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Zygmunt Bauman La cultura como praxis

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80 LA CULTURA COMO PRAXIS<br />

o de los khmeres rojos, o prohibiendo los mecanismos de comunicación<br />

electrónicos, no se puede impedir su ubicua presencia.<br />

Si Ias barreras lingüísticas son todavia capaces de desviar o ralentizar<br />

su movimiento, dicha capacidad se encoge con cada nuevo<br />

avance en ei desarrollo de Ia tecnologia electrónica.<br />

Esto no significa Ia desaparición definitiva de Ias identidades<br />

<strong>cultura</strong>les. Pero si que Ias identidades <strong>cultura</strong>les y Ia difusión<br />

de los patrones y productos <strong>cultura</strong>les han cambiado de<br />

ubicación, ai menos cuando se comparan con Ia imaginería ortodoxa<br />

de <strong>cultura</strong>. <strong>La</strong> motilidad, Ia falta de raíces y Ia accesibilidad<br />

global de los patrones y productos <strong>cultura</strong>les constituyen<br />

hoy Ia «realidad primaria» de Ia <strong>cultura</strong>, mientras que Ias identidades<br />

<strong>cultura</strong>les solo pueden surgir <strong>como</strong> ei resultado de una<br />

larga serie de «procesos secundários» de elecciones, retenciones<br />

selectivas y recombinaciones (que, hay que insistir, no se detiene<br />

una vez que ha emergido Ia identidad en cuestión).<br />

Sugiero que Ia imagen que cuenta con más posibilidades<br />

para captar Ia naturaleza de Ias identidades políticas es Ia dei<br />

torbellino en lugar de Ia de Ia ida. Lãs identidades solo retienen<br />

su forma distintiva en Ia medida en que continúan ingiriendo y<br />

despojando sustância <strong>cultura</strong>l que raramente es de fabricación<br />

propia. Lãs identidades no descansan sobre Ia unicidad de sus<br />

rasgos, sino que consisten cada vez más en maneras distintas de<br />

seleccionar, reciclar o redisponer Ia sustância <strong>cultura</strong>l que es<br />

común a todas o, ai menos, potencialmente accesible a todas.<br />

Lo que asegura su continuidad es ei movimiento y Ia capacidad<br />

de cambio, no Ia habilidad para aferrarse a una forma y contenidos<br />

establecidos de una vez para siempre.<br />

RELATTVIDAD DE LA CULTURA Y UNIVERSALIDAD DE LA HUMANIDAD<br />

Mientras se teorice Ia plumlidad <strong>cultura</strong>l <strong>como</strong> una pluralidad<br />

de <strong>cultura</strong>s, los estudiosos de Ia <strong>cultura</strong> se verán abocados<br />

INTRODUCCIÓN 81<br />

a contemplar Ia comunicación y Ia comparación trans<strong>cultura</strong>les<br />

<strong>como</strong> uno de sus problemas centrales. De hecho, dado que cada<br />

<strong>cultura</strong> divide ei universo <strong>cultura</strong>l en un «dentro» y un «fuera»,<br />

siempre hay <strong>como</strong> mínimo dos maneras y, con toda probabilidad,<br />

infinitamente más, de interpretar ei significado de los<br />

productos <strong>cultura</strong>les. Pueden existir muchas interpretaciones<br />

desde «fuera», pero todas distorsionan de una u otra forma Ia<br />

comprensión desde «dentro». Si a esto se lê anade ei supuesto<br />

tácito de que Ia interpretación interna se privilegia sobre todas<br />

Ias demás, paralelamente a <strong>como</strong> Ia verdad se privilegia sobre<br />

los errores, entonces ei objetivo ideal para Ias lecturas desde<br />

«fuera» es aproximarse tanto <strong>como</strong> sea posible ai significado<br />

que un producto <strong>cultura</strong>l determinado tenga para sus productores<br />

y usuários nativos. El problema para ei observador de<br />

fuera es <strong>como</strong> acercarse a Ia concepción de los de dentro sin<br />

perder contacto con ei universo de significado propio. Esta parece<br />

Ia principal dificultad que acecha a Ia «traducción trans<strong>cultura</strong>l».<br />

Los historiadores, que exploran tierras no visitadas por Ia<br />

gente ordinária debido a su distancia en ei tiempo, y los etnólogos,<br />

que examinan tierras igualmente ocultas en razón de su<br />

lejanía en ei espacio, configuran casos paradigmáticos de Ia difícil<br />

situación en que se encuentran los expertos en traducción.<br />

Cornelius Castoriadis ha resumido sucintamente sus aprietos: 30<br />

El historiador o ei etnólogo se vê obligado a intentar entender<br />

ei universo de los babilônios o de los bororó [...] tal <strong>como</strong><br />

aquellos Io vivían [...] absteniéndose de introducir en ellos determinantes<br />

que no existían para dichas <strong>cultura</strong>s. [...] Pero ahí no se<br />

acaba Ia cosa. El etnólogo o Ia etnóloga que ha asimilado tan<br />

completamente Ia cosmovisión bororó que ya no puede ver ei<br />

mundo de otra manera, ya no es un etnólogo o una etnóloga, sino<br />

un o una bororó, y los bororós no son etnólogos. <strong>La</strong> raison<br />

d'être dei etnólogo es que, sin ser asimilado por los bororó, pue-

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