11.05.2013 Views

Lectura previa

Lectura previa

Lectura previa

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

voluntario [libre] sino impuesto, es un trabajo forzado. No es la satisfacción de una necesidad [de su naturaleza<br />

libre], sino sólo un medio para satisfacer otras necesidades. Su carácter ajeno se muestra claramente en el<br />

hecho de que tan pronto como no hay obligación física o de otra especie es evitado como una plaga”, porque<br />

implica mortificación y sacrificio y en que “no es su propio trabajo sino trabajo para otro” 571 .<br />

El trabajo como actividad propia del hombre debiera caracterizarse por ser libre, creativo, un fin en sí<br />

mismo, algo gratificante y humanizante, sin embargo, en la forma de organización del trabajo de la sociedad<br />

del siglo XIX se hacen manifiestas las características contrarias: es forzado, repetitivo, es medio de<br />

supervivencia y no fin en sí mismo, produce malestar y deshumaniza o bestializa. Marx concluye de este<br />

análisis: “Llegamos al resultado de que el hombre (el trabajador) se siente libremente activo sólo en sus<br />

funciones animales -comer, beber y procrear o, cuando más, en su vivienda y en el adorno personal- mientras<br />

que en sus funciones humanas se ve reducido a la condición de animal. Lo animal se vuelve humano y lo<br />

humano se vuelve animal” 572 .<br />

4.c. Alienación de la especie, del «ser-genérico», de la humanidad<br />

Marx toma el concepto de «ser genérico» de Feuerbach, quien lo utilizaba para diferenciar al hombre<br />

del resto de los animales. El animal produce en una dirección única: la satisfacción de lo estrictamente<br />

necesario e inmediato, mientras que en el hombre la actividad no está determinada por el instinto. Los animales<br />

actúan determinados por necesidades instintivas, mientras que el hombre es verdaderamente humano cuando<br />

hace de su actividad (trabajo) el objeto de su voluntad y de su conciencia; en consecuencia, su actividad es<br />

libre, y “produce verdaderamente sólo cuando está libre de la necesidad física”. La alienación de la especie<br />

significa que producir ya no es una actividad libre y ordenada a las necesidades sociales, sino un trabajo<br />

forzado encaminado en una dirección obligatoria: la satisfacción de las necesidades inmediatas o instintivas<br />

(supervivencia, egoísmo, lucro). Cuanto más responde el trabajo a las necesidades inmediatas más extraño se<br />

hace al trabajo propio de la especie humana.<br />

El hombre es un «ser genérico» porque la comunidad constituye su objeto práctica y teóricamente y<br />

porque se considera la especie actual, viva, ser universal y en consecuencia libre. El trabajo alienado enajena al<br />

hombre de la especie: “convierte la vida de la especie en un medio para la vida individual”, es decir, convierte<br />

a la vida en medio, al fin en medio. Mientras que el trabajo está en función de la vida de la especie, la<br />

alienación lo rebaja a un medio para la vida de algunos individuos. “El trabajo alienado invierte la relación, en<br />

tanto que el hombre como ser con conciencia de sí hace de su actividad vital, de su ser, sólo un medio para su<br />

existencia” 573 .<br />

4.d. Trabajo alienado y propiedad privada (capital)<br />

El trabajo alienado, enajena a la naturaleza del hombre; enajena al hombre de sí mismo, de su propia<br />

especificidad, de su especie; enajena al hombre de su propio cuerpo, de la naturaleza externa, de su vida mental<br />

y de su vida humana; y como consecuencia directa de lo anterior, enajena al hombre de los demás hombres. “Si<br />

el producto del trabajo me es ajeno y me enfrenta como un poder ajeno –pregunta Marx- ¿a quién pertenece?”<br />

Respuesta: “a otro hombre, que no es el trabajador (...) que no trabaja y está fuera del proceso de trabajo”, al<br />

propietario privado o «capitalista».<br />

Marx se opone a los economistas clásicos que suponen la propiedad privada o capital como un hecho<br />

básico de la realidad que tiene carácter universal y se esfuerza en mostrar que, lejos de ser un hecho básico, es<br />

por el contrario el resultado de una forma específica y tardía de organización del trabajo. La propiedad<br />

571<br />

Marx:, K.: 1971a, pp. 108-9.<br />

572<br />

Ibídem.<br />

573<br />

Marx, K.: 1971a, p. 111.<br />

249

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!