El Mapa escolar: un instrumento de la política ... - unesdoc - Unesco

La oferta y la demanda : influencia recíproca
la educación primaria es para niños de 6 a 10 años (cinco años), y que
este grupo de edad representa el 10 % de la población total, todas las
poblaciones con menos de 150 habitantes propocionarán un alumnado de
menos de 15 niños. Esto significa que las escuelas primarias en estas
poblaciones serán del tipo multi-grado, con un sólo maestro, y tendrán
una relación muy baja maestro/alumno y costos unitarios muy altos.
Por otra parte, la falta de medios de comunicación adecuados que puedan
utilizarse todo el año, hace que el transporte de niños en edad escolar,
de un poblado a otro, sea muy diffcily, por lo tanto, no es siempre
posible el establecimiento de escuelas más económicas al servicio de
varios poblados. La distribución de documentos y textos de enseñanza
no es fácil y las escuelas, si existen, generalmente ni siquiera disponen
de libros de textos para sus alumnos. Hay también problemas en el pago
del sueldo de los docentes: sucede con frencuencia que el maestro
tiene que acudir a la capital del distrito para cobrar su sueldo. Las visitas
de inspectores escolares o consejeros pedagógicos son muy escasas
(en algunos casos cada dos o tres años) y no pueden contribuir ni
mantener los niveles de enseñanza, ni a asegurar la continuidad del servicio
prestado. Finalmente, la falta de cuidado de los locales presenta
a veces el deplorable espectáculo de un techo perforado por el mal tiempo,
que nunca fue reparado, vidrios rotos que no son reemplazados, falta
de instalaciones sanitarias o de equipo, aun del más rudimentario.
En estas circunstancias no es sorprendente ni la actitud de los maestros
ni la de los padres hacia la educación en medios rurales.
(iii) La actitud de docentes y alumnos
Se tiende a menospreciar dos factores en el planeamiento de la enseñanza
primaria universal, a saber: la actitud de los docentes y la de
los alumnos.
La impresión que se tiene es que para asegurar la presencia de los
docentes en los caseríos más alejados, bastaría con estimar las necesidades
de maestros, proporcionar fondos para los sueldos y proceder
a su reclutamiento.
Desafortunadamente, la experiencia demuestra que no es así", y que
el verdadero problema reside en que hay que motivar a los docentes
calificados para que estén dispuestos a trabajar en áreas rurales. Independientemente
de su origen socio-profesional, los maestros provienen
generalmente de ciudades o pueblos grandes. Después de vivir en
la capital de la región donde se encuentra generalmente la escuela normal,
se muestran renuentes a aceptar un cargo en el medio rural, ya
que vislumbran otras perspectivas más seductoras. Si se agrega a
ésto que la formación que reciben no los alienta, necesariamente, a
hacer la vida sencilla de una comunidad rural y que sus perspectivas
profesionales mejoran, en general, cuando trabajan en ciudades más
grandes, no es sorprendente ver que las autoridades regionales encuentran
dificultades para reclutar docentes para sus áreas rurales. Algunos
países han introducido un sistema de compensaciones para maestros
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