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O TEMPO NA DIREÇÃO DO TRATAMENTO

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de las dos lecturas posibles cabría para<br />

los eventos que vive el personaje<br />

construido por Lynch.<br />

La hipótesis psi es denostada en<br />

general por los seguidores del director ya<br />

que consideran –tal vez legítimamenteque<br />

la variante de análisis psi del film es<br />

infructuosa y estéril para desentrañar el<br />

fin expresivo de la estética puesta en<br />

juego.<br />

Para quienes estamos habituados a<br />

escuchar desde el psicoanálisis el<br />

discurso de la psicosis con las vías que<br />

abrió la teorización del delirio y del<br />

desencadenamiento a partir de Lacan,<br />

concita asombro la coherencia de un<br />

relato 288 que conserva varios de los<br />

elementos y temas que pueden poblar el<br />

desencadenamiento de una psicosis y el<br />

intento restitutivo del delirio.<br />

Vemos al personaje enfrentado a la<br />

disolución de su mundo frente a<br />

presencias ominosas y fenómenos de<br />

lenguaje; lo vemos ante el encuentro con<br />

la presencia real de su doble, y también<br />

ante el fenómeno del empuje-a-la-mujer<br />

todos fenómenos propios del<br />

desencadenamiento de la psicosis.<br />

Tan absurdo como pensar que fuera<br />

necesario haber leído a Lacan o a Freud<br />

para escribir Hamlet, es absurda la<br />

pregunta sobre si Lynch leyó o no a<br />

Lacan.<br />

De todos modos, habitar ese tiempo<br />

del no-soy sin la apoyatura del amor de<br />

transferencia, nos habla o de la pesadilla<br />

o de los fenómenos de las psicosis.<br />

En la última clase del Seminario 11,<br />

Lacan dice: “...la religión, entre los<br />

modos que tiene el hombre de hacerse la<br />

pregunta por su existencia en el mundo y,<br />

más allá como modo de subsistir del<br />

sujeto que se hace preguntas, se distingue<br />

por una dimensión que le es propia y que<br />

esta signada por el olvido.”<br />

La muerte de dios de la posmodernidad,<br />

con el nacimiento del individuo, ha<br />

cedido paso llamativamente al recrudeci-<br />

288<br />

Aceptar que Lynch ha filmado sin guión,<br />

podría hacer caer en la ingenuidad de que porque<br />

no lo tiene escrito, creer que no sabe lo que<br />

quiere transmitir. Los psicoanalistas sabemos<br />

algo de eso.<br />

miento de las religiones. El capitalismo<br />

como otra religión, no ayuda a mantener<br />

ni a contestar las preguntas, pero puede<br />

prometer a los individuos una pequeña<br />

garantía para la falta de ser. La publicidad<br />

parece una tentativa. Las boquitas atomizadas<br />

y besuconas bajo el lema ‘Cocacola<br />

fábrica de felicidad’ que se veía hasta<br />

hace unos días en nuestro cartel de Corrientes<br />

y Callao, representan ese intento.<br />

En otro extremo como lo hacía notar<br />

Jorge Alemán con respecto a la estrategia<br />

publicitaria de hace unos pocos años de<br />

Benetton de mostrar el horror para acercarnos<br />

a la moda: el mercado ya no necesitaría<br />

velo para convocar la mirada: no<br />

hay más que este horror que te mostramos,<br />

así que vístete con Benetton que<br />

sólo queda tu apariencia.”<br />

Lynch gusta de transitar los bordes de<br />

la gran maquinaria legitimadora que es<br />

Hollywood. Está más atento a la<br />

penumbra de los estudios de filmación, a<br />

los bastidores de los escenarios, y a las<br />

ocultas redes de poder que sustentan los<br />

films. Está atento a aquello que es<br />

rechazado de este discurso en su<br />

producción como maquinaria ideológica.<br />

Nikki, emblema identificatorio para la<br />

cultura globalizada, puede ser una más<br />

entre esos seres-desecho que moran en<br />

los bordes del consumo, que habitados<br />

por la locura o la debilidad mental<br />

muestran sin velo el saber de la<br />

segregación.<br />

Como Lacan lo señala en marzo de<br />

1970, es del tiempo de la repetición de lo<br />

cual el discurso del capitalismo se<br />

sustenta. Como resultado de la<br />

copulación entre el discurso del amo y la<br />

ciencia, su motor se reanuda al servicio<br />

de la forclusión de la verdad de la<br />

castración.<br />

El discurso capitalista se alimenta de su<br />

propuesta para el goce sin lazo social, es<br />

decir la promesa de una conexión directa<br />

con el objeto de goce.<br />

La lógica del supermercado gobierna<br />

no sólo la pulverización de los ideales<br />

sino del objeto de goce. Bajo el ideal de<br />

un tiempo que progresa, lo nuevo se<br />

instala como promesa de satisfacción<br />

acelerando los ritmos de producción con<br />

Heteridade 7<br />

Internacional dos Fóruns-Escola de Psicanálise dos Fóruns do Campo Lacaniano 248

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