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3. La identificación radical de ser y valor como crítica del esencialismo<br />

Nietzsche evalúa la metafísica desde la moral, juzga el ser desde el valor. Considera a las ideas como<br />

síntomas 660 de las formas de vida que las producen. El criterio de valor es la vida misma, pero entendida como<br />

creación y superación, no como adaptación o supervivencia. La historia de la metafísica es la historia del<br />

nihilismo, es la historia en la que se han impuesto los valores del resentimiento y de la venganza que debilitan,<br />

pervierten, atrofian y oprimen la vida activa, la vida fuerte, la vida creadora, la vida que se inventa metas más<br />

altas. Los valores de la moral se han afirmado y se afirman contra la vida, porque sólo aspiran a la<br />

conservación, mientras que la esencia de la vida es la creación y no la conservación. Desde esta «óptica de la<br />

vida» Nietzsche examina las ideas como síntomas que denuncian tendencias vitales (hacia la creación y la<br />

superación o hacia la conservación y la decadencia).<br />

Nietzsche escribe en la Genealogía de la moral: “Necesitamos una crítica de los valores morales, hay<br />

que poner alguna vez en entredicho el valor mismo de esos valores” 661 . La crítica no se dirige a las<br />

condiciones de posibilidad de la razón como en Kant ni a las condiciones del modo de producción capitalista<br />

como en Marx, sino a las condiciones que hacen posible los valores actuales, a las valoraciones, es decir, a la<br />

voluntad que crea valores y a los tipos de voluntad. La duda cartesiana ejercía la crítica preguntado ¿qué<br />

ocurriría si lo que creemos verdadero no lo fuera? Nietzsche ejerce la crítica sospechando de la dignidad de los<br />

valores, cuestionando la bondad de lo bueno: ¿Qué ocurriría si el considerado «bueno» fuese menos valioso<br />

que el considerado «malo»? ¿Qué ocurriría si el «bueno» sólo fuese un síntoma de decadencia y degeneración?<br />

Para realizar la crítica –sigue Nietzsche- “se necesita tener conocimiento de las condiciones y<br />

circunstancias de que aquéllos [valores] surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron” 662 . Los valores,<br />

como las ideas o los principios, son interpretados desde su perspectiva como «síntomas», como «máscaras»,<br />

como «malentendidos», que expresan voluntades, fuerzas, modos de vivir de los hombres. Cuando se analizan<br />

estos modos de existencia se descubre que, en última instancia, se reducen a dos tipos: lo alto y lo bajo, lo<br />

noble y lo vil. Estos dos tipos están separados por una distancia irreductible 663 .<br />

Para Nietzsche la crítica se desarrolla siempre en un doble movimiento: (1) en primer lugar, muestra<br />

que toda pretendida realidad esencial no es otra cosa que un valor y que todo valor remite a una voluntad<br />

que valora, a una forma de valoración, a un tipo de vida. Detrás del valor de los valores no hay otra cosa que<br />

fuerzas y dominio contingente de unas fuerzas por otras. (2) En segundo lugar, investiga el comienzo de<br />

aquello que se señala como la esencia, el fundamento o el principio. ¿De dónde provienen estas supuestas<br />

esencias? ¿En qué condiciones y circunstancias se ha llegado a valorar de esta manera? Se trata de un<br />

método crítico antiesencialista, porque disuelve la pretensión de eternidad y necesidad de las ideas o<br />

esencias. Nietzsche llama «genealogía» a este método crítico que permite develar el comienzo oculto e<br />

inconfesable de los valores.<br />

4. Una teoría de las fuerzas<br />

1984, Madrid, p. 99.<br />

660<br />

“Los juicios de valor sobre la vida, en favor o en contra, no pueden, en definitiva, ser verdaderos nunca: únicamente<br />

tienen valor como síntomas...” (Nietzsche, F.: 1992, p. 38). “Para captar los signos de elevación y de decadencia poseo<br />

un olfato más fino que el que hombre alguno haya tenido jamás...” (Nietzsche, F.: Ecce Homo, Madrid, Alianza<br />

Editorial, 1980a, p. 21).<br />

661<br />

Nietzsche, F.: Genealogía de la moral, Madrid, Alianza Editorial, 1980b, p. 23.<br />

662<br />

Ibídem.<br />

663<br />

“Al principio de la universalidad kantiana, así como al principio de la semejanza, grato a los utilitaristas, Nietzsche<br />

opone el sentimiento de la diferencia o de distancia” (Deleuze, G.: 1971, pp. 7-9).<br />

271

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