O TEMPO NA DIREÇÃO DO TRATAMENTO

▪ Modalidades subjetivas do tempo
Acerca de la clínica del fin de análisis
resto atención y opino, el
Pamor que cree el
psicoanálisis es verdadero,
o quizás tan mentiroso
como aquellos que todos
los días creen en lo
verdadero de lo que
encuentran.
Esto dice mucho sobre la práctica que
me interesa, me dice algo, que los amores
también se terminan.
Cuando dos que se amaron, me dijeron
que se sientan a hablar sobre la falta de
amor, cuando el amado no sostiene
como objeto, la ilusión de que es él lo
que hace falta ya no hay nada más que
hablar. Así fue que me encontré con
enredos en algunos análisis para dar
cuenta de la elaboración del fin, como
dejar la transferencia.
Hay amores que cuentan un puro
transcurrir. Un devenir que se sostiene
en el tiempo, peor que no parece lograr
encuentro alguno de aquello que el amor
busca, y también hay otros, donde se
hace patente que no son más que
encuentro tras encuentro donde la
pasión que alcanza, no parece provocar
ni duración ni historia, cosa de la
neurosis, donde lo que entiendo por
psicoanálisis no lo hallo. Cada amor teje
su tiempo, cuál es el último.
Encuentro tras encuentro, donde el
“tras” implica una cronología en donde
propongo recuperar para pensar la
palabra freudiana excomulgada de la
elaboración.
Encuentro tras encuentro ¿Cómo
situar por que alguno de estos
encuentros merece ser el último? Y en
estos enredos del amor a punto que la
caída del sujeto supuesto saber es un
momento que se incluye entre el amor y
el olvido. Digo entonces: si el tiempo del
psicoanálisis es el tiempo del
inconsciente, cada psicoanálisis tiene su
tiempo.
Enrique Katz
El tiempo del inconsciente no es un
tiempo cronológico, sino un tiempo
ligado al proceso de elaboración
significante que le sujeto está llamado a
realizar en el marco de su propia
experiencia respecto a sus propias
preguntas y elecciones existenciales en el
tiempo hay una medida.
Hacer decir tic – tac al reloj nos
permite percibir su duración porque ya
está organizado. Pero, tras la entrada
necesaria de la cifra en el tiempo, queda
siempre un resto, esta es la razón por la
cuál el intervalo entre los dos sonidos del
tic – tac está cargado de duración
significativa el tic - tac es pues una trama,
como la articulación significante fort –
da del juego infantil freudiano pero
trama que humaniza el tiempo al
conferirle forma y donde el intervalo
entre ambos representa el tiempo
puramente sucesivo y desorganizado que
necesitamos humanizar.
Pero ese tic – tac es también un tiempo
mortificado que no recubre totalmente el
tiempo como real, el tiempo vivo del
sujeto deseante, el tiempo peculiar del
sujeto.
Este tiempo no es tan poco el tiempo
como medida del valor del trabajo del
analista.
Según los parámetros propios de la
economía del discurso capitalista que
sanciona que el tiempo equivale al dinero.
En un psicoanálisis se trata entonces de
restaurar la función del tiempo en
conformidad al funcionamiento temporal
del inconsciente del sujeto.
Si hay un resumen insuperable que
rectifica el aporte de la lingüística y que
ante todo rectifica el concepto de tiempo
es: “lo que se diga permanece olvidado
detrás de lo que se dice en lo que se
escucha”. Lectura de Lacan del
“Atolondradicho”.
Lo que se diga, cuando se habrá de
decir? ¿Cuándo sino, en una diferencia
Heteridade 7
Internacional dos Fóruns-Escola de Psicanálise dos Fóruns do Campo Lacaniano 191