13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que inspirará los dos manifiestos de Oswald de Andrade, como también en las obras más<br />

brasileñas de di Cavalcanti o en buena parte de la música de Villa-Lobos, alguna incluso para ser<br />

ejecutada con instrumentos indígenas.<br />

Poco más tarde, se avanza hacia <strong>el</strong> “Manifiesto Pau-Brasil” (1924), de Oswald de<br />

Andrade, en <strong>el</strong> que, por primera vez en Latinoamérica, hay la propuesta a revisualizar de manera<br />

estética las marcas económicas de los sectores más deprimidos −lo que hoy llamaríamos una<br />

porno-miseria avant la lettre−, claro en su postulado de apertura: “Los tugurios de azafrán y de<br />

ocre en los verdes de la Fav<strong>el</strong>a, bajo <strong>el</strong> azul cabralino, son hechos estéticos” (en Arte y<br />

arquitectura 137). También allí, se ap<strong>el</strong>aba a referencialidades distintas de los orígenes míticos<br />

como garantía de origen (lo tupí), que ya estaban en la Paulicéia, y determinarán la Antrop<strong>of</strong>agia,<br />

complicando <strong>el</strong> concepto identitario al vincularlo a una pobreza mayoritaria, distinta, pero<br />

mantenida desde <strong>el</strong> siglo XIX. 121 Es, en cierto sentido, una concepción internacional<br />

modernizante de lo nacional. Pau-Brasil ap<strong>el</strong>a a lo urbano no como orden d<strong>el</strong> progreso, sino<br />

como lo caótico propio, forma de autenticidad frente a lo “culto europeo”, en una suerte de<br />

temprana reconciliación antisarmentina que logra identificar lo propio: “Wagner sucumbe ante <strong>el</strong><br />

Samba de Botafogo. Bárbaro y nuestro” (ibíd 137). Hay allí una radicalización y desplazamiento<br />

desde lo que queremos ser hacia una voluntad de encontrar lo que en realidad somos, que sin<br />

embargo no esconde un paradójico conformismo, en la ausencia de postulados más políticos: “La<br />

lengua sin arcaísmos, sin erudición. Natural y neológica. La contribución millonaria de todos los<br />

errores. Como hablamos. Como somos” (ibíd. 138). Así, se ancla en un ámbito popular-urbano<br />

frente a lo académico europeizante, oligárquico y hegemónico, que se hace sospechoso de<br />

121 Base también de la estética antrop<strong>of</strong>ágica d<strong>el</strong> “hambre” de Glauber Rocha, cuarenta años más tarde, con sentido<br />

revolucionario, y opuesto al posmodernismo de las p<strong>el</strong>ículas d<strong>el</strong> Diegues de los noventa, entre <strong>el</strong>las su remake de<br />

Orfeu.<br />

168

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!