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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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Pruebas diagnósticas de actividad de la enfermedad periodontal 187<br />

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

micropipeta. Conforme el líquido recorre el tejido inflamado puede captar<br />

enzimas y otras moléculas participantes en el proceso inflamatorio. También<br />

puede captar productos de la degradación celular e hística. Por tanto, ofrece<br />

un gran potencial como fuente de posibles factores que pueden guardar relación<br />

con la actividad de la enfermedad.<br />

Tienen gran importancia la colocación exacta del dispositivo de muestreo y<br />

el tiempo de recogida, puesto que influyen la composición del líquido crevicular<br />

recogido (Curtis et al., 1988; Page, 1992). La colocación de un dispositivo<br />

de muestreo en el surco gingival o la bolsa periodontal provoca un flujo mantenido<br />

de exudado, mientras que el muestreo repetido agota el volumen del<br />

líquido crevicular y los componentes recogidos por unidad de tiempo. Los<br />

periodos de muestreo largos, en particular con tubos micropipeta, recogerán<br />

principalmente exudado inflamatorio procedente de los vasos en vez del contenido<br />

del surco. La manera de tomar la muestra varía en función del componente<br />

que quiera estudiarse y su metodología de análisis, pero existe acuerdo general<br />

en que el método de elección debe causar la menor interferencia posible con el<br />

sitio y tardar el menor tiempo posible en recoger el líquido presente al tomar la<br />

muestra. Así pues, el muestreo durante 30 s o menos mediante colocación de<br />

tiras de papel en el sitio parece ser ideal siempre que se asegure la recogida de<br />

una muestra de volumen suficiente para el análisis con la técnica elegida.<br />

Correlación entre factores del huésped y enfermedad<br />

Temperatura subgingival<br />

La hiperemia causada por la inflamación aumenta la temperatura local de los tejidos<br />

afectados y es uno de los signos más importantes de la inflamación. El Periotemp ®<br />

(Abio Dent, Danvers, MA) es un dispositivo para medir pequeños cambios en la<br />

temperatura sublingual y subgingival. El aumento de la temperatura subgingival<br />

presenta una relación directa con el aumento de la profundidad de sondaje, reducción<br />

de los grados de inserción, parámetros clínicos de inflamación gingival, mayor<br />

proporción de patógenos periodontales putativos y de enzimas en el líquido crevicular<br />

(Haffajee et al., 1992a, b, c; Dinsdale et al 1997; Wolff et al., 1997). Se ha observado<br />

que tanto la temperatura sublingual como la subgingival son significativamente<br />

más altas en los fumadores que en los no fumadores (Dinsdale et al., 1997).<br />

Se ha realizado un estudio longitudinal de la relación entre temperatura subgingival<br />

y pérdida de inserción progresiva (Haffajee et al., 1992a, b, c). Se tomaron<br />

registros clínicos y de temperatura subgingival a un total de 29 sujetos con<br />

periodontitis crónica en seis sitios por diente cada 2 meses. También se anotaron<br />

las diferencias entre las temperaturas sublingual y subgingival. Se produjo pérdida<br />

de inserción superior a 2,5 mm en uno o más sitios en 16 de los 49 sujetos<br />

visitados. La temperatura subgingival media elevada se relacionó con la pérdida<br />

de inserción, sobre todo en los individuos con progresión en más de una localización.<br />

La odds ratio de un sujeto de presentar nueva pérdida de inserción en un<br />

sitio fue de 14,5 y en dos o más sitios fue de 64,0 si la temperatura subgingival<br />

media del sujeto superaba los 35,5 °C. Los sujetos con temperatura subgingival<br />

elevada y pérdida de inserción previa generalizada parecieron ser el grupo de<br />

mayor riesgo de nueva pérdida de inserción. Las pruebas diagnósticas mostraron<br />

una sensibilidad y una especificidad del 75 y el 76% respectivamente.<br />

Respuesta inmunitaria humoral<br />

Los pacientes con varias formas de enfermedad periodontal producen anticuerpos<br />

contra los antígenos de las bacterias periodontopatógenas (Lamster<br />

1992; Page, 1992). Esos anticuerpos se pueden detectar en suero, saliva,<br />

tejido gingival y líquido crevicular.<br />

La inmunoglobulina A secretora (sIgA) es segregada activamente en la<br />

saliva y la IgG y la IgM pasan a la saliva principalmente desde el líquido crevicular<br />

(Marcotte y Lavoie, 1998). Las concentraciones salivales de IgG, IgA<br />

y anticuerpos específicos son muy bajas en los sujetos sanos; la IgG salival<br />

aumenta un 34% en los pacientes con periodontitis moderada y un 57% en los<br />

casos de periodontitis avanzada (Sandholm y Gronblad, 1984; Sandholm et al.,<br />

1987). Los anticuerpos IgA específicos contra A. actinomycetemcomitans están<br />

presentes en la saliva de los pacientes con periodontitis refractaria (Nieminen<br />

et al., 1993b, 1996). Sin embargo, el nivel de esos anticuerpos específicos sólo<br />

se ha encontrado elevado en el 19% de los pacientes con periodontitis crónica<br />

(Sandholm et al., 1987). Además, se ha demostrado que las concentraciones<br />

séricas y salivales de IgG e IgA disminuyen después del tratamiento periodontal<br />

de los pacientes con periodontitis crónica, probablemente a causa de una<br />

reducción del estímulo antigénico (Reiff, 1984). Esa reducción es más pronunciada<br />

en la periodontitis inicial que en los casos más avanzados.<br />

En el líquido crevicular, la cantidad total de inmunoglobulina (Ig) se relaciona<br />

de manera proporcional con la del tejido gingival adyacente. Eso demuestra<br />

que tanto los anticuerpos séricos como los producidos localmente contribuyen<br />

a los presentes en el líquido crevicular. La relación entre anticuerpos del líquido<br />

crevicular y estado periodontal ha sido estudiada de varias formas (Page, 1992).<br />

Entre ellas se incluyen medición de la cantidad total de Ig, las cantidades relativas<br />

de subclases IgG y los anticuerpos específicos contra antígenos de varias<br />

bacterias periodontales. Esas relaciones son complejas y difíciles de interpretar.<br />

La Ig total en el líquido crevicular no guarda relación con la intensidad de la<br />

enfermedad ni con su progresión, y de hecho puede ser menor en los sitios con<br />

progresión (Page, 1992; Lamster, 1992). Se ha publicado un estudio (Reinhardt<br />

et al., 1989) que comparó las subclases de IgG en el líquido crevicular entre<br />

sitios con progresión y estables. Observó que las concentraciones de las subclases<br />

IgG1 e IgG4 eran significativamente más altas en los sitios con progresión.<br />

Numerosos estudios (Page, 1992; Lamster, 1992) han comparado los anticuerpos<br />

específicos contra antígenos de las bacterias periodontales con el<br />

estado de la enfermedad periodontal, pero no se ha encontrado correlación<br />

entre ellos. La relación entre anticuerpos específicos en el líquido crevicular y<br />

en el suero también es compleja; algunos anticuerpos son más altos en el líquido<br />

crevicular y otros son más bajos, con variación considerable entre pacientes,<br />

entre localizaciones y entre mediciones secuenciales en el mismo sitio.<br />

Por tanto, los anticuerpos específicos o la Ig total en el líquido crevicular no<br />

parecen tener utilidad para diferenciar entre sitios estables y activos. Además,<br />

algunos datos sugieren que la reducción de anticuerpos específicos en suero, y<br />

por tanto en líquido crevicular, en pacientes con enfermedad existente puede<br />

conllevar el riesgo de una mayor progresión de la enfermedad (Lamster, 1992).<br />

Esa relación se ha demostrado en la periodontitis juvenil y en la gingivitis<br />

ulcerosa necrosante aguda. Los anticuerpos específicos en los tejidos gingivales<br />

y el suero son importantes para modular la patología de las enfermedades<br />

periodontales, pero con el nivel actual de conocimiento no parecen ser un<br />

método para la identificación de pacientes con riesgo de enfermedad activa.<br />

Sin embargo, algunas investigaciones recientes sugieren que las concentraciones<br />

séricas de anticuerpos específicos contra bacterias y las respuestas de las subclases<br />

de IgG pueden guardar relación con el estado periodontal. Porphyromonas<br />

gingivalis ha sido implicado como principal patógeno periodontal, y se ha comunicado<br />

una relación positiva entre niveles de IgG contra P. gingivalis y gravedad de<br />

la enfermedad periodontal (Lopatin y Blackburn, 1992; Lamster et al., 1998). Se ha<br />

observado que los anticuerpos contra las bacterias periodontales varían de acuerdo<br />

con las subclases de IgG (McArthur y Clark, 1993). Además, se han descrito elevaciones<br />

de IgG2, IgG1 e IgG4 específicas contra P. gingivalis en la periodontitis<br />

rápidamente progresiva y en la periodontitis del adulto (Kinane et al., 1999).<br />

Recientemente se ha completado (Sakai et al., 2001) una investigación de las<br />

subclases de IgG específicas contra P. gingivalis en pacientes con periodontitis<br />

del adulto y en controles. Se examinaron tres grupos de sujetos, 20 con periodontitis<br />

del adulto dentro de un programa de mantenimiento, 30 con periodontitis del<br />

adulto no tratada y 19 con salud periodontal. El grupo de mantenimiento fue<br />

monitorizado durante 5 años con registros al principio y al final de ese período.<br />

Se observaron concentraciones de IgG1 significativamente más altos en los dos<br />

grupos de pacientes comparado con los controles. El grupo no tratado presentó<br />

respuestas de IgG2 significativamente más altas que los otros dos grupos. Las<br />

concentraciones de IgG4 fueron mayores en los pacientes bajo mantenimiento<br />

que en el grupo no tratado. Además, en este primer grupo se encontró una correlación<br />

estadísticamente significativa entre concentraciones de IgG2 y cambio de<br />

los niveles óseos. Los pacientes de ese grupo con concentraciones altas de IgG2<br />

y bajos de IgG4 mostraron mayor pérdida ósea que aquéllos con concentraciones<br />

bajas de IgG2 y altos de IgG4, aunque la prevalencia media de P. gingivalis no<br />

difirió entre esos dos grupos. Esta investigación sugiere que un nivel persistentemente<br />

alto de IgG2 específica contra P. gingivalis después del tratamiento periodontal<br />

puede indicar recurrencia o persistencia de la destrucción periodontal en<br />

un determinado paciente.

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