problema<br />
El pensamiento de Aristóteles se genera en el seno de la Academia platónica, y, por lo tanto, participa<br />
de la libre y variada discusión que en ella se realiza. Justamente el momento de su ingreso coincide con un<br />
período en el que Platón critica y cuestiona sus propias doctrinas.<br />
En algunos aspectos Aristóteles nunca dejará de ser platónico. Concebir la ciencia como un<br />
conocimiento de lo real que tiene un carácter de lo general o universal, por ejemplo, es una de las grandes<br />
improntas platónicas. Para ambos también, la Idea (eidos) o forma (morphé) es lo cognoscible, lo pensable por<br />
excelencia.<br />
Sin embargo, ya aquí aparece una diferencia decisiva, porque los platónicos sostenían que esas Ideas<br />
se encontraban en una dimensión distinta a la de los entes sensibles, que constituían una entidad o realidad<br />
separada. Mientras los entes sensibles tenían una realidad relativa (estaban entre el ser y el no-ser), las Ideas en<br />
cambio, eran lo real por excelencia, eran los modos fundamentales del ser.<br />
Aristóteles, como Platón, considera que sólo es posible una ciencia acerca de lo permanente, de lo<br />
universal, captado en la definición. Pero no cree que lo universal constituya una realidad fuera de las cosas<br />
sensibles singulares. Rechaza, por lo tanto, la separación. Para él esa escisión duplica los problemas a resolver.<br />
De ese modo, la filosofía debería explicar no sólo el mundo sensible cotidiano, sino también el mundo de las<br />
Ideas. Para Aristóteles, en cambio, las ideas no son entidades separadas, sino determinaciones constitutivas de<br />
toda realidad y, por lo tanto, inmanentes a ella.<br />
Al separar desde el comienzo lo inteligible de lo sensible, Platón se condena a la imposibilidad de<br />
explicar lo uno por lo otro; y el recurso a términos tales como «participación», «copia», o «modelo», no deja<br />
de estar en un plano de imágenes y mitos, y por tanto, no es filosofía. Numerosos autores han señalado que la<br />
falta de un vocabulario preciso y unívoco en Platón sería la causa tanto de la plasticidad como de la<br />
equivocidad de sus diálogos.<br />
Por otro lado, si las cosas «participan» de su Idea, se presenta la siguiente aporía: La semejanza entre<br />
dos cosas se explicaría porque ambas participan de la misma Idea. Así, por ejemplo, Sócrates y Gorgias se<br />
asemejan porque los dos participan de la Idea de Hombre [del Hombre en sí]. Pero como, a su vez, Sócrates se<br />
asemeja a la Idea de Hombre, es necesario suponer otra Idea de la cual participen Sócrates y la Idea de<br />
Hombre. Llamemos a esta Idea de la que participan Sócrates y la Idea de Hombre, Tercer Hombre. Pero, como<br />
la Idea de Hombre y la del Tercer Hombre se asemejan, habrá que suponer una cuarta Idea, de la cual<br />
participen la Idea de Hombre y la del Tercer Hombre. Y así sucesivamente, hasta el infinito. Como sabemos,<br />
una derivación al infinito no constituye fundamento o explicación alguna. Por eso, Aristóteles piensa que lo<br />
universal es lo general, un género común, y no un individuo, algo único.<br />
La tarea de la filosofía será, en consecuencia, la de justificar la existencia de este mundo y el modo en<br />
que él se comporta.<br />
Esta postura aristotélica implica una posición ontológica 64 diferente, la cual se acompaña con una<br />
explicación acerca de lo real y del modo de conocerlo también diferente. Así, no habrá una oposición entre el<br />
conocimiento sensible y el intelectual, sino una gradación.<br />
4. Los grados del conocimiento<br />
64 Es decir, relativa al saber del ser [ón] de lo que es.<br />
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