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el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

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problema de que, en términos de su performatividad literaria, en su superficie textual, resultaban<br />

difícilmente clasificables. 57<br />

Ese mismo año, 1926, Vallejo denuncia por primera vez la retorización de las<br />

vanguardias, en “Poesía nueva”, una suerte de advertencia termidoriana de la revolución estética,<br />

viendo en <strong>el</strong>la la pérdida de un espíritu popular, criticando que la nueva sensibilidad se reducía al<br />

empleo de palabras o metáforas supuestas como nuevas, exigiendo que la poesía tenía que<br />

“despertar nuevos temples nerviosos”, reduciendo <strong>el</strong> efecto de la desmesurada ambición de<br />

novedad, pues la poesía nueva debía ser “simple y humana y a primera vista se la tomaría por<br />

antigua o no atrae la atención sobre si es o no moderna” (Ensayos y reportajes 435-6). 58 Posición<br />

y síntesis similar a la de Huidobro, quien, un año antes, en “Futurismo y maquinismo” había<br />

escrito que “[n]o es <strong>el</strong> tema sino la manera de producirlo lo que lo hace ser novedoso. Los poetas<br />

que creen que porque las máquinas son modernas, también serán modernos al cantarlas, se<br />

equivocan absolutamente” (cit. en Schwarzt, 385). En términos estrictos, habría que concluir que<br />

estas críticas a las vanguardias eran críticas vanguardistas, es decir, críticas producto de sus<br />

mismas fuerzas interiores, fuerzas también en conflicto. 59<br />

57 De este modo, comenta como fuerzas equivalentes <strong>el</strong> desplazamiento d<strong>el</strong> futurismo italiano hacia <strong>el</strong> fascismo y<br />

d<strong>el</strong> ruso hacia <strong>el</strong> comunismo, para validar su percepción de los vínculos naturales entre política y vanguardia (El<br />

artista y la época 19-20).<br />

58 Vallejo había publicado ya este texto en agosto, en la Revista de Avance, y sale de nuevo en la misma revista<br />

Amauta 3, donde Mariátegui repetía casi las mismas ideas (seguramente lo leyó en la revista cubana, lo que hablaría<br />

de una interesante y quizás no explorada influencia de Vallejo en Mariátegui), exigiendo también un nuevo espíritu:<br />

“No podemos aceptar como nuevo un arte que no nos trae sino una nueva técnica. Eso sería recrearse en <strong>el</strong> más falaz<br />

de los espejismos actuales. Ninguna estética puede rebajar <strong>el</strong> trabajo artístico a una cuestión de técnica. La técnica<br />

nueva debe corresponder a un espíritu nuevo también. Si no, lo único que cambia es <strong>el</strong> paramento, <strong>el</strong> decorado. Y<br />

una revolución artística no se contenta de conquistas formales”. (“Arte, revolución y decadencia” en El artista y la<br />

época 18)<br />

59 Verani, en cambio, esquematiza la posición de Vallejo reduciéndolos a los hechos técnicos y de estilo, negándole<br />

así su condición de “propulsor de las corrientes de vanguardia”, y considerándolo intolerante ante lo nuevo,<br />

contradiciéndose al creer que Vallejo a la vez se contradecía y arrepentía: “rasgos distintivos que vinculan a Trilce<br />

con la poesía que Vallejo niega” (Vanguardias literarias 30-1).<br />

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