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El mapa escolar :
un instrumento de la política de educación
Sin embargo, antes de presentar cada estudio de casos por separado
convendrá indicar a través de estos ejemplos, la forma en que se
pueden clasificar las experiencias mundiales en cuanto al papel del
mapa escolar en el proceso de adopción de decisiones y de planificación
de la educación.
Hemos de advertir, en primer lugar, que el esquema clásico que
figura a continuación no se puede aplicar tal cual, a ningún país
estudiado.
INFORMACIÓN EVALUACIÓN CONTROL
DIAGNOSTICO ")
DECISION
APLICACIÓN
Las etapas de "Control", de "Evaluación" así como las relaciones
entre las distintas etapas, están por lo general ausentes en los
procesos de decisión y salvo casos excepcionales, como por ejemplo
el de la Comisión de Educación de India en 1964, parece imposible
"describir" ninguna experiencia, mediante un esquema en "lazadas",
como el anterior.
En segundo lugar, a causa del elevado número de centro de
decisiones que la organización escolar implica y de la diversidad de
responsabilidades según los niveles y tipos de enseñanza en los
diferentes países (el esquema de la República Federal de Alemania
brinda un ejemplo al respecto), no es posible presentar todas las
experiencias nacionales en un mismo cuadro sin menoscabar la
precisión de la información al simplificar los criterios de clasificación.
Por estas razones, el cuadro siguiente clasifica las experiencias
nacionales en función de ciertos criterios (incompletos) de clasificación.
En términos generales se advierte que el Ministerio de
Educación ostenta aparentemente un cuasi-monopolio en el campo de
la información; pero la decisión y la aplicación de la misma, dependerán
según los casos, de iniciativas individuales, de colectividades
locales, de grupos de padres de alumnos, de los servicios del
Ministerio de Educación, del Plan o aún del Ministerio de Transportes.
De manera general - en nueve de once países - las opciones son
"arrancadas" y dependen de la presión de los usuarios o de otros
grupos de intereses locales. Por lo tanto, existe gran dificultad para
asegurar un mínimo de racionalidad a la toma de decisiones. De
hecho, el factor político es determinante ya que, cualquiera sea el
tipo de opciones, el gobierno puede siempre de una manera u otra
ejercer cierto control y restringir la libertad de las iniciativas
dispersas; puede rehusar la afectación de la institución a fines
educativos, bloquear la subvención destinada a asegurar su funcionamiento
o tomar cualquier otra medida que contribuya al cierre de un
establecimiento que ha sido abierto sin su aprobación. En la práctica,
la situación no es tan simple ya que el gobierno no puede hacer caso
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