09.05.2013 Views

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

12 LA CULTURA COMO PRAXIS<br />

ce superar bien Ia prueba de Ia «verdad», mientras que se defíende<br />

peor en Ia prueba de «nada más que Ia verdad» y falia, más<br />

bien ignominiosamente, en Ia prueba de «toda Ia verdad». Creo<br />

que Ia mayor parte de Io que no funciona en ei libro es aquello<br />

que lê falta, pero que debería estar presente, tal <strong>como</strong> hoy Io<br />

veo, en cualquier explicación sobre Ia <strong>cultura</strong> que pretenda ser<br />

global y duradera. Si tuviese que escribir ei libro otra vez, quizás<br />

borraria algo dei antiguo texto, pero, con toda probabilidad, anadiría<br />

un buen punado de temas y, todavia con más seguridad, remodelaria<br />

ei énfasis. Por Io tanto, ei resto de Ia introducción incluirá<br />

algunas revisiones, pero se centrará sobre todo en llenar los<br />

huecos que ei texto original encerraba sin darse cuenta.<br />

Se impone una observación más, en particular si tenemos<br />

en cuenta ei alcance notoriamente corto de nuestra memória<br />

colectiva. Un libro acerca de Ia <strong>cultura</strong> escrito hace treinta anos<br />

se dirigia forzosamente a unos lectores muy distintos de los que<br />

cabe esperar en su segunda encarnación. Poço se podia dar por<br />

arraigado en Ias ideas dei lector de entonces, mientras que hoy<br />

ei mismo libro tendría que contar con que los lectores están<br />

bien avezados en Ia «problemática de Ia <strong>cultura</strong>» y disponer de<br />

marcos cognitivos básicos y de conceptos esenciales sólidamente<br />

asimilados. Algunas ideas que había que explicar laboriosamente<br />

hace treinta anos parecerían ahora evidentes hasta<br />

ei limite de Io trivial.<br />

El caso más conspicuo es Ia misma noción de <strong>cultura</strong>. En<br />

Gran Bretana, ei concepto brillaba por su ausência, tanto entre<br />

ei público en general <strong>como</strong>, sobre todo, en ei discurso de los<br />

científicos sociales de los sesenta, a pesar dei esfuerzo pionero<br />

de Matthew Arnold por insertarlo en ei vocabulário de Ias clases<br />

cultas britânicas y pese a Ia posterior y valerosa lucha de<br />

Raymond Williams y Stuart Hall por legitimarlo. Admito gustosamente<br />

que, por suerte para Ia opinión culta britânica, hoy es<br />

difícil creer que semejante estado de cosas se diera hace apenas<br />

treinta anos, pero, incluso más recientemente, algún tiempo<br />

INTRODUCCIÓN 13<br />

después de Ia primera edición de este libro, tuve que pasar por<br />

Ia agonia de explicar quê significaba Ia palabra «<strong>cultura</strong>» ante<br />

los ilustres estudiosos que componían ei comitê de planificación<br />

universitária: fue con ocasión de Ia propuesta de instituir<br />

un Centro de Estúdios Culturales interdepartamental, por aquel<br />

entonces una espécie rara en Ias islãs britânicas. Tampoco resultaba<br />

fácil transmitir Ia idea de estructura <strong>como</strong> un fenômeno<br />

diacrónico más que sincrónico, antes de que Ia «estructuración»<br />

de Anthony Giddens Ia introdujera en ei canon de los<br />

cursos de primer ano de sociologia (con Io que los lectores empezarían<br />

a captaria y digeriria).<br />

Parece ser una regia general que Io que en su dia fue una<br />

audaz aventura intelectual acaba por caer en Ia repetición irreflexiva<br />

de Ia rutina. Está en Ia naturaleza de Ias ideas que nazcan<br />

<strong>como</strong> molestas herejías y mueran <strong>como</strong> aburridas ortodoxias.<br />

Resucitar, y no digamos ya revitalizar, su potente impacto<br />

provocador y emancipador requiere un gran poder imaginativo:<br />

baste, por ejemplo, evocar Ia conmoción creada por Ia concepción<br />

de <strong>cultura</strong> de Lévi-Strauss, con sus inacabables series<br />

de permutaciones. Al fin y ai cabo, Ia función de toda rutina es<br />

convertir en lujos prescindibles Ia reflexión, ei escrutínio, Ia experimentación,<br />

Ia vigilância y otros esfuerzos que exigen costos<br />

y tiempo.<br />

Consecuentemente, además de Ias dos tareas o subtareas<br />

mencionadas previamente, es cosa dei autor volver a «afilar»<br />

algunas ideas hoy rutinarias, con Ia esperanza de restaurar si es<br />

posible, su capacidad para cortar o, si así Io preferís, resucitar<br />

en una nana su pasado toque de clarín.<br />

LA CULTURA COMO CONCIENCIA DE LA SOCIEDAD MODERNA<br />

En sintonia con Ia concepción sociológica que prevalecia<br />

hace treinta anos, veia Ia <strong>cultura</strong> <strong>como</strong> un rasgo de Ia realidad

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!