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O TEMPO NA DIREÇÃO DO TRATAMENTO

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lojes escoltando escenas muestran su incapacidad<br />

para medir las horas.<br />

Este personaje ominoso viene a encargarse<br />

de interrogar la responsabilidad del<br />

sujeto por el sendero del olvido. El olvido,<br />

es el tiempo del amo que avanza en la<br />

certidumbre de un tiempo que progresa<br />

junto a un pasado que ya ha acontecido y<br />

un futuro que vendrá.<br />

Pero Lynch se muestra fascinado por<br />

esta reversión del tiempo como sustento<br />

de la experiencia humana. Ese tiempo reversivo<br />

que pareciendo ir hacia el futuro<br />

va a mostrar simultáneamente, su inscripción<br />

en el pasado. “No te acuerdas: si<br />

hoy fuera mañana, estarías sentada ahí y<br />

sucedería eso.”<br />

En el film, recordar no es el regodeo<br />

nostálgico de la fantasía encubridora,<br />

sino un ver-se ahí. Ver-se en un lugar<br />

donde el ser ya no puede reconocerse.<br />

La repetición como encuentro fallido<br />

con lo Real, es este tiempo que no pasa al<br />

pasado, que vuelve y que no cesa de noescribirse.<br />

La imagen de esa incesante púa que<br />

surca, sobre un disco de vinilo en movimiento.<br />

A partir de allí, comenzará un abismo<br />

del ser. Un abismo del ser que ya no<br />

puede reconocerse en la imagen alienada<br />

del espejo. Ese Yo que ahora es otro y<br />

que aquí se da a ver en el encuentro del<br />

personaje con su doble; en ese espejo<br />

que refleja las dos siluetas de Nikki<br />

separándose de sí; en la ventana que deja<br />

ver al partenaire pero que no<br />

transparenta su propia imagen. Así, el<br />

vidrio del televisor es una ventana real<br />

donde espectador y personaje conforman<br />

las dos caras moebianas de un mismo<br />

sujeto. La joven prostituida del inicio que<br />

mira del otro lado del televisor llorando,<br />

será con quien Nikki se reencuentra al final<br />

del periplo. El personaje, Sue y la actriz,<br />

Nikki, integran ahora a un único sujeto<br />

que ha descubierto el otro lado de la<br />

banda moebiana pero no puede acceder a<br />

él. Así como Nikki en la escena de la<br />

cama le reclama al partenaire que<br />

continúe siendo él, el amante-actor,<br />

podrá pasar luego a buscar a “Billy” el<br />

amante en la ficción.<br />

Lynch parece interesarse además por<br />

una alienación que no sólo se visualiza en<br />

lo Imaginario, sino por aquella otra alienación<br />

–simbólica- que revela la división<br />

del sujeto entre dos estados del ser: el estado<br />

del sentido y el del sinsentido.<br />

Convoca a pensar ese otro modo del<br />

tiempo que es el inconsciente y que<br />

revela la subversión del cogito que funda el<br />

discurso de la ciencia moderna: el cogito<br />

cartesiano. El psicoanálisis encuentra un<br />

sujeto, dividido entre el soy donde no<br />

pienso (ese inconsciente) y el pienso (el<br />

inconsciente) donde no soy.<br />

Podría entenderse así, el modo en que<br />

Lynch hace transitar a su personaje desde<br />

esta posición inicial del no pienso; desde<br />

una cierta comodidad de la existencia que<br />

ha encontrado en el olvido el modo de<br />

rechazar el saber sobre su posición de<br />

objeto, a una posición de encontrarse<br />

con el no ser; el no-ser bajo historia<br />

rechazada, enviada al olvido.<br />

En la cohabitación de este estado del<br />

no ser, se ve a una Nikki que ahora se encuentra<br />

entre prostitutas. Ambiguamente<br />

pasa a ser la criminal o la víctima del crimen<br />

que va a perpetrarse. Una frase la<br />

representa como sujeto incapaz de responsabilizarse<br />

subjetivamente en tanto<br />

deslocalizado en el tiempo de la repetición:<br />

despeinada, desencajada; visiblemente<br />

golpeada y lastimada y con un<br />

destornillador en la mano, reflexiona ante<br />

un interlocutor que la escucha en<br />

silencio: “Un día supuse que al despertar<br />

descubriría qué diablos sucedió ayer”<br />

Lynch propone que es necesaria una<br />

presencia, un semblante, para que esta<br />

pregunta del sujeto pueda desplegarse?<br />

“No sé qué hago acá”. “No fue fácil encontrar<br />

el lugar, eh?” “Vine porque me<br />

dijeron que podría ayudarme” Frases conocidas<br />

para un analista y que son aquellas<br />

con las que esta Nikki se anuncia al<br />

llegar hasta este interlocutor: ¿Alude<br />

Lynch a la figura de un analista? Si lo fuera,<br />

parece difuminarse en la imagen de un<br />

gordo que soporta semblantes de idiota,<br />

de detective privado y de alcahuete del<br />

amo.<br />

Podría arriesgarse una hipótesis más<br />

sobre el film de Lynch. En ‘Imperio’ se<br />

Heteridade 7<br />

Internacional dos Fóruns-Escola de Psicanálise dos Fóruns do Campo Lacaniano 246

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