11.05.2013 Views

Lectura previa

Lectura previa

Lectura previa

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

solución del mundo verdadero no nos reinstala en su opuesto: el mundo aparente. Si el mundo verdadero es<br />

ilusorio y, en consecuencia, falso; también lo es el mundo aparente. No es uno de los términos de la<br />

contradicción el que se ha disuelto, sino la totalidad, lo absoluto. No es una parte de lo que es, la que se ha<br />

mostrado como no-verdadera, determinando así la verdad de su opuesta. Es la totalidad la que se ha disuelto,<br />

mostrando el inconveniente de la contradicción verdadero/falso. Sostener que todo es verdadero es lo mismo<br />

que sostener que todo es falso. De aquí no se infiere, que es igual la verdad a la no-verdad, sino que los conceptos<br />

de «absoluto», «todo», «razón», «sujeto», etc. (y todas los contrarios que éstos albergan), ya no son<br />

adecuados.<br />

En consecuencia, con Nietzsche aparece una nueva concepción de la verdad: “La falsedad de un juicio<br />

–escribe- no es ya para nosotros una objeción contra el mismo; acaso sea en esto en lo que más extraño suene<br />

nuestro nuevo lenguaje. La cuestión está en saber hasta qué punto ese juicio favorece a la vida, conserva la<br />

vida, conserva la especie, quizás incluso selecciona la especie; y nosotros estamos inclinados a afirmar por<br />

principio que los juicios más falsos (de ellos forman parte los juicios sintéticos a priori) son los más<br />

imprescindibles para nosotros, que el hombre no podría vivir si no admitiese las ficciones lógicas, si no<br />

midiese la realidad con la medida del mundo puramente inventado de lo incondicionado, idéntico-a-sí-mismo,<br />

si no falsease permanentemente el mundo mediante el número, --que renunciar a los juicios falsos sería<br />

renunciar a la vida, negar la vida. Admitir que la no-verdad es condición de la vida: esto significa, desde luego,<br />

enfrentarse de modo peligroso a los sentimientos de valor habituales; y una filosofía que osa hacer esto se<br />

coloca, ya sólo con ello, más allá del bien y del mal” 656 . Este escepticismo radical nietzscheano, por el cual la<br />

verdad es una mentira que está en función de la vida, cambia todo en el plano de la teoría: “[1] En primer<br />

término, porque se pone a la verdad al servicio de la vida y no a la vida al servicio de la verdad: porque se<br />

asume explícitamente que lo que es verdad es verdad porque nos interesa, luego se desenmascara todo intento<br />

de esgrimir una verdad desinteresada contra nuestros intereses, nuestras pasiones, nuestros instintos. [2] En<br />

segundo lugar, nos devuelve el control de la verdad, la posibilidad de experimentar con ella, de jugar, de<br />

crearla, nos libera de tener que soportarla funcionando a nuestras expensas y por su propio automatismo, sin<br />

posible modificación por nuestra parte. Antes era el hombre quien debía doblegarse, hacerse piadoso, virtuoso,<br />

ante la Verdad; ahora, debe ser la verdad quien se adecue a nuestra piedad y nuestra virtud. [3] Por último,<br />

brinda un criterio fundamentalmente no gregario de verdad: «El criterio de verdad está en el aumento del<br />

sentimiento de fuerza» y, si bien como individuos puede interesarnos en un determinado momento conservar la<br />

especie, se nos revela que tanto «individuo» como «especie» son ficciones útiles al servicio de la pasión y que<br />

bien pudiera ser que nuestro interés como individuos se determinase un día contra la especie...” 657 .<br />

El espíritu absoluto hegeliano implicaba la inmanencia de todas las diferencias y la imposibilidad de<br />

lo radicalmente nuevo. Por eso se trata de suprimir este absoluto para que sea posible crear algo nuevo.<br />

Después de Hegel, el problema es: ¿cómo pensar lo nuevo sin que termine reducido a momento de lo<br />

absoluto? ¿Cómo pensar la realidad sin hacerlo desde los valores devaluados? ¿Cómo pensar la acción sin<br />

quedar atrapado en las categorías de substancia o de sujeto? ¿Cómo pensar el devenir, sin «algo» que<br />

deviene y sin «algo» devenido? ¿Cómo evitar la «ontología eleática» 658 que supone un ser permanente,<br />

eterno, universal y necesario? ¿Cómo es posible la ciencia en la contingencia y la inestabilidad? ¿Cómo<br />

pensar el kosmos desde el kaos 659 y no a la inversa? ¿Cómo entender lo determinado desde lo indeterminado,<br />

la identidad desde la diferencia?<br />

656<br />

Nietzsche, F.: Más allá del bien y del mal, Madrid, Alianza Editorial, 1983a, p. 24.<br />

657<br />

Savater, F.: Conocer Nietzsche y su obra, Barcelona, Editorial Dopesa, 1977, p. 68.<br />

658<br />

Es decir, la concepción del ser y de la realidad sostenida por los filósofos presocráticos de la escuela de Elea, a la<br />

que pertenecen entre otros Parménides y su discípulo Zenón.<br />

659<br />

“El orden estelar en el que vivimos es una excepción, y dicho orden, juntamente con la duración que como condición<br />

precisa supone, es lo que ha hecho posible, a su vez, la excepción de las excepciones: la formación de lo orgánico. Por el<br />

contrario, la condición general del universo es el caos por toda la eternidad, y no porque carezca de necesidad, sino en el<br />

sentido de falta de orden, de estructura, de forma, de bondad, de sabiduría y demás estetismos humanos”. (Nietzsche, N.:<br />

270

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!