Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
236 LA CULTURA COMO PRAXIS<br />
que toda información se transmite mediante la presencia o la<br />
ausencia de un signo concreto, y no por las cualidades inmanentes<br />
del signo en cuestión. Esto significa, a su vez, que los<br />
atributos más importantes y defínitorios de un signo son precisamente<br />
aquellos que lo discriminan respecto a otros signos alternativos;<br />
esa capacidad discríminadora es la única cosa que<br />
cuenta en la transmisión de información, es decir, en el acto de<br />
convertir el caos en un sistema con significado o, en términos<br />
más generales, en la reducción del nivel de incertidumbre.<br />
Ahora bien, si la <strong>cultura</strong> humana es un sistema con significado<br />
(y lo debe ser si ordenar el entorno humano y modelar las<br />
relaciones humanas son algunas de sus funciones umversalmente<br />
aceptadas), lo que se ha dicho hasta ahora sobre la<br />
naturaleza de la significación será totalmente relevante en el<br />
contexto <strong>cultura</strong>l. Esto quiere decir que tratar de establecer<br />
el significado de un elemento <strong>cultura</strong>l analizándolo separadamente<br />
de los otros, por sí mismo, resulta muchas veces intrascendente<br />
y siempre incompleto y parcial. Pero esto es exactamente<br />
lo que suelen hacer los funcionalistas desde la época de<br />
Malinowski: una primera posibilidad es tratar, tal <strong>como</strong> hizo el<br />
propio Malinowski, de explicar los fenómenos <strong>cultura</strong>les relacionándolos<br />
con las necesidades individuales que supuestamente<br />
satisfacen (hábito que mereció la justa réplica de George<br />
Balandier al decir que «el lugar que Malinowski destina para<br />
las necesidades llamadas "fundamentales" puede incitar a encontrar<br />
la explicación de los fenómenos sociales por un procedimiento<br />
de reducción del orden socio<strong>cultura</strong>l al orden psicofisiológico,<br />
un procedimiento muy aleatorio y muy sospechoso<br />
desde el punto de vista científico», y un procedimiento seguido<br />
sin lugar a dudas por Malinowski); 70 una segunda posibilidad,<br />
fiel esta vez a la tradición durkheimiana, consiste en moldear<br />
una concepción antropomórfica de la «necesidad del sistema»<br />
para poder afirmar una función razonable para cada una de las<br />
pautas <strong>cultura</strong>les. Ambos enfoques contradicen bastante ob-<br />
LA CULTURA COMO ESTRUCTURA 237<br />
viamente el imperativo metodológico de relacionar significados<br />
con oposiciones entre signos, en vez de tomarlos aisladamente.<br />
El significado de un signo no se hace transparente en el contexto<br />
de otras entidades no semióticas, sino en el contexto de<br />
otros signos con los que se relaciona sistemáticamente el signo<br />
analizado.<br />
Aun habiendo centrado nuestra atención en las diferencias<br />
entre elementos y pautas <strong>cultura</strong>les en su rol semiótico (transmisor<br />
de información), no deberíamos concluir que cada diferencia<br />
en la forma física de los elementos está forzosamente<br />
cargada de significado. Sólo son significativas aquellas diferencias<br />
que existen entre elementos alternativos, es decir, elementos<br />
que se pueden sustituir recíprocamente en la misma situación,<br />
en el mismo lugar de la secuencia de interacciones humanas. A<br />
esta importante categoría semiótica pertenecen diferentes pautas<br />
<strong>cultura</strong>les empleadas por dos personas cuando se dirigen la<br />
una a la otra, o en las distinciones entre vestido de noche y ropa<br />
de batalla, entre minifalda y falda, entre puertas con y sin el<br />
cartel de «Prohibida la entrada», o entre puertas con dicho<br />
cartel a ambos lados o sólo a un lado. Éstos son elementos paradigmáticamente<br />
opuestos, es decir, elementos mutuamente<br />
reemplazables en la misma sección de la secuencia conductual.<br />
Siempre que dos elementos <strong>cultura</strong>les se oponen paradigmáticamente,<br />
podemos sospechar que transmiten información sobre<br />
alguna realidad no semiótica. Antes de que cada uno de los<br />
elementos o patrones opuestos paradigmáticamente se utilice,<br />
se da una situación de incertidumbre ya que cada uno de ellos<br />
tiene cierta probabilidad de aparecer; después de que aparezca<br />
uno en lugar de los otros, se reduce la incertidumbre y, consecuentemente,<br />
se consigue un orden.<br />
De acuerdo con la tipología bien conocida de N. S. Trubetzkoy,<br />
71 los dos miembros de una oposición significativa pueden<br />
diferir el uno del otro de tres maneras alternativas. En primer<br />
lugar, cada uno puede poseer, además de la parte compartida