O TEMPO NA DIREÇÃO DO TRATAMENTO

presentación, el trieb, nos dice Freud... y
si por falta de representación, no está ahí,
de qué trieb se trata, tal vez tengamos que
considerar que solo es trieb por venir.”
Allí Lacan agrega otras metáforas para
hablar de esa Otra realidad: ruptura entre
percepción y conciencia, entre carne y
uña, el lugar intemporal. La pregunta
acerca del campo de la percepción Lacan
la va a situar relevando lo que es del
campo escópico, no sin relevar la Otra
escena: el sueño como un lugar donde
algo se da a ver en esa Otra escena y por
otra parte lo pulsional, articulado en el
sueño por el deseo en relación a una
representación que es inexistente.
El “quiero ver” de la exigencia
pulsional se hace presente en el sueño,
presente como tiempo verbal y presente
también como metáfora de una ausencia.
Ausencia que en la experiencia del
análisis la soporta la presencia del
analista, ausencia del tiempo anterior
borrado a la manera en que Freud
describe la pizarra mágica, donde lo que
queda es una marca. Tiempo en el que se
le demanda al Otro y en el “decir” la
promesa que la palabra evoca. Tiempo
por venir...
Y lo por venir entonces, si el tiempo
anterior falta ¿dónde se ubica?
Si no hay representación de la falta,
sino la de una hipótesis que hace las
veces de representación de lo que no hay,
lo por venir y allí objetos, satisfacciones,
insatisfacciones, penas, goces, deseos en
fin, palabras; lo por venir, entonces, es
retroactivo respecto de esta hipótesis que
hace las veces de anticipación: hipótesis
de una Otredad necesaria que da la
posibilidad para ese sujeto de desalojar
ese lugar, no sin apropiarse de algo que
está en el Otro.
Hasta aquí, dos planos en que se realiza
el Otro para el sujeto: uno, el que
construye la Otra realidad, lo pulsional
por venir; y el otro plano, el de la Otra
escena donde el deseo tiene lugar.
Entonces lugar y tiempo como equivalentes.
Otro y presente como metáfora
de esa equivalencia.
Ahora lo tercero, que es de la práctica
misma.
Liliana una mujer de 45 años, casada.
Tiene tres hijos. Llega, y en a las primeras
entrevistas pronuncia esta frase: “Con mi
madre no puedo pensar.”. Alrededor de
este dicho van a girar sus quejas. Habrá
otras frases en el mismo sentido donde
ella queda vacía de pensamientos frente a
su madre. Sentido el de sus frases que
revela momentos de angustia, allí donde
no puede pensar. Sentido que le da existencia.
Su ser está ahí como objeto entregado
al Otro. Se lamenta, se enuncia
como culpable del lugar que tiene para su
madre. Culpable por no decir lo que
piensa, cuando piensa distinto y por supuesto
culpable por pensar distinto.
Se plantea colmarla, para callarla, para
que la deje tranquila. Necesita creer fervorosamente
en que es posible una
identidad que anule el tiempo, la diferencia.
Identidad que sabemos, por propia
experiencia, es la medida de la insatisfacción
es la repetición puesta a repetir.
La exigencia de ir a ese lugar, lo dice,
“es mas fuerte que ella”. Incesantemente
va de Martínez a Belgrano (dos puntos
distintos de la Ciudad de Buenos Aires)
cuando algo en la voz de su madre varía,
cuando ella percibe su insatisfacción y,
aclara, la de su madre.
Escena de ir y volver que repite una
anterior, anterioridad que en el principio
se le anticipa como destino. ¿Qué pide?
¿De qué insatisfacción se trata? Por supuesto
que es la insatisfacción de su
madre, pero no sin la de ella. Allí, en esto
que es lo primero y como segundo queda
borrado, retorna. Retorna, a mi entender,
en una segunda frase que corresponde a
un segundo momento en el análisis de
Liliana. La frase es : “con mi mama no
me entiendo”, que es dicha en el
contexto de una nueva discusión que
tiene con su madre. La escansión allí es:
“no me entiendo.”
Ubiquémonos en el texto de Freud
“Más allá del principio del placer”.
Cuando el niño se separa de la madre es
algo de sí que pierde a través de esta
auto-mutilación. Cuando algo es perdido,
en términos de objeto amado, es algo de
sí que el sujeto pierde. Podemos llamar
su ser lo que el sujeto pierde al
Heteridade 7
Internacional dos Fóruns-Escola de Psicanálise dos Fóruns do Campo Lacaniano 115