09.05.2013 Views

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

32 LA CULTURA COMO PRAXIS<br />

El combate nunca se detiene, es ei verdadero estilo de vida<br />

de todas Ias <strong>cultura</strong>s. <strong>La</strong> sedimentación de Ias formas y su erosión<br />

van de Ia mano, a pesar de que actúan en proporciones y<br />

ritmos diversos, con Io que, de vez en cuando, se altera ei equilíbrio<br />

entre los dos aspectos dei proceso <strong>cultura</strong>l. Según Simmel,<br />

nuestro propio tiempo —moderno— está marcado por<br />

una especial inquietud de Ias fuerzas vitales: «El impulso básico<br />

que se halla detrás de Ia <strong>cultura</strong> contemporânea es de naturaleza<br />

negativa, y ello se debe a que, a diferencia de los hombres<br />

de épocas anteriores, ya llevamos cierto tiempo viviendo<br />

sin compartir ideal alguno, tal vez incluso sin ningún ideal en<br />

absoluto». 9<br />

Uno se pregunta por quê podría ser así. Puede ser que<br />

Ia búsqueda moderna de orden, ei osado y consciente salto de Ia<br />

temporalidad a Ia atemporalidad, dei movimiento a Ia quietud,<br />

suponga Ia propia derrota de los que Ia emprenden. Si no existe<br />

ninguna «forma fija» que pueda reclamar otro fundamento<br />

que Ia fuerza creativa humana que Ia hizo nacer, tampoco es<br />

probable que alguna forma alcance ei estatus de un «ideal», en<br />

ei sentido de un «estado final» o de un «objetivo último», que,<br />

una vez alcanzado, conduciría ai cese de toda crítica sobre Ias<br />

formas, induciendo por fin a una convivência armónica entre Ia<br />

«vida subjetiva» y «sus contenidos». Cuanto más consciente,<br />

determinado e ingenioso es ei imperativo por crear ei orden,<br />

más visible es Ia impronta de fragilidad que conllevan sus productos,<br />

y cuanto más débil se muestra Ia autoridad de dichos<br />

productos, menos «atemporal» resulta ser su fijeza.<br />

<strong>La</strong> tragédia de Ia <strong>cultura</strong> según Simmel, <strong>como</strong> todas Ias tragédias,<br />

carece de un final feliz. Como todas Ias tragédias, cuenta<br />

una historia de actores zarandeados por fuerzas que se revelan<br />

más indómitas cuanto más tratan de domenarlas, guiadas<br />

por un hado que ellos no pueden controlar. Hoy, en términos<br />

más mundanos, aunque no menos dramáticos, Ias influyentes<br />

ideas se repiten a Io largo y ancho dei reino de Ias ciências so-<br />

INTRODUCCIÓN 33<br />

ciales, muy particularmente en ei modelo de sociedad de riesgo,<br />

postulado por Ulrich Beck, o en ei concepto de incertidumbre<br />

manufactumda, de Anthony Giddens o, incluso, en Ia visión de<br />

Ia democracia moderna de Cornelius Castoriadis <strong>como</strong> «un régimen<br />

de reflexividad y autolimitación», una sociedad que sabe,<br />

o debería saber, que no tiene garantizado un significado,<br />

que vive inmersa en ei caos, que es un caos en si misma, ese caos<br />

que necesita conferirse una forma, que nunca se fija de una vez<br />

por todas. 10<br />

Resumiendo, tal <strong>como</strong> se tiende a entenderia actualmente,<br />

Ia <strong>cultura</strong> resulta ser un agente dei desorden tanto <strong>como</strong> un<br />

instrumento dei orden, un elemento sometido a los rigores dei<br />

envejecimiento y de Ia obsolescência, o <strong>como</strong> un ente atemporal.<br />

<strong>La</strong> obra de Ia <strong>cultura</strong> no consiste tanto en Ia propia perpetuación<br />

<strong>como</strong> en asegurar Ias condiciones de nuevas experimentaciones<br />

y câmbios. O, más bien, Ia <strong>cultura</strong> «se perpetua» en Ia<br />

medida en que se mantiene viable y poderosa, no ei modelo, sino<br />

Ia necesidad de modificarlo, de alterado y reemplazarlo por<br />

otro. Así pues, Ia paradoja de Ia <strong>cultura</strong> se puede reformular<br />

<strong>como</strong> sigue: todo aquello que sirve para Ia preservación de un<br />

modelo socava ai mismo tiempo su afianzamiento.<br />

<strong>La</strong> búsqueda dei orden transforma a todo orden en flexible<br />

y en menos-que-eterno. <strong>La</strong> <strong>cultura</strong> no puede producir otra cosa<br />

que ei cambio constante, aunque no pueda realizar câmbios<br />

si no es a través dei esfuerzo ordenador. <strong>La</strong> pasión por ei orden,<br />

nacida dei temor ai caos, y ei descubrimiento de Ia <strong>cultura</strong>,<br />

Ia percepción de que ei destino dei orden se halla en Ias manos<br />

dei ser humano, fue Io que marco Ia entrada dei mundo<br />

moderno en Ia era de un imparable y acelerado dinamismo de<br />

formas y modelos. En Ia búsqueda de modelos y de Eindeutigkeit,<br />

Ia ambivalência de Ia libertad ha encontrado ei método<br />

patentado de su propia conservación.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!