13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

condición de testigo y no como testimoniante, y de allí la distancia con <strong>el</strong> sufrimiento descrito se<br />

plantearía como la condición que permite expresarlo. La posesión d<strong>el</strong> instrumento letrado, y no<br />

<strong>el</strong> trauma sin palabras, constituiría la paradójica condición de este letrado subalterno, lo que<br />

Beverley entendería de seguro como contradictorio. Esta paradoja se explicaría en su propio<br />

nombre, en cuanto a que Huanca es quien transforma la historia en canto (alter ego d<strong>el</strong> narrador,<br />

otra vez), y quien a la vez canta la <strong>el</strong>egía de su pueblo. 109<br />

Es posible intuir −y hasta donde sabemos ningún critico lo había señalado− las r<strong>el</strong>aciones<br />

que se dan entre Servando Huanca y <strong>el</strong> personaje real Ezequi<strong>el</strong> Urviola, a quien Mariátegui<br />

describe con gran sorpresa y admiración en su prólogo a Tempestad en los Andes, de 1928, de<br />

Luis Valcárc<strong>el</strong>: “Recuerdo <strong>el</strong> imprevisto e impresionante tipo de agitador que encontré hace<br />

cuatro años en <strong>el</strong> indio puñeno Ezequi<strong>el</strong> Urviola. Este encuentro fue la más fuerte sorpresa que<br />

me reservó <strong>el</strong> Perú a mi regreso de Europa. Urviola representaba la primera chispa de un<br />

incendio por venir. Era <strong>el</strong> indio revolucionario, <strong>el</strong> indio socialista […] Hoy no importa ya que<br />

Urviola no exista. Basta que haya existido. Como dice Valcárc<strong>el</strong>, hoy la sierra está preñada de<br />

espartacos” (9-10). Son evidentes, entonces, las r<strong>el</strong>aciones entre <strong>el</strong> “incendio por venir” y <strong>el</strong><br />

anuncio de tormentas conque termina El tungsteno. Recuérdese, además, que no hay ninguna<br />

alusión a Huanca en “Sabiduría” y que es muy probable que Vallejo haya leído <strong>el</strong> libro de<br />

Valcárc<strong>el</strong>. En Huanca, como diría González Prada, se estaría dando la unión de educación y<br />

asunción b<strong>el</strong>igerante de sus derechos, ahora con la herramienta marxista:<br />

109 Sobre <strong>el</strong> significado d<strong>el</strong> nombre “Huanca”, <strong>el</strong> int<strong>el</strong>ectual indígena Armando Muyolema nos aclara: “Huanca<br />

puede tener varios significados. Tal como está escrito en la nov<strong>el</strong>a, significa un tipo de canto <strong>el</strong>egíaco, a veces<br />

escrito ‘wankay’, pero esto, en <strong>el</strong> quichua peruano y <strong>el</strong> aymara, significa más bien la acción de cantar canciones<br />

<strong>el</strong>egíacas. ‘Wank'a’, en la variante dialectal cuzqueña y boliviana, y significa ‘peñasco’, ‘roca’. En <strong>el</strong> quichua<br />

ecuatoriano, significa ‘palanca’, pero no viene al caso en <strong>el</strong> contexto de la nov<strong>el</strong>a”. Entrevista personal, 19.2.2006.<br />

En Amauta 26 aparecen grabados de indígenas bailando la danza “Huanca”, dibujados por A. González.<br />

139

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!