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observan actualmente y tienen una explicación análoga. No es lo original lo que ilumina y transfigura lo<br />

cotidiano; es lo cotidiano lo que hace inteligible lo original, ofreciendo modelos para comprender cómo se<br />

formó y ordenó el mundo” 26 .<br />

La vida social se ha ido racionalizando y laicizando, conformando un universo espiritual que se ha<br />

definido como el orden de la polis. Es en este ámbito profundamente transformado, en el que surgen los<br />

filósofos jonios. “Si es verdad que los milesios [primeros filósofos surgidos en los alrededores de la polis de<br />

Mileto, en las islas del mar Jónico] han partido del mito, es verdad también que han transformado<br />

profundamente la imagen del universo, lo han integrado a un cuadro espacial, ordenándolo según un modelo<br />

geométrico. Para construir las cosmologías nuevas han utilizado las nociones del pensamiento moral y político<br />

habían elaborado, han proyectado sobre el mundo de la naturaleza aquella concepción del orden y de la ley que,<br />

al triunfar en la polis, había hecho del mundo humano un kosmos” 27 .<br />

Pero el logos filosófico establece también una discontinuidad insoslayable: la racionalización; es decir,<br />

la formulación explícita de los problemas, de las cuestiones a discutir, como así también, la necesidad de<br />

argumentar. El mito legitima lo existente desde su génesis sobrenatural, pero con el surgimiento de la polis<br />

aparece la conciencia de una novedad institucional y con ella la de alternativas al orden existente. “A partir de<br />

este momento, los individuos pueden declarar: “esto no es bueno, sino esto otro”. Además, si digo “esto no es<br />

bueno, sino esto otro” me obligo a argumentar mi interpretación, a justificarla, a verificarla. Esto es<br />

exactamente lo que hace la filosofía...” 28 . La filosofía nace en estrecha relación con el mito, pero también es, de<br />

alguna manera, una crítica de éste. Si bien tiene en cuenta los mitos, hace una transformación de ellos, utilizando<br />

un lenguaje que extrae de la terminología moral y política desarrollada en la polis 29 .<br />

En síntesis, el surgimiento del pensamiento racional implica una ruptura de la ambigüedad de los<br />

discursos y su reemplazo por la búsqueda “de una coherencia interna, a través de una definición rigurosa de los<br />

conceptos, de una neta delimitación de los niveles de realidad, de una estricta observancia del principio de<br />

identidad” 30 . Implica también un rechazo del “tiempo primordial” propio del mito que es reemplazado por una<br />

explicación más naturalista (no se dice que sea naturalista), de los fenómenos situados en un tiempo “regular”.<br />

Por último, se produce una despersonalización en los conceptos explicativos: las divinidades van siendo<br />

reemplazadas por fuerzas (esto fue ejemplificado con los términos dynastía y arkhé).<br />

Todo este proceso de mutación intelectual (que no es simple ni lineal) no se produce en abstracto, son<br />

muchas las condiciones que la posibilitan. Creaciones e invenciones como la moneda, el calendario, la escritura,<br />

el comercio y la navegación, o la ausencia de monarquías de tipo oriental, son elementos que enmarcan y hacen<br />

posible el surgimiento de la filosofía. Sin embargo, todas estas innovaciones se han producido en Grecia a partir<br />

de la instauración del régimen de la polis y es en ese sentido que podemos decir que filosofía y política se han<br />

dado en forma conjunta.<br />

26<br />

Vernant, J-P.: Los orígenes del pensamiento griego, Buenos Aires, Eudeba, séptima edición, 1984, p. 83.<br />

27<br />

Vernant, J-P: 1984, pp. 86-7. Cursivas nuestras.<br />

28<br />

Heller, A.: Teoría de la historia, traducción de Javier Honorato, Editorial Fontamara, México, cuarta edición, 1993, p.<br />

18.<br />

29<br />

Los mitos de soberanía, por ejemplo, explican el surgimiento de un determinado dios; ellos nos dicen que el universo<br />

está organizado en jerarquías, que son fundamentalmente relaciones de poder, de fuerza. Dentro de este universo surge<br />

un agente que le impone un nuevo orden, una nueva jerarquía, que se constituye en el rey de ese universo y que será<br />

aquel que lo mantenga ordenado. En este sentido, lo que narran los mitos es la dynastía dentro del universo; es el caso<br />

por ejemplo, de Zeus en la Teogonía de Hesíodo. Esto está relacionado con el modo de ordenación del mundo griego<br />

durante ese período. Al perder poder la estructura social centrada en un rey con sus consejeros y guerreros, también<br />

comienza a decaer la fuerza de este tipo de mitos. Así pasan a ser insuficientes las narraciones dinásticas y comienza a<br />

hacerse necesaria otro tipo de visión. Por ello, en la filosofía jónica se encontra una pregunta por el origen y principio<br />

(arkhé) del kosmos; la dynastía ya no es una explicación del mismo.<br />

30<br />

Vernant, J-P: 1973. Cursivas nuestras.<br />

23

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