Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Zygmunt Bauman La cultura como praxis
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
84 LA CULTURA COMO PRAXIS<br />
riendo imaginar a Averroes, sin otro material que unos adarmes de<br />
Renan, de <strong>La</strong>ne y de Asín Palácios. Senti, en Ia última página, que<br />
mi narración era un símbolo dei hombre que yo fui, mientras Ia<br />
escribía y que, para redactar esa narración, yo tuve que ser aquel<br />
hombre y que, para ser aquel hombre, yo tuve que redactar esa<br />
narración, y así hasta Io infinito. (En ei instante en que yo dejo de<br />
creer en él, «Averroes» desaparece.)<br />
<strong>La</strong> difícil sabiduría adquirida por lectores occidentales de<br />
<strong>cultura</strong>s foráneas después de un par de siglos de autoconfíanza<br />
injustificada, y no por ello menos arrogante, ya está toda aqui,<br />
en Ias cavilaciones de Ia gran mente pensando sus pensamientos<br />
dentro de un mundo proyectado por ei centro <strong>como</strong> periférico<br />
y, por esta misma razón, restringida obligadamente a Ia<br />
cima de Ia «barricada de Ia traducción». <strong>La</strong> traducción es un<br />
proceso de creación propia y recíproca a Ia vez: ei traductor, lejos<br />
de ejercer su autoridad para llevar a su terreno ai traducido,<br />
Io primero que debe hacer es elevarse hasta ei espacio de este<br />
último; si Ia traducción crea ei texto traducido, también crea ai<br />
traductor. Sin ei relato de Ia búsqueda de Averroes, este deja de<br />
buscar. Tanto ei traductor <strong>como</strong> ei traducido o Io traducido se<br />
hacen realidad y se desvanecen en ei mismo proceso de traducción,<br />
siendo cada uno de ellos una pantalla imaginaria sobre Ia<br />
que se proyecta Ia misma labor de comunicación en curso. Nos<br />
preocupamos a menudo por Io que «se pierde en Ia traducción».<br />
Quizás nos preocupemos indebidamente o tal vez nuestro<br />
objeto de preocupación sea errôneo: de todas maneras,<br />
nunca sobremos Io que verdaderamente se pierde y, si llegamos<br />
a saberlo, no seremos capaces de compartir nuestro conocimiento<br />
con aquellos para los que desçamos efectuar dicha traducción.<br />
En consecuencia, es preferible atenerse a Ias ganâncias:<br />
hay cosas que solo se pueden ganar en Ia traducción.<br />
Durante una larga parte de su historia, Ia teoria hermenêutica<br />
—de Ia comprensión de aquello que no es inmediatamen-<br />
INTRODUCCIÓN 85<br />
te comprensible o que corre ei peligro de ser malentendido—<br />
era una narración de los logros dei buscador de verdades en Ia<br />
tierra de los prejuicios, Ia ignorância y Ia ignorância de si mismo;<br />
se trataba de una historia que aportaba luz a Ia oscuridad,<br />
que combatia Ia superstición, que corregía ei error y, por Io demás,<br />
limpiaba Ias manchas dejadas por los accidentes de Ia historia,<br />
siempre locales y muy a menudo lejanos en relación con<br />
ei significado objetivo y Ia validez universal. En ese relato, ei intérprete<br />
era una máscara dei legislador; se esperaba que, a través<br />
de su argumentación, ei exégeta revelase Ia verdad de aquello<br />
que los que experimentaban Ia experiência interpretada no<br />
eran capaces de descubrir, debido a su propia ingenuidad prístina<br />
y sin luces. Como los Marlow y Kurtz de Joseph Conrad,<br />
ei explorador de otras <strong>cultura</strong>s se veia impelido por Ia necesidad<br />
de llevar luz a Io que hasta entonces había sido «ei corazón<br />
de Ias tinieblas». En Ia última versión, Ia traducción no era un<br />
intercâmbio entre dos lenguas diferentes y, mucho menos, ei intercâmbio<br />
igualitário entre dos lenguas iguales. Se trataba de<br />
un acto de elevación de Io contingente a Ia categoria de objetivo<br />
a través de una legislación de significado para Ia cual solo ei<br />
traductor está capacitado y tiene derecho, no ei traducido.<br />
En Ia famosa conferência de 1983, que introdujo en ei discurso<br />
actual de Ias ciências sociales ei concepto de «anti-anti-relativismo»,<br />
32 y en numerosos estúdios subsiguientes, Clifford<br />
Geertz ha popularizado Ia idea según Ia cual en ei trabajo dei<br />
explorador de «otra <strong>cultura</strong>», son «nativos» quienes se encuentran<br />
en los dos lados dei encuentro, inmersos todos ellos en sus<br />
propios mundos similarmente contingentes. No hay un punto<br />
de observación supra<strong>cultura</strong>l y suprahistórico (luego, libre de<br />
toda contingência), desde ei cual se pueda otear y retratar subsecuentemente<br />
ei significado verdadero y universal; ninguna de<br />
Ias partes dei mencionado encuentro ocupa semejante lugar. <strong>La</strong><br />
traducción es un proceso continuo, un diálogo inacabado e inconcluyente,<br />
destinado a permanecer así. El encuentro de dos