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El primer enunciado que encontramos en la Metafísica es: “Todos los hombres tienden por naturaleza<br />

al saber” 65 . Aquí se afirma universalmente (todos) que el modo de ser propio de los hombres (su naturaleza o<br />

esencia) es el deseo, la aspiración (la tendencia) al saber. Sin embargo, en la medida en que hay diversas<br />

formas de “conocimiento”, deberemos diferenciarlas para llegar a precisar cuál es la forma de saber que realiza<br />

efectivamente la esencia del hombre.<br />

3.1. Tomamos contacto con las cosas, primeramente, por la sensación. Ella es el modo más simple e<br />

inmediato de conocer. Al colocar a la sensación como la base sobre la cual se habrán de generar los restantes<br />

modos más elevados de conocer, Aristóteles está mostrando una valoración positiva de la sensación,<br />

valoración opuesta a la que hacía Platón. Pero la sensación no es la realización de lo propiamente humano, ella<br />

es patrimonio también de los restantes seres vivientes. Además, la sensación tiene por objeto lo singular, lo que<br />

existe aquí y ahora, en este lugar y en este instante; pero no lo que es siempre y en todas partes (universal).<br />

3.2. El segundo grado del conocimiento es la experiencia. La conservación de las sensaciones<br />

mediante el recuerdo se produce merced a la memoria, y el conocimiento que surge de la fusión de muchos<br />

recuerdos relacionados con el mismo género de entes es la experiencia. Este grado es alcanzado por los<br />

hombres y por los animales superiores.<br />

Aristóteles lo ejemplifica diciendo que conocemos por experiencia que un determinado remedio ha<br />

curado la fiebre de Calias o de Sócrates, pero que ese remedio cura a todos los afiebrados ya no es un<br />

conocimiento de la experiencia.<br />

Estos primeros grados del conocimiento se refieren a lo particular. El conocimiento de lo particular<br />

incluye el de los singular, así como la parte incluye al elemento singular. Análogamente, lo universal incluye lo<br />

particular y lo singular.<br />

3.3. Cuando a partir de una multiplicidad de experiencias se formula un juicio general o universal 66<br />

referido a todos los casos similares, hemos superado lo particular. Ese conocimiento de lo universal es la<br />

episteme o ciencia. De la repetición de casos singulares se puede inferir lo universal, y en esto precisamente<br />

consiste la inducción: partiendo de los casos particulares obtenidos por percepción sensible, inferimos<br />

(inducimos) lo general. Pero si bien la inducción nos guía hacia lo general, no es capaz de captar la causa; y<br />

por lo tanto, no es un fundamento suficiente para la ciencia.<br />

5. Los caracteres de la ciencia<br />

Ciencia y verdad: La ciencia, para Aristóteles como para Platón, es un conocimiento verdadero. La<br />

verdad no es una relación necesaria entre ideas, independientes de las cosas empíricas (como pensaban los<br />

platónicos), pero tampoco es una propiedad de las cosas. La verdad consiste en que el pensamiento exprese<br />

relaciones de unión o separación entre términos que tienen existencia fuera del pensamiento. La verdad radica<br />

estrictamente en la coincidencia de las relaciones expresadas en el discurso con las relaciones reales 67 , en la<br />

adecuación de lo que se dice con lo que es. Llamamos a esta definición de verdad predicativa, pues sólo hay<br />

verdad en los juicios, es decir, cuando se predica algo [predicado] de algo o alguien [sujeto].<br />

Ciencia y opinión: Como Platón, Aristóteles diferencia la ciencia de la opinión. Esta última, tiene por<br />

objeto lo que puede ser de otro modo, lo contingente. Lo contingente no es objeto de ciencia 68 . La ciencia, por<br />

65<br />

Aristóteles, Metafísica, A 980, a, 1, traducción de Hernán Zucchi, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1978, p. 91.<br />

66<br />

“Entiendo por universal lo que pertenece a todos y a cada uno por sí y en cuanto tal” (Aristóteles, Anal. Post., I, 4, 73 b<br />

26). “El sentido de esta fórmula es que lo universal no debe entenderse sólo en extensión; no es solamente lo común a<br />

todos los individuos de una clase, a todos los sujetos incluidos en un género: es lo que pertenece esencialmente a cada uno<br />

de ellos” (Moreau, J.: Aristóteles y su escuela, Buenos Aires, Eudeba, 1972, p. 38).<br />

67<br />

Se llama «realismo» a las posturas que sostienen que el conocimiento se refiere y depende de realidades exteriores a la<br />

mente o razón subjetiva.<br />

68<br />

De esto no se infiere que lo contingente no pueda ser conocido, sino que no puede ser conocido científicamente. Ya sabe<br />

se sabe que la sensación o la experiencia son formas de conocimiento, pero no son ciencia. Así, es posible conocer<br />

48

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