13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

crítica a la burguesía modernizadora en ascenso, pero conservadora y aristocratizante, decadente<br />

y reaccionaria (que miraba al pasado). 56 Al mismo tiempo, aseguraba que las vanguardias eran<br />

una crítica renovadora que buscaba superar esa misma burguesía (acorde con la t<strong>el</strong>eología<br />

marxista), equivalente a la que se daba en <strong>el</strong> terreno propio de lo social, por ser, precisamente un<br />

“instante histórico revolucionario”. Es evidente que, para <strong>el</strong> pensador peruano, la literatura<br />

formaba parte de una discusión mayor que involucraba, una vez más, las fuerzas sociales en<br />

conflicto.<br />

Luego, en 1926, enfocándose ya en <strong>el</strong> surrealismo como “la” consecución natural de las<br />

vanguardias, subsumiéndolas todas en él, destacó una conformación política ejemplar:<br />

La insurrección suprarrealista entra en una fase que prueba que este movimiento<br />

no es un simple fenómeno literario, sino un complejo fenómeno espiritual. No una<br />

moda artística sino una protesta d<strong>el</strong> espíritu. Los suprarrealistas pasan d<strong>el</strong> campo<br />

artístico al campo político. Denuncian y condenan no sólo las transacciones d<strong>el</strong><br />

arte con <strong>el</strong> decadente pensamiento burgués. Denuncian y condenan, en bloque, la<br />

civilización capitalista. (“El grupo suprarrealista y Clarté”, en El artista y la época<br />

42)<br />

Pero en otro artículo de ese mismo año, “Arte, revolución y decadencia”, se vio obligado<br />

a matizar este sentido renovador de las vanguardias, al comprobar en <strong>el</strong>las tendencias<br />

simultáneas de decadencia y revolución, “no todo <strong>el</strong> arte Nuevo es revolucionario, ni es tampoco<br />

verdaderamente Nuevo” (Amauta 3: 3), según afirmaran <strong>el</strong> estatus de poder –hablaba de<br />

capitalismo–, o apuntaran a su renovación y superación. Exigía, entonces, un espíritu nuevo que<br />

tenía que volcarse a la convocatoria y creación d<strong>el</strong> socialismo. Sin embargo, contemplaba ya <strong>el</strong><br />

56 Nos interesa <strong>el</strong> testimonio de una apreciación, y no la apreciación misma. De esta manera, la fuerza que niega no<br />

es mera inmanencia literaria, sino expresión de una confrontación social.<br />

56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!