09.05.2013 Views

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

Zygmunt Bauman La cultura como praxis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

62 LA CULTURA COMO PRAXIS INTRODUCCIÓN 63<br />

en mi subconsciente. El resultado de Ia libre elección ya viene<br />

dado. Aunque ejerzo mi voluntad, no soy verdaderamente libre<br />

para aplicaria, ya que solo hay una cosa que en mi caso pueda<br />

ser deseada efectivamente: ei ser determinado por Ia terre et lês<br />

morts, ei regocijar a mis severos y exigentes amos ai decirme a<br />

mi mismo que «deseo vivir con estos amos y, ai hacerlos objetos<br />

de mi culto, compartir plenamente su fuerza».<br />

Pero también hay otras cosas que se me puede ocurrir desear<br />

o pensar (erroneamente) que soy libre de desear. Por ejemplo,<br />

renegar de mis amos o apropiarme de unos amos que no<br />

son los mios. En ambos casos, puedo llegar realmente a creer<br />

que soy libre y que mi elección, dictada por Ia razón y de su<br />

misma naturaleza, no conoce ataduras. En ambos casos ei resultado<br />

es ei mismo: déracinement, desarraigo, carne flácida sin<br />

columna vertebral, un pensamiento errante y vagabundo sin punto<br />

fijo sobre ei que reposar.<br />

Lo que une a ciertas criaturas humanas (y Ias diferencia de Ias<br />

otras) no es Ia solidaridad —algo que pueden forjar o desautorizar<br />

a voluntad, negociar, acordar o rechazar—, sino ei parentesco<br />

—lazos que no han elegido y que no son libres de hacer desaparecer—.<br />

«El hecho de ser de Ia misma raza, de Ia misma família,<br />

forma un determinismo psicológico: en este sentido entiendo Ia<br />

palabra parentesco.» El estatus dei parentesco es precário: suficientemente<br />

fuerte para inspirar fé en Ia victoria final dei movimiento<br />

hacia Ia unidad, pero no Io bastante para criar Ia complacência<br />

y legitimar ei quietismo. El verdadero nacionalismo (desde<br />

luego, estilo Barres) rehuiría ei determinismo todopoderoso, impersonal<br />

y sin excepciones de Ia raza: «Es incorrecto decir que<br />

existe una raza francesa, en ei sentido exacto de Ia palabra. No somos<br />

una raza, sino una nación, una nación que se crea dia a dia y<br />

que nosotros, los indivíduos que Ia construímos, debemos proteger<br />

para evitar que se debilite, que resulte aniquilada». 26<br />

Si Ia pertenencia ai grupo depende de Ia raza, todo ha sido<br />

dicho y hecho antes de que haya tiempo para pensar o hablar<br />

L<br />

nada, y todo Io que sea importante permanecerá inalterado independientemente<br />

de Io que se llegue a pensar o hablar. Por<br />

otra parte, si Ia unión dei grupo depende de aceptar de buen<br />

orado ei destino (en ei caso de Ia nación es ei «plebiscito diário»<br />

de Renan), también depende, y más decisivamente, de Io que se<br />

habla, Io a menudo que se hace y con quê nível de convicción,<br />

así <strong>como</strong> de Ia identidad de los interlocutores. A diferencia de Ia<br />

raza, Ia nación incluye Ia conciencia entre sus atributos definitorios;<br />

debe, por Io tanto, convertir ei en sói en pour sói [ei «en si»<br />

en «para si»] mediante su propio esfuerzo, que consiste, en primer<br />

lugar y sobre todo, en ei extenuante empeno de cultivo efectuado<br />

diariamente por los guardianes de Ia <strong>cultura</strong> nacional.<br />

Un rasgo particularmente pronunciado dei proyecto nacionalista<br />

fue siempre Ia abrumadora necesidad de asegurar que ei<br />

«debo» de Barres quisiera decir Io que decía, que ei «descubrimiento<br />

de Ia columna vertebral» fuera cosa de todos y que, en<br />

«todas sus actividades», cada indivíduo se «adhiriese» a Io descubierto.<br />

Y solo había una manera de conseguir esa seguridad:<br />

utilizar Ia prerrogativa estatal de Ia coerción legislada para evitar<br />

que «se lês escapase ei punto», para hacer virtualmente inevitable<br />

su «hallazgo». <strong>La</strong> nación que no disfrutase dei impulso<br />

proporcionado por ei Estado no seria más que un «grupo de<br />

referencia» entre muchos otros, igualmente inseguro de su supervivencia,<br />

sacudido por Ias modas cambiantes, obligado a<br />

apelar diariamente a lealtades temblorosas, a hacer Io imposible<br />

por demostrar Ias ventajas de sus benefícios sobre Ias ofertas<br />

competidoras. Por otro lado, ei Estado-nación (Ia idea de<br />

una nación encarnada en un Estado) podia legislar esa lealtad y<br />

determinar por adelantado los resultados de Ia libre elección.<br />

Se podían legislar Ias postuladas raíces a fin de que se materializasen,<br />

bajo ei cuidado de Ias instituciones estatales encargadas<br />

de mantener Ia ley y ei orden, ei canon de patrimônio <strong>cultura</strong>l<br />

Y ei programa de ensenanza de Ia historia definidos y autorizados<br />

por ei Estado.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!