13.06.2013 Views

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

el ...narrativas contaminadas - D-Scholarship@Pitt - University of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

producciones de las vanguardias. De aquí que la política que ponen en acción las obras<br />

<strong>contaminadas</strong> deba ser entendida no como una aspiración de pertenencia al campo hegemónico,<br />

sino, más bien, como una crítica d<strong>el</strong> ámbito donde se inscriben las luchas por la hegemonía.<br />

Quizás podamos decir que estas obras verifican la primera crisis moderna de la literatura<br />

continental como institución (y que la propia retorización poética ya anunciaba desde mediados<br />

de los veinte), entendida ésta en su percepción de fracaso (en los tres casos que estudiaremos, sus<br />

autores prácticamente abandonaron <strong>el</strong> género narrativo) o en su incapacidad para articularse con<br />

una modernidad que mostraba su faz problemática (la mala escritura, su carácter incompleto o de<br />

fragmentación, la ambigüedad de sus finales, cierta tendencia autodestructiva, <strong>el</strong> carácter<br />

testimonial, documental o reporteril, su misma evidencia ideológica en la superficie d<strong>el</strong> texto,<br />

etc.). Es en sus asimetría y excesos, con respecto a los paradigmas que pudieran darles sentido<br />

(vanguardia, regionalismo, indigenismo, pero también realismo social, nov<strong>el</strong>a proletaria, nov<strong>el</strong>a<br />

histórica, etc.), y en sus incapacidades evidentes para ordenar un espacio narrativo que se<br />

reprodujera (crisis d<strong>el</strong> concepto de nov<strong>el</strong>a), que estuvieron acorde con las circunstancias<br />

predominantes. Desequilibrio literario que, de ser tal, apuntaría al desequilibrio mismo de las<br />

fuerzas en disputa.<br />

Pero estos excesos son, precisamente, parte de lo que con Barthes podemos llamar <strong>el</strong><br />

placer de estos textos, su intransigencia ante reglas predeterminadas, ante y desde las cuales han<br />

sido, sin embargo, juzgados. Textos que suman excepcionalidades, dificultades, desvíos. Si bien,<br />

esto pudiera ser visto como una característica negativa más, su incompletud, <strong>el</strong> marco radical de<br />

lo ideológico, su caracterización como literatura que se construye en la medida de una voluntad<br />

que también la excede, les da su propio contorno. Sus <strong>el</strong>ementos son límites, bordes, atentados,<br />

marcados por una intencionalidad racional, llenos de <strong>el</strong>ementos propios de su <strong>el</strong>aboración textual<br />

284

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!