13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

expuesta a que sus hijos sean cambiados, robados o confundidos, sin poder educarlos por estar<br />

siempre separados de <strong>el</strong>las, obligadas al trabajo excesivo. La conclusión irónica es también una<br />

queja malthuseana: “¡La gente pobre no debería tener hijos!”, ratificada una vez más como la<br />

negación de todos los derechos: “La gente pobre no puede ni siquiera ser madre” (94, énf.<br />

nuestro), como más ad<strong>el</strong>ante dirá que “¡El obrero ni siquiera puede tener sexo!” (67).<br />

Galvão expresa una conciencia de la subordinación femenina en las luchas obreras, pero<br />

en la misma referencia a Rosa de Luxemburgo (incluso título de uno de sus capítulos) permite<br />

intuir la voluntad de una participación que no limita su capacidad de agencia. Sin embargo, no<br />

menosprecia un sentido didascálico que busca articular luchas conjuntas femeninas y unívocas de<br />

clase, lo que copa <strong>el</strong> capítulo “Habitación colectiva”, donde las mujeres discuten <strong>el</strong> rol que deben<br />

cumplir ante la hu<strong>el</strong>ga de sus compañeros de trabajo. Pero la nov<strong>el</strong>a no pr<strong>of</strong>undiza esta r<strong>el</strong>ación<br />

dentro de los movimientos sociales constituidos, a favor de una visión favorable, colaboradora y<br />

optimista, en efecto panfletaria, d<strong>el</strong> rol de la mujer entre <strong>el</strong>los. Otávia arenga a las obreras a<br />

participar, conformándose como apoyo y sustento de los partícipes de la hu<strong>el</strong>ga, logrando que no<br />

se traicionen los cometidos gremiales por miedos individuales.<br />

Para valorar la voz “femenina” de Galvão, se puede comparar con la de otras escritoras<br />

r<strong>el</strong>evantes de esa misma época, como Teresa de la Parra y María Luisa Bombal, con las que<br />

conforma una suerte de irrupción novedosa de voces femeninas en la narrativa<br />

latinoamericana. 146 Sin embargo, desde <strong>el</strong> punto de vista político, Galvão difiere radicalmente de<br />

ambas. De la Parra había editado, poco antes, su última nov<strong>el</strong>a, Memorias de Mamá Blanca<br />

146 Otra contemporánea exacta de Galvão es Rach<strong>el</strong> de Queiroz, quien nació en Fortaleza <strong>el</strong> mismo año de 1910, y<br />

comienza su producción literaria en 1930, con O Quinze, con la que es reconocida e incorporada a las letras<br />

brasileñas. Si bien ésta se desenvu<strong>el</strong>ve en un ámbito rural, luego aparecen João Migu<strong>el</strong>, en 1932, y Caminho de<br />

Pedras, en 1937, r<strong>el</strong>ativas incluso a su experiencia militante. Posteriormente, publica nuevas nov<strong>el</strong>as, cuentos,<br />

crónicas y literatura infantil. A diferencia de Galvão, Queiroz, pareciera dar prioridad a un punto de vista oblicuo de<br />

lo femenino, la narradora que ubicada en lo masculino habla de lo femenino.<br />

206

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!