13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

deduce que la obra era “fruto de su contacto con las masas obreras d<strong>el</strong> Perú”. Para <strong>el</strong>lo, se <strong>of</strong>rece<br />

la garantía de su militancia registrada por las filas enemigas, concibiendo de manera<br />

manipuladora <strong>el</strong> que la prisión sufrida (se señalan dos oportunidades) era “−bajo todos los<br />

climas− <strong>el</strong> reconocimiento de los gobiernos al reb<strong>el</strong>de eficaz”. Se agregaba, luego, que había<br />

sido perseguido por <strong>el</strong> gobierno francés, y que había realizado viajes a Rusia. Es decir, <strong>el</strong> lector<br />

tenía enfrente un documento que unía literatura y vida. Paso seguido, se afirmaba que Vallejo<br />

modestamente hubiera querido clasificar su nov<strong>el</strong>a como reportaje, 96 quizás al lado de los<br />

trabajos que sobre Rusia llevaba ad<strong>el</strong>ante, pero lo editores advertían que Vallejo, como poeta<br />

(publicado ya también en España), había recreado un “mundo propio con criaturas propias y<br />

propias leyes, mod<strong>el</strong>adas como en nuevo génesis poético por <strong>el</strong> nov<strong>el</strong>ista”. En fin, quedaba en<br />

claro que la edición, no obstante los sucesos acaecidos en Perú, estaba dirigida al lector español,<br />

y ya que una nov<strong>el</strong>a peruana podría producirle un cierto extrañamiento, se recalcaba que la<br />

acción no se desarrollaba en “un pueblo de Castilla”. Apostarle primero al público español<br />

significaba intentar inscribirse en <strong>el</strong> éxito que tenían entonces las nov<strong>el</strong>as sociales (en particular<br />

las de guerra y las referidas a Rusia, como asegura Fuentes), que eran producto d<strong>el</strong> realismo y<br />

naturalismo utilizado −según afirma López Alfonso−, que las hacía accesibles a un amplio<br />

número de lectores. Por otra parte, <strong>el</strong> mismo autor afirma que las mismas ideas revolucionarias<br />

no eran vistas como un defecto literario, sino como un atractivo peculiar en dicho momento,<br />

agregando que era una situación “compartida –es de suponer– por muchos españoles, dado que <strong>el</strong><br />

96 Larrea, sin ninguna base crítica, interpreta esta voluntad de <strong>of</strong>recerla como reportaje “por no ser obra que<br />

artísticamente le satisficiese: De <strong>el</strong>lo se deduce que, según sus propias palabras, había dejado en aqu<strong>el</strong>la oportunidad<br />

de sentirse ‘artista’ para militar como político. Es decir, había subordinado su pluma a las conveniencias de la<br />

propaganda conforme a la tesis defendida en las últimas páginas de El tungsteno. Era una actitud que había<br />

reprobado con energía muy poco antes, en 1928, y de la que, por fortuna, sólo tardaría un año en desentramparse”.<br />

(278)<br />

112

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!