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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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122 <strong>Periodoncia</strong><br />

adhesión celular que iba seguida por la muerte celular apoptótica. Estos resultados<br />

podrían indicar que las gingipaínas de P. gingivalis pueden alterar las moléculas de<br />

adhesión celular e inducir la muerte de la célula endotelial, lo cual podría tener<br />

implicaciones para la patogenicidad de este microorganismo y la propensión para<br />

la formación de la placa ateroesclerótica. Estos hallazgos han sido reforzados por<br />

Lee et al. (2006), que han demostrado otro mecanismo para la apoptosis de la<br />

célula cardíaca. Los resultados de un estudio de cultivos celulares sobre células<br />

cardíacas cultivadas sugirió apoptosis directamente inducida por P. gingivalis en el<br />

medio. Sus hallazgos sugieren que el desarrollo de apotosis de la célula H9c2 relacionada<br />

con P. gingivalis se encontraba principalmente de forma coactiva con las<br />

vías de p38 y ERK y puede haber estado implicada en las vías apoptóticas dependiente<br />

de la muerte del receptor (caspasa 8) y dependiente de la mitocondria (caspasa<br />

9). También se observó que la apoptosis celular cardíaca relacionada con P.<br />

gingivalis estaba parcialmente mediada por las vías de señalización de PI3K o<br />

calcineurina, mientras que la vía JNK podría haber desempeñado un papel protector<br />

en la apoptosis de la célula cardíaca relacionada con P. gingivalis.<br />

En las placas ateromatosas se han encontrado bacterias orales, incluyendo<br />

microorganismos periodontales putativos (Haraszthy et al., 2000) y probablemente<br />

intervienen en la patogenia de la ateroesclerosis y la enfermedad<br />

vascular coronaria. Fiehn et al. (2005) confirmaron que el ADN de los<br />

microorganismos periodontales se detectaba en placas ateroescleróticas, destacando<br />

la consistencia de Prevotella intermedia, aunque no se pudieron aislar<br />

bacterias viables de los ateromas. Sin embargo, a este respecto, más<br />

recientemente, Padilla et al. (2006) han aislado varios microorganismos<br />

periodontales a partir de las placas ateroescleróticas de 9 de 12 pacientes<br />

estudiados y éstos incluyeron a Aggregatibacter actinomycetemcomitans. Es<br />

interesante que cada uno de estos sujetos tenía varias especies de bacterias.<br />

En relación con la posible asociación entre periodontitis y ateroesclerosis se ha<br />

descrito (Miyakawa et al., 2004) que los macrófagos estimulados por Porphyromonas<br />

gingivalis forman masas de células de aire en presencia de lipoproteínas de baja<br />

densidad (LDL). Esto parece ser debido, al menos en parte, a la agregación del<br />

componente proteico de las LDL por las proteasas de P. gingivalis.<br />

Rodrigues and Progulske-Fox, 2005 identificaron los genes de P. gingivalis<br />

W83, que se expresaban de forma diferente durante su invasión de las células<br />

endoteliales primarias de las arterias coronarias humanas, disminuyendo su<br />

expresión en la mayoría de los casos. Las hemaglutininas pueden funcionar<br />

como adhesinas y son necesarias para la virulencia de varios microorganismos<br />

patógenos. Song et al. (2005) estudiaron el papel de la hemaglutinina B (hagB)<br />

en la adherencia de P. gingivalis a las células endoteliales de las arterias<br />

coronarias humanas (EACH). Cuando se comparó la adhesión de P. gingivalis<br />

y del mutante hagB, no se observó ninguna significación estadística entre los<br />

dos (p = 0,331) y se pensó que esto se debía a la expresión del homólogo de<br />

hagB, llamado hagC. Sin embargo, se observó que el hagB de Escherichia coli<br />

se adhería significativamente mejor a las células EACH que E. coli-pUC9, la<br />

cepa de control, hecho confirmado por pruebas competitivas con anticuerpos<br />

frente a hagB. Estos resultados indican que hagB puede estar implicado en la<br />

adherencia de P. gingivalis a las células endoteliales primarias humanas.<br />

Una revisión sistemática reciente de la relación entre la enfermedad periodontal<br />

y la enfermedad cardíaca coronaria (Madianos et al., 2002) fue incapaz de<br />

llevar a cabo un metaanálisis debido a la amplia heterogeneidad de los estudios<br />

incluidos. Sin embargo, el 50% de los estudios de cohortes, el 75% de los estudios<br />

de casos y controles y el 50% de los estudios transversales demostraban una<br />

asociación significativa entre ellos. No obstante, concluyeron que existían evidencias<br />

muy limitadas que relacionaran la enfermedad periodontal y la enfermedad<br />

cardíaca coronaria y que existía una necesidad clara de llevar a cabo estudios<br />

observacionales y clínicos mejor diseñados y más amplios para intentar resolver<br />

esta cuestión. Sin embargo, la enfermedad periodontal puede suponer una exposición<br />

sistémica potencial y desempeñar un papel central en la formación de los<br />

ateromas debido a una serie de fenómenos asociados con la expresión de las<br />

células endoteliales de las moléculas de adhesión, el desarrollo de materia grasa<br />

inducido por el estrés oxidativo que da lugar a la maduración y a la ruptura del<br />

ateroma. Falta lograr el control de la liberación de marcadores sustitutos de la<br />

inflamación en este contexto para reducir el riesgo de infarto de miocardio<br />

(Paquette et al., 2007). Se necesitan nuevos estudios que sigan las líneas mencionadas<br />

antes con el fin de establecer una relación definitiva de causa y efecto.<br />

Artritis Reumatoide<br />

La enfermedad periodontal y la artritis reumatoide comparten muchos elementos<br />

fisiopatológicos, pero la existencia de una relación clínica entre las dos enfermedades<br />

sigue estando en discusión, en parte debido a los efectos antiinflamatorios del<br />

tratamiento farmacológico utilizado de forma universal en la última de las enfermedades<br />

(Ramamurthy et al., 2005). Estos autores estudiaron después esta cuestión en<br />

mayor profundidad. La artritis inflamatoria fue inducida en ratas para determinar el<br />

efecto sobre los biomarcadores gingivales de la inflamación y de la destrucción<br />

tisular y para investigar el efecto de una intervención terapéutica sin las propiedades<br />

antiinflamatorias convencionales. La artritis fue inducida en ratas Lewis macho<br />

mediante la inyección de micobacterias muertas por el estimulador Freund,<br />

empleando técnicas estándar. Un grupo de animales fue tratado mediante la inducción<br />

del inhibidor tisular sistémico de matriz de metaloproteinasas (TIMP-4). A las<br />

3 semanas, fue registrada la gravedad de la artritis y se recogieron tejidos tanto del<br />

muslo como gingivales para analizar la actividad de la matriz de metaloproteinasa<br />

(MMP) y de las citocinas. Además, se extirparon los maxilares para valorar la pérdida<br />

de hueso alveolar. El desarrollo de la artritis se asoció con la elevación de las<br />

cifras de MMP de tejido articular, de factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a) y de<br />

interleucina-1 (IL-1) en comparación con ratas de control. En el tejido gingival de<br />

las ratas artríticas no tratadas, las cifras de gelatinasa, colagenasa, TNF-a y IL-1<br />

también estaban elevadas en comparación con las ratas de control. La pérdida de<br />

hueso alveolar y la movilidad dental también eran significativamente superiores<br />

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