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el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

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podía <strong>el</strong> agrimensor concebir a un herrero de ministro y a un obispo, un<br />

catedrático o un sabio, pidiendo audiencia a aquél y guardándole antesala. ¡Ah,<br />

no! Eso pasaba todo límite y toda seriedad. Pongamos por caso que muchos<br />

int<strong>el</strong>ectuales fuesen pícaros y explotadores d<strong>el</strong> pueblo. Pero, juzgando las cosas<br />

en <strong>el</strong> terreno estrictamente científico y técnico, para Benites, la idea y los hombres<br />

de ideas constituyen la base y <strong>el</strong> punto de partida d<strong>el</strong> progreso, ¿qué podrán hacer<br />

los pobres campesino y jornaleros <strong>el</strong> día en que se pusieran a la cabeza d<strong>el</strong><br />

Gobierno? ¡Sin ideas, sin noción de nada, sin conciencia de nada! ¡Reventarían!<br />

De esto estaba completamente convencido Leónidas Benites. (194)<br />

Por otra parte, <strong>el</strong> apuntador ataca a Benites, inculpándolo en la violación colectiva,<br />

además de señalarlo cómplice en <strong>el</strong> robo a los soras. Benites es producto de su extracción de<br />

clase, y de allí toda imposibilidad de alianza entre los grupos que ambos representan.: “¡Así son<br />

los ingenieros y todos los pr<strong>of</strong>esores, y doctores, y curas, y todos, todos! ¡No hay que creerles a<br />

ustedes nada! ¡Nada! ¡Ladrones! ¡Criminales! ¡Traidores! ¡Hipócritas! ¡Sinvergüenzas!...” (190).<br />

El narrador, tomando parte en la valoración, resume <strong>el</strong> recorrido de Benites en la trama y lo<br />

define como un “[t]ipo clásico d<strong>el</strong> pequeño burgués criollo y d<strong>el</strong> estudiante peruano, dispuesto a<br />

todas las complacencias con los grandes y potentados y a todos los arrivismos y cobardías de su<br />

clase […]. Su temple moral, su temperatura r<strong>el</strong>igiosa, en fin, todo su instinto vital cabía a las<br />

justas entre un su<strong>el</strong>do y un apretón de manos de un magnate” (199-200). De esta manera, queda<br />

descartada definitivamente toda identificación posible, ya discutida, entre Benites y <strong>el</strong> autor<br />

implícito.<br />

Frente a la intransigencia d<strong>el</strong> apuntador, Huanca intenta aprovecharse de Benites, y es por<br />

éste que se sabe −ya demasiado tarde para que tenga incidencia en la trama−, que míster Taik no<br />

es norteamericano, sino alemán. No obstante estar ubicada la acción en plena I Guerra Mundial,<br />

no deja de ser inquietante esta r<strong>el</strong>ación entre Norteamérica y Alemania. Aspecto hasta donde<br />

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