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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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306 <strong>Periodoncia</strong><br />

Sculean et al. (2005a) trataron a 30 pacientes con defectos intraóseos apareados.<br />

En cada uno de los pacientes, un defecto intraóseo se trató de forma<br />

aleatoria con DME más vidrio bioactivo o con DME sólo. Los resultados se<br />

valoraron al cabo de un año y las conclusiones fueron que ambos tratamientos<br />

daban lugar a reducciones significativas de la PSR y aumentos del NI, y<br />

la combinación de DME + vidrio bioactivo no parece mejorar de forma adicional<br />

el resultado clínico.<br />

Posible Formación De Nueva Inserción Después<br />

De Utilizar Injertos Óseos O Estimuladores<br />

Del Cemento<br />

Bowers et al. (1989a, b, c) se han dedicado a estudiar la capacidad para formar<br />

nueva inserción entre el hueso y la superficie radicular tratada durante la curación<br />

de los defectos intraóseos. Estos autores investigaron en sujetos humanos<br />

afectos de periodontitis avanzada con dientes destinados a la extracción que<br />

se sometieron a los procedimientos experimentales y se extrajeron 6 meses<br />

más tarde con un bloque de hueso de alrededor para su examen histológico.<br />

Los defectos intraóseos se expusieron quirúrgicamente y se desbridaron con<br />

exhaustividad; las superficies radiculares se rasparon y se alisaron. Algunos<br />

defectos intraóseos se injertaron con aloinjerto de hueso desmineralizado congelado<br />

y secado (DFDBA). Algunos dientes se dejaron con la corona clínica<br />

expuesta en boca y en otro, las superficies radiculares se sumergieron cortando<br />

la corona a nivel de la cresta ósea alveolar y avanzando coronalmente el<br />

colgajo vestibular hasta cubrir completamente la raíz (Bowers et al., 1989a).<br />

No se formaba una nueva inserción en los dientes expuestos en boca que<br />

sólo se sometieron a desbridamiento. Todas estas lesiones se curaban<br />

mediante la formación de un epitelio largo de unión que crecía apicalmente<br />

por la superficie radicular tratada. El nuevo aparato de inserción, constituido<br />

por hueso, cemento y ligamento periodontal nuevo, se formó sobre las superficies<br />

radiculares sumergidas (Bowers et al., 1989a). Injertar el defecto<br />

intraóseo con DFDBA incrementaba de forma significativa la cantidad del<br />

nuevo aparato de adhesión que se formaba sobre las raíces sumergidas<br />

(Bowers et al., 1989b). Se observó la formación de un cierto aparato de inserción<br />

nuevo sobre los dientes expuesto a la cavidad oral, que se injertaron con<br />

DFDBA (Bowers et al., 1989c). Igualmente se formaba nuevo cemento celular<br />

bien sobre el cemento viejo tratado o la dentina. No se apreciaron indicios<br />

de resorción radicular extensa, anquilosis o necrosis pulpar sobre ninguno de<br />

los dientes expuestos o de las raíces sumergidas. Por tanto, se puede formar<br />

un nuevo aparato de inserción en las lesiones intraóseas tratadas con DFDBA<br />

y posiblemente también podría ocurrir con otros materiales de injerto.<br />

Se ha afirmado que el Bioglass ® particulado empleado en los defectos<br />

intraóseos preparados (Wilson y Low, 1992) retrasa el crecimiento apical del<br />

epitelio y restaura el hueso alveolar, el cemento y el ligamento periodontal<br />

(v. antes). Éste es, con diferencia, el mejor resultado presentado para cualquier<br />

injerto de hueso o de sustituto de hueso.<br />

La capacidad de los derivados de las proteínas de la matriz del esmalte<br />

(DME, Emdogain ® ) para estimular la formación de cemento acelular parece<br />

provocar la regeneración de otros tejidos asociados del periodonto, es decir,<br />

la inserción de fibras del ligamento periodontal y hueso alveolar. En este<br />

sentido, se ha demostrado que es capaz de producir una regeneración completa<br />

del aparato de soporte periodontal en dehiscencias experimentales en<br />

monos y en humanos (Hammarström et al., 1997; Heijl, 1997). Por tanto,<br />

puede experimentar una regeneración similar cuando se utiliza para tratar<br />

defectos intraóseos y defectos de furcación. En este sentido, hay buenas evidencias<br />

clínicas y radiológicas de que este potencial existe (Zetterström et<br />

al., 1997; Heijl et al., 1997).<br />

Resumen De Tratamientos De Los Defectos<br />

Intraóseos<br />

En resumen, se puede afirmar que la formación de hueso nuevo puede producirse<br />

de forma habitual en defectos intraóseos tratados quirúrgicamente.<br />

Los estudios citados antes indican que el desbridamiento quirúrgico de la<br />

lesión sólo puede dar lugar a un 30% de relleno óseo, mientras que el uso<br />

adicional de injertos óseos autógenos, aloinjertos de hueso congelados y<br />

secos, aloinjertos de hueso desmineralizados congelados y secos, injertos de<br />

hueso esponjoso inorgánico bovino y colágeno no antigénico porcino solo o<br />

con sustitutos sintéticos de hueso produce respuestas variadas, pero suele dar<br />

lugar a valores superiores de relleno óseo hasta un 60-70%. El grado de<br />

ganancia de nueva inserción es muy variable con los injertos óseos, pero a<br />

veces puede ocurrir presumiblemente por la actuación del material como una<br />

barrera frente a la proliferación apical del epitelio (v. más adelante). Es posible<br />

que parte de los materiales de injerto, por ejemplo, DFDBA, contenga<br />

además factores de crecimiento que favorecen la regeneración del tejido conjuntivo,<br />

el hueso y el cemento (v. antes). También es posible que en el futuro,<br />

los aloinjertos óseos sintéticos, como el polímero HTR, puedan actuar como<br />

vehículos para factores selectivos que favorezcan el crecimiento cuando las<br />

funciones precisas de éstos pasen a ser conocidas. Los materiales bioactivos<br />

como Bioglass ® parecen dar lugar a la regeneración del periodonto por su<br />

estimulación activa del crecimiento del hueso y del cemento y la inserción de<br />

las fibras de colágeno (v. antes).<br />

Tanto el uso de sustitutos óseos como de hueso esponjoso inorgánico<br />

bovino o de colágeno no antigénico porcino (CNAP) evita el ínfimo riesgo de<br />

transmisión de enfermedades al ser humano con una preparación cuidadosa<br />

de los aloinjertos de hueso de cadáver humano, como DFDBA. El uso de<br />

xenoinjertos bovinos o porcinos también comporta un riesgo ínfimo de transmisión<br />

de enfermedades animales a los seres humanos, aunque no es seguro<br />

que esto sea posible. Los materiales humanos, bovinos y porcinos se preparan<br />

de forma muy cuidadosa y se prueban para evitar este problema (v. antes).<br />

Regeneración De Tejido Dirigida (Rtd)<br />

La capacidad de los diversos tejidos periodontales para la regeneración se ha<br />

expuesto antes. El hueso alveolar y el cemento tienen un buen potencial para<br />

la regeneración porque existen los tipos celulares y las señales celulares<br />

necesarias. Lo mismo ocurre con el ligamento periodontal, que puede formar<br />

una inserción funcional, es decir, que las fibras de colágeno se inserten en el<br />

hueso nuevo formado por un lado y sobre la superficie de nuevo cemento por<br />

otro lado. Esto requiere la regeneración de tres tejidos que estén finamente<br />

integrados. Además, para que se forme una nueva inserción, el epitelio de<br />

unión (que prolifera sobre el tejido conjuntivo expuesto) debe excluirse de la<br />

herida. Además, el tejido conjuntivo gingival también tiene que ser excluido<br />

para evitar que estas células lleguen a la zona de curación y al mismo tiempo,<br />

tiene que crearse un espacio entre la membrana y la superficie de la raíz del<br />

diente para permitir que el ligamento periodontal y/o las células del espacio<br />

medular alveolar migren, se diferencien, proliferen y al final vuelvan a poblar<br />

la superficie radicular expuesta antes (Nyman et al., 1982a, b; Wikesjö et al.,<br />

1992; Gottlow, 1993).<br />

Primeros Estudios<br />

Los primeros estudios experimentales animales incluían el empleo de membranas<br />

para facilitar la proliferación de algunos componentes del aparato de<br />

soporte periodontal y por tanto, para alterar la respuesta de curación después<br />

de la cirugía periodontal (Nyman et al., 1982a; Gottlow et al., 1984; Caffesse<br />

et al., 1988; Aukhil et al., 1987).<br />

Se demostró primero en monos que las células del ligamento periodontal<br />

pueden proliferar sobre superficies radiculares alisadas si las células epiteliales,<br />

las células óseas y las células del tejido conjuntivo gingival se excluyen<br />

de la curación de la herida colocando una membrana (Nyman et al., 1982b;<br />

Gottlow et al., 1984). Se describieron resultados similares en estudios clínicos<br />

sobre dientes de humanos con periodontitis avanzada y defectos intraóseos<br />

(Nyman et al., 1982a, 1983; Gottlow et al., 1986). Se formó cierta nueva<br />

inserción con cemento con fibras de colágeno insertadas y hueso o tejido<br />

similar al hueso utilizando esta técnica y esto se ha demostrado histológicamente<br />

tanto en dientes de mono (Nyman et al., 1982b; Gottlow et al., 1984)<br />

como en dientes humanos extraídos (Nyman et al., 1982a, 1983). Mediante<br />

observación clínica longitudinal sobre dientes humanos mantenidos en boca

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