16.08.2019 Views

Periodoncia.Eley.6a.Ed

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

344 <strong>Periodoncia</strong><br />

1997). Se observó un incremento medio en la altura del hueso de<br />

1,95 ± 0,14 mm para las 17 localizaciones, entre las que se incluían localizaciones<br />

dentales diferentes, tratadas en 13 pacientes.<br />

Por tanto, esta técnica parece tener el potencial de permitir una regeneración<br />

ósea en zonas de defectos óseos vestibulares como los asociados a una<br />

recesión gingival localizada (Waterman, 1997). En humanos no se ha estudiado<br />

la histología de la inserción de este hueso a la superficie radicular, pero<br />

los resultados en monos (Gottlow et al., 1994b) parecen indicar que se forma<br />

nueva inserción.<br />

Ensayos clínicos de la técnica DME<br />

En un estudio ciego con un placebo como control, de boca partida (Hagewald<br />

et al., 2002) se ha comparado el uso del colgajo posicionado coronalmente<br />

con aplicación de DME o con placebo (alginato de propilenglicol) sobre la<br />

superficie radicular en 36 pacientes con recesiones vestibulares bilaterales a<br />

lo largo de 12 meses. Se comprobó que tanto las localizaciones test como las<br />

de control mostraban un cubrimiento radicular del 79-80%, sin diferencias<br />

estadísticamente significativas entre ellas. Las localizaciones tratadas con<br />

DME mostraban una ganancia de epitelio queratinizado bastante mayor.<br />

Castellanos et al. (2006) llevaron a cabo un ensayo clínico en 22 pacientes<br />

con recesiones gingivales de clase I y II de Miller de más de 2 mm. El colgajo<br />

posicionado coronalmente, solo o asociado a DME, era un procedimiento<br />

eficaz para cubrir una recesión gingival localizada. Sin embargo, al añadir<br />

DME se mejoraba bastante el grado de cubrimiento radicular. Moses et al.<br />

(2006) compararon la eficacia del cubrimiento radicular entre un injerto de<br />

tejido conjuntivo y el uso de DME, y de nuevo observaron que la utilización<br />

de DME lograba un mayor cubrimiento.<br />

Ensayos Clínicos En Los Que Se Comparan<br />

Técnicas Quirúrgicas Para El Tratamiento<br />

De La Recesión<br />

Paolantonio (2002) comparó un injerto de tejido con RTD utilizando una<br />

membrana biorreabsorbible o una membrana de colágeno en 45 adultos<br />

sanos con recesiones gingivales de clase I y II de Miller, inicialmente y al<br />

cabo de un año. Se registraron el grado de cubrimiento radicular y el NI. Las<br />

tres técnicas lograban una cobertura radicular buena del 90%, 81% y 87%,<br />

respectivamente. No se apreciaron diferencias estadísticas entre las técnicas<br />

en cuanto al cubrimiento o el NI. Con el injerto de tejido conjuntivo se obtuvo<br />

un mayor grosor gingival que con las técnicas de RTD.<br />

Harris (2003) trató a 50 pacientes con recesiones aisladas en los molares<br />

con injertos de tejido conjuntivo. En el estudio se observó un cubrimiento<br />

radicular completo en 585 casos y en conjunto había una media de cobertura<br />

radicular del 91%. Esto demuestra que es una técnica idónea para la cobertura<br />

de los defectos de recesión molares.<br />

En una revisión sistemática de procedimientos quirúrgicos plásticos periodontales<br />

(QPP) para una recesión gingival localizada se encontraron 223 publicaciones<br />

sobre este tipo de técnicas, de las que sólo 20 eran aptas para<br />

metaanálisis (Roccuzzo et al., 2002). Se observó que todas las técnicas QPP<br />

(IGL, ITC, CPC, RTD) lograron un cubrimiento radicular eficaz con pocas<br />

diferencias entre ellas. La única diferencia significativa fue que el CRC<br />

lograba más cobertura radicular, estadísticamente significativa, que la RTD.<br />

Se ha comparado el tratamiento de recesiones vestibulares de incisivos y<br />

premolares mediante un colgajo posicionado coronalmente con injerto de<br />

tejido conjuntivo subyacente o con DME (McGuire y Nunn, 2003a). Se obtuvieron<br />

resultados favorables similares, aunque los tratados con DME cicatrizaban<br />

más rápido y con menos molestias postoperatorias. También se compararon<br />

los resultados histológicos de ambos tratamientos en un paciente con dos dientes<br />

desahuciados con recesión vestibular (McGuire y Nunn, 2003b; Carvalho<br />

da Silva et al., 2004). Con el ITC se observó adhesion de tejido conjuntivo<br />

sobre la superfície radicular con cierta resorción radicular, mientras que con el<br />

uso de DME se observó la formación de nuevo cemento, fibras del ligamento<br />

periodontal organizadas e islas de hueso formándose a una distancia constante<br />

de la superficie radicular. En otro estudio (Trabulsi et al., 2004) se comparó el<br />

efecto complementario de los DME en el tratamiento con RTD de recesiones.<br />

Se observó que la cobertura radicular con la RTD utilizando una membrana de<br />

colágeno, con o sin DME, podía utilizarse bien para lograr el cubrimiento radicular<br />

de la recesión gingival. Todos estos estudios demuestran que los DME<br />

simulan una regeneración organizada del periodonto.<br />

Berlucchi et al. (2005) evaluaron la relación de los factores anatómicos<br />

como el grosor del tejido, la altura y anchura de las papilas, la profundidad de<br />

la recesión y la altura de hueso vestibular, con la eficacia del cubrimiento<br />

radicular de recesiones gingivales de clase I y II de Miller tratadas con un<br />

colgajo posicionado coronalmente (CPC) junto con un derivado de matriz del<br />

esmalte (DME) en 30 hombres no fumadores. Sus resultados sugerían que la<br />

profundidad inicial de la recesión y el grosor del colgajo pueden influir en el<br />

resultado de cubrimiento radicular, es decir, en la posición final del margen<br />

gingival, con un CPC más DME a los 12 meses. No hubo una correlación<br />

clara entre el cubrimiento radicular y otras características anatómicas, como la<br />

anchura papilar, la altura papilar y la cantidad de hueso en la cara vestibular.<br />

Procedimientos Combinados<br />

En casos de recesión gingival localizada, que podrían tratarse con RTD o<br />

DME, pero que carecen de la cantidad necesaria de encía queratinizada para<br />

facilitar la cobertura mediante un colgajo posicionado coronalmente, puede<br />

realizarse un injerto gingival libre previo para aumentar la cantidad de tejido<br />

gingival queratinizado. Una vez que ha cicatrizado por completo, puede realizarse<br />

el tratamiento regenerativo. Se logran resultados clínicos buenos combinando<br />

ambos procedimientos. En la figura 21.26A, B se muestran los resultados<br />

de los tratamientos combinados para las recesiones de clase II de Miller en los<br />

incisivos y los caninos inferiores mediante un injerto gingival libre para proporcionar<br />

la cantidad suficiente de encía queratinizada con un procedimiento<br />

regenerativo posterior con una membrana de Guidor ® realizado en dos etapas.<br />

Además en la figura 21.27A, B pueden verse los resultados de la utilización de<br />

un injerto gingival libre para proporcionar la cantidad suficiente de encía queratinizada<br />

y el uso posterior de una membrana reabsorbible de Atrisorb ® en una<br />

recesión clase I de Miller en el primer premolar inferior derecho.<br />

También es posible tratar dos recesiones en la misma boca con procedimientos<br />

quirúrgicos diferentes, que se muestran en la figura 21.28A-E.<br />

El defecto de recesión vestibular en el canino superior derecho se trató con<br />

RTD con una membrana Guidor ® y un colgajo posicionado coronalmente<br />

(fig. 21.28A, B). Tres meses más tarde, la recesión vestibular de los incisivos<br />

laterales superiores derechos se trató con una técnica de sobre y un injerto de<br />

tejido conjuntivo (fig. 21.28B-E).<br />

Un colgajo en sobre es un colgajo de acceso local mínimo y solamente es<br />

idóeno para recesiones vestibulares de clase I de Miller sin pérdida de altura<br />

papilar y un margen y un surco gingival sanos. El procedimiento se lleva a<br />

cabo del modo siguiente. Se practica una incisión crevicular desde la punta<br />

de la papila distal hasta la punta de la papila mesial (fig. 21.28C). Con ello<br />

debería eliminarse el epitelio crevicular y se eleva un colgajo, que formará<br />

un «bolsillo». A continuación se raspa y alisa, y posiblemente se acondiciona,<br />

la superficie radicular expuesta, y se elimina del paladar un injerto<br />

pequeño de tejido conjuntivo con un bisturí de Harris (v. antes). Luego se<br />

coloca el injerto de tejido conjuntivo en el interior del «bolsillo o bolsa» y<br />

encima de la superficie radicular expuesta utilizando su borde epitelizado<br />

para cubrir la recesión (fig. 21.28D). Se colocan dos suturas interdentales en<br />

cada extremo para sostener el colgajo sobre el injerto. Estos procedimientos<br />

cicatrizan a lo largo de 6-8 semanas para producir un cubrimiento radicular<br />

completo que puede apreciarse al cabo de 3 meses en la figura 21.28E.<br />

Tözüm et al. (2005) compararon el uso de un injerto de tejido conjuntivo<br />

subepitelial con o sin una técnica de túnel (o de tunelización) en recesiones<br />

de clase I de Miller y observaron que la segunda técnica era algo más eficaz,<br />

aunque los resultados clínicos en ambas casos eran satisfactorios.<br />

Spahr et al. (2005) compararon el cubrimiento radicular de recesiones de<br />

clases I y II de Miller utilizando proteínas de la matriz del esmalte frente a<br />

una técnica de colgajo posicionado coronalmente a lo largo de 2 años y comprobaron<br />

que la primera técnica era más eficaz.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!